MADRID 13 May. (EUROPA PRESS) –
El exciclista británico Bradley Wiggins, ganador del Tour de Francia de 2012 y cinco veces campeón olímpico, ha confesado haber sido «un adicto funcional a la cocaína» y que tenía «suerte» de seguir con vida porque tenía «un problema muy grave y enorme».
Retirado del ciclismo en 2016, Wiggins publicará a finales de este 2025 su autobiografía, ‘The Chain’ (‘La Cadena’), donde relatará su turbulenta vida desde su trauma infantil, una carrera llena de altibajos y su posterior adicción.
«Hubo momentos en que mi hijo pensó que me encontrarían muerto por la mañana. Era un adicto funcional, la gente no se daba cuenta. Estuve colocado la mayor parte del tiempo durante muchos años», se sincera el exciclista en una entrevista en ‘The Observer’.
El campeón del Tour de Francia de 2012, padre de dos hijos, dejó su adicción hace un año sin ayuda externa y después de haber consumido «un montón de cocaína». «Tenía un problema muy grave y mis hijos iban a llevarme a rehabilitación, estaba en la cuerda floja. Me di cuenta de que tenía un problema enorme y de que tenía que parar. Tengo suerte de estar aquí, fui víctima de todas mis decisiones durante muchos años», apuntó.
«Ya tenía mucho odio hacia mí mismo, pero lo estaba amplificando. Era una forma de autolesión y autosabotaje. No era la persona que quería ser, me di cuenta de que estaba lastimando a mucha gente a mi alrededor», añadió el exciclista, que ostenta la condición de Sir desde el año 2013.
Wiggins celebró haberse puesto en contacto con Lance Armstrong, una de las figuras más controvertidas del ciclismo en el siglo XXI tras su confesión de dopaje durante los siete Tour que ganó. «Llevaba mucho tiempo preocupado por mí. Había pasado por algo similar con Jan (Ullrich), intentaban contactarme, pero no encontraban dónde estaba», admitió.
«Mi hijo hablaba mucho con Lance, que le preguntaba cómo estaba. Ben respondía: ‘No he tenido noticias suyas en un par de semanas, sé que vive en un hotel’. No sabían nada de mí durante días. Ahora puedo hablar de estas cosas con franqueza, había algo de estar viviendo una mentira al no hablar de ello», agregó.
Wiggins afirmó que finalmente había encontrado algo de paz después de convertirse en el foco de lo sucedido con las ‘bolsas Jiffy’ y su supuesto dopaje, algo que desencadenó una investigación parlamentaria. «Estaba en el ojo del huracán. Sentí que algunas de esas preguntas necesitaban ser respondidas y aclaradas por quienes podían responderlas, como ‘¿Qué había en el paquete?’. Hay un libro sobre eso, me encantaría saber, de una forma u otra, qué sucedió realmente», sentenció.