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Venezuela y la tasa Google penalizan las exportaciones españolas a EE UU

Después de semanas de enorme volatilidad en los mercados y de creciente incertidumbre entre los inversores, la Administración de Donald Trump tiene previsto anunciar este miércoles su plan para revolucionar la economía estadounidense. Un plan que previsiblemente supondrá un aumento significativo de la carga arancelaria global pero que, al menos, puede aportar algo de claridad a la política comercial de la administración estadounidense para ayudar a la planificación y previsión de las empresas. Pese a ello, la incertidumbre no desaparecerá porque habrá que esperar el grado de respuesta de los demás países a esta ronda arancelaria y, con ello, la escalada de una guerra comercial que, en contra de lo proclamado por Trump en su primer mandato —”las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”—, no tendrá un final feliz para nadie, según la opinión unánime de los expertos.

Este 2 de abril será el “día de la liberación”, según la jerga trumpista. Será entonces cuando la Casa Blanca anunciará los aranceles recíprocos a los países con los que Estados Unidos mantiene un mayor déficit comercial, principalmente China, el conjunto de la Unión Europea, México, Vietnam, Alemania, Japón, Canadá, Corea del Sur, India y el Reino Unido, por ese orden.

No es el caso de España. El saldo comercial entre los dos países es notablemente favorable a Washington. En 2024, España registró un déficit comercial con EE UU de unos 10.000 millones de euros: las exportaciones españolas alcanzaron un valor de 18.179 millones de euros, mientras que las importaciones desde Estados Unidos sumaron 28.192 millones de euros, impulsadas principalmente por compras de productos energéticos como petróleo crudo y gas. Eso, en principio, eximiría a España de los llamados aranceles recíprocos pero la Casa Blanca considera, sin fundamento, que los impuestos al valor añadido (el IVA) son un arancel, lo cual distorsiona todos los cálculos. Asimismo, el saldo deficitario lo es en el conjunto de los intercambios comerciales pero hay sectores como el agroalimentario donde la balanza es favorable a España: en 2024 se vendieron bienes de este sector por 3.319 millones de euros, mientras que las importaciones fueron de 1.761 millones.

“Aunque los principales socios comerciales de España están dentro de la Unión Europea, Estados Unidos es uno de sus mayores socios (13,1% del total) fuera de la UE, solo por detrás del Reino Unido. Calculamos que el impacto directo de los gravámenes puede restar dos décimas al PIB español frente a algo más de tres décimas para el conjunto de la Unión, lo que a algunos países les puede llevar a números rojos. Pero hay efectos indirectos que tienen un impacto mucho más duradero como el retraso en decisiones de inversión o la búsqueda de mercados alternativos”, sostiene Ruben Dewitte, economista de ING.

En todo caso, como miembro de la Unión Europea, las exportaciones españolas de acero y aluminio, que ascendieron a unos 944 y 128 millones de euros, respectivamente, en 2023, ya soportan un arancel del 25% desde el pasado 12 de marzo, al que la UE respondió de inmediato. A partir del día 3 entrará además en vigor otro arancel del 25% sobre todos los vehículos extranjeros que entren en Estados Unidos. Y aunque para España no se trata de un mercado importante para la exportación de turismos, sí tiene mayor impacto en el caso de los componentes.

Otra de las industrias amenazadas con un arancel del 25% a partir de este miércoles es la farmacéutica, que ha experimentado un crecimiento notable en sus exportaciones hacia Estados Unidos en los últimos años. Aunque en conjunto el saldo es deficitario para España, lo cierto es que las ventas de la industria química y farmacéutica a EE UU crecieron un 25% hasta superar los 3.160 millones de euros y se trata, en su mayoría, de medicamentos de alta gama, muy sensibles al encarecimiento de los precios.

A partir de ahí, hay cargas específicas para los productos españoles que harán especialmente gravosa su venta en Estados Unidos. La más inminente es el arancel del 25% sobre todos los productos españoles por el simple hecho de que el país, a través de Repsol, es un importador de petróleo y gas de Venezuela. La medida se dirige especialmente a China, que en 2023 fue el destinatario del 68% de las ventas de crudo venezolano al exterior, y afectará, además, a India, Rusia y Cuba.

Además, Trump recibirá este martes las conclusiones del informe que encargó el pasado 21 de febrero al secretario de Comercio, Howard Lutnick, sobre el impacto de la llamada tasa Google en siete países, entre ellos España (junto a Francia, Reino Unido, Italia, Austria, Turquía y Canadá). La investigación debería arrojar luz sobre si los impuestos a las empresas digitales estadounidenses aprobados por estos países son discriminatorios, si han adoptado normas que amenazan la propiedad intelectual de los gigantes tecnológicos estadounidenses o socavan la competitividad global.

Esta tasa entró en vigor en 2021 y gravaba con un 3% los ingresos de las grandes tecnológicas por operaciones de publicidad online, intermediación digital y venta de datos de usuarios por compañías que facturen al menos 750 millones globalmente (y tres de ellos en España). Como parte de un acuerdo internacional liderado por la OCDE para implementar un marco fiscal global sobre las multinacionales tecnológicas, los países se comprometieron a poner fin a este impuesto al finalizar 2023, aunque en realidad la mantuvieron en vigor sin efecto a la espera de la aplicación efectiva del acuerdo global. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca supuso la retirada de EE UU de ese pacto impositivo y con ello debería reintroducirse automáticamente la tasa de servicios digitales.

Con todo y pese a las expectativas del Gobierno de que la tasa aportaría 1.000 millones de euros anuales a las arcas públicas, los resultados finales quedaron muy lejos de esas cifras. El primer año se recaudaron únicamente 166 millones de euros, pues muchas empresas no llegaron a implementarla y no estuvo en vigor en todo el ejercicio. A partir de entonces, según Hacienda, se han recaudado 278 millones en 2022; 303 millones en 2023 y 375 millones, en 2024.