Las imágenes circulaban por la noche ya en todas las redes sociales. Una patrulla de policía motorizada intenta impedir una carrera de motos en el suburbio parisino de Drancy, al noreste de la capital francesa. Mientras los policías lograban interceptar una de esas motos, un grupo de jóvenes intentó recuperarla, según publicó Le Parisien. En uno de los vídeos, aparentemente grabado poco después del intento de confiscar la moto, se ve a tres jóvenes enfrentarse a los policías, quienes apuntan con sus armas cerca de una moto caída en el suelo. Uno de los dos policías está equipado con una pistola de descarga eléctrica, y el otro con su arma reglamentaria. Este último realiza al menos dos disparos al aire como advertencia, pidiendo a los tres individuos que retrocedan. Uno de ellos desafía al policía a disparar. El otro le propina a su compañero una patada, tirándolo al suelo. En ese momento uno de los agentes abre fuego, al menos tres veces, hiriendo de gravedad a uno de los chicos, de 18 años.
El hombre, alcanzado por una bala en el muslo sobre las 19.30, fue trasladado en helicóptero al hospital Henri Mondor de Créteil, con “pronóstico vital comprometido”, según los servicios de emergencia. Los dos policías también fueron atendidos en el hospital: el que disparó, por dolores cervicales y de espalda; el otro, al encontrarse en estado de shock.
La situación trae a la memoria otros incidentes violentos con la policía en determinados barrios de Francia que terminaron con revueltas. La última vez fue en Nanterre, también a las afueras de París, cuando Naël, un adolescente de 17 años fue asesinado por un policía que abrió fuego en un control policial después de que el chico no detuviese su coche. El incidente, que también quedó registrado en vídeo, provocó varias noches de disturbios en las barriadas de la periferia parisina para protestar contra la violencia policial.
Algunos minutos después, de hecho, se produjeron los primeros enfrentamientos en el lugar a pesar de la presencia de numerosas fuerzas policiales. Ya se habrían realizado tres detenciones esta noche hacia las 22 horas. Además, la ciudad de Drancy informó este viernes por la noche que “ha desplegado mediadores callejeros” en la zona afectada, mientras que el teniente de alcalde del barrio está presente en el lugar.
Una ley aprobada en 2017 precisa las circunstancias en las que policías y gendarmes pueden hacer uso de sus armas. De entrada, pueden ser utilizadas solo “en caso de absoluta necesidad y de manera estrictamente proporcionada”. La norma añade: “Cuando [los agentes] no logran inmovilizar salvo a través del uso de las armas, vehículos, embarcaciones u otros medios de transporte, cuyos conductores no acatan la orden de detenerse y cuyos ocupantes son susceptibles de perpetrar, en la huida, atentados contra su vida o integridad física o la de los demás”.