Barcelona (EFE).- Un equipo de investigación liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en colaboración con el Museo Arqueológico de Cataluña (MAC), ha realizado un estudio antropológico que descarta la muerte sacrificial de los restos humanos de bebés hallados hace años en el poblado íbero de Ullastret (Girona).
El estudio ha sido presentado este lunes en el MAC de Barcelona, aunque también ha sido publicado en la revista ‘Trabajos de Prehistoria’, y lo han llevado a cabo las investigadoras del Grupo de Investigación en Antropología Biológica (GREAB) de la UAB Assumpció Malgosa y Carolina Sandoval, junto con el responsable de la sede del MAC en Ullastret, Gabriel de Prado.
Los investigadores han revaluado los restos arqueológicos de los bebés íberos hallados décadas atrás para aplicar análisis genéticos de los huesos y para profundizar en el conocimiento de cómo tenían lugar los entierros infantiles en el yacimiento de Ullastret, que data de la Edad de Hierro (segunda mitad del primer milenio a. C.).
Los bebés íberos de Ullastret murieron por causas naturales
En el acto de presentación del estudio, sus autores han descartado la muerte sacrificial de los bebés, así como una selección por sexo o edades, y han concluido que murieron por causas naturales, y que los entierros tenían un carácter familiar, porque se realizaban en las propias casas de sus madres.
Los restos de los bebés de Ullastret se han ido excavando desde los años cincuenta y los últimos estudios antropológicos databan de los años noventa, por lo que el objetivo del estudio realizado ahora era revaluar e investigar las hipótesis planteadas sobre el origen y causa de las muertes de los bebés: causas naturales, infanticidios o sacrificios rituales.
El equipo multidisciplinar de investigación de la UAB ha recuperado y revisado toda la documentación arqueológica existente y ha estudiado de nuevo el contexto funerario.
En los restos esqueléticos ha aplicado técnicas actualizadas de morfología, morfometría y, por primera vez, análisis genéticos y de histología dental, para trazar su perfil biológico completo.
Quince individuos, ocho de sexo femenino y cinco masculino
Se han estudiado todos los restos de los niños recuperados hasta ahora, que provienen de dos núcleos del yacimiento, Illa d’en Reixac y Puig de Sant Andreu y en total se han analizado 15 individuos (ocho de sexo femenino, cinco masculino, y dos indeterminados).
Carolina Sandoval, investigadora de la UAB y primera autora del estudio, ha apuntado que el patrón de distribución de muertes por edad y sexo que han identificado se asemeja a la mortalidad infantil natural de poblaciones en desarrollo, y les lleva a descartar que hubiera una selección por sexos ni prácticas sacrificiales, como se había llegado a apuntar previamente.
Es más, han explicado los investigadores, mientras que los cuerpos de los íberos adultos eran habitualmente quemados cuando fallecían, en el caso de los bebés eran enterrados sin quemar, motivo por el que se conservan aún sus huesos.
El análisis genético ha determinado que únicamente dos de los individuos estudiados, ubicados en un mismo depósito, compartían un linaje mitocondrial, lo que podría sugerir un vínculo por vía materna, aunque, dado que la variante genética identificada es muy frecuente en la población, no ha sido posible confirmar con certeza este vínculo.
Un yacimiento con mucho por excavar todavía
El yacimiento de Ullastret es uno de los conjuntos arqueológicos más destacados de la Edad del Hierro en la Península Ibérica perteneciente a la cultura ibera, y su relevancia radica en ser el mayor oppidum íbero (ciudad fortificada) descubierto en Cataluña y uno de los más significativos del mediterráneo occidental.
El estudio aporta una comprensión más adecuada de los entierros infantiles del yacimiento y ofrece nuevas perspectivas sobre las prácticas funerarias y las condiciones de vida de esta comunidad íbera.
En la ciudad ibera de Ullastret, sin embargo, todavía queda mucha búsqueda por hacer, porque según la catedrática de la UAB Assumpció Malgosa, de momento sólo han excavado aproximadamente un 5 % en la Isla de Reixac y un 20 % en el Puig de Sant Andreu.
Los restos de los bebés se han estudiado en el Laboratorio de Antropología Biológica de la UAB, donde el equipo de investigación ha llevado a cabo también su acondicionamiento a fin de preservarlos. EFE