
Washington (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes que los migrantes venezolanos deportados y encarcelados en El Salvador fueron sometidos a un proceso «muy riguroso» para verificar que formaran parte de la banda de crimen transnacional Tren de Aragua.
«Me dijeron que pasaron por un proceso de revisión muy riguroso y que eso continuará en El Salvador», dijo Trump en declaraciones a periodistas desde el Despacho Oval.
«Seguiremos con ese proceso (de revisión), sin duda. No queremos cometer ese tipo de error», añadió el mandatario.
Trump respondió así a las informaciones de allegados y abogados de algunos de los más de 200 deportados, que aseguran que los migrantes no formaban parte de ninguna organización criminal, no tenían antecedentes y que se les detuvo por sus tatuajes.
«Si hay algo así, por supuesto que queremos saberlo», dijo Trump, que sin embargo aseguró que se trata de «un grupo malo, un grupo realmente peligroso».
Venezuela dice que el Tren de Aragua es una narrativa de Trump para estigmatizar
Por su parte, el titular del Ministerio del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, aseguró este viernes que la banda criminal Tren de Aragua es una narrativa de Estados Unidos para «estigmatizar» a los migrantes.
«¿Qué es el Tren de Aragua? Es una narrativa para estigmatizar a un pueblo», afirmó Cabello en su programa radial ‘Sin truco ni maña’, y criticó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, invocada recientemente por el Gobierno de Trump para deportar a una cárcel de El Salvador a supuestos miembros del Tren de Aragua.
Asimismo, el chavista insistió en que ninguno de los 919 venezolanos que han retornado desde febrero al país pertenece al Tren de Aragua, pese a señalamientos de Estados Unidos.
«Esto es una guerra contra Venezuela. Es una guerra contra los venezolanos y venezolanas que tiene su máxima expresión cuando el presidente Trump saca una proclama basándose en una ley de 1798», manifestó.
Unos 200 venezolanos encarcelados en El Salvador
El sábado, Estados Unidos expulsó y entregó a El Salvador a más de 200 migrantes venezolanos, a quienes acusa de pertenecer al Tren de Aragua.
Los deportados fueron encarcelados en prisiones para pandilleros bajo el Gobierno de Nayib Bukele, que recibió unos seis millones de dólares de Washington para su reclusión durante un año.
El Gobierno de Estados Unidos no ha hecho públicas las identidades de los migrantes, ni pruebas sobre su supuesta asociación con grupos criminales.