Seguro que si has montado recientemente en un coche de última generación te habrá sorprendido la gran variedad de tecnologías que ya incorpora para hacer más placenteros y seguros los viajes por carretera. La pequeña pantalla del equipo de audio ha sido sustituida por un completo sistema de entretenimiento en el que, además de navegación, se pueden ver películas, vídeos o acceder a páginas web cuando no se está en movimiento. Además, están equipados con sofisticadas cámaras de vigilancia, asistentes inteligentes que te llevan al destino elegido a través de la voz.
Si de momento no tienes pensado comprar un nuevo vehículo, puedes actualizar el tuyo instalando muchos dispositivos que hacen que ir en el coche sea más seguro, cómodo e, incluso, entretenido para los pasajeros.
Para grabar lo que pasa
Las dash cam no son otra cosa que una pequeña cámara que se coloca en el vehículo para grabar lo que pasa alrededor del coche y, de paso, tener pruebas en caso de accidente o un acto vandálico. En España no son muy populares, pero en países como Rusia son obligatorias: comenzaron a utilizarse para evitar los fraudes de los peatones que se lanzaban contra los coches, y también para ahorrar papeleo cuando ocurría un accidente.
Dicho esto, aquí su uso es totalmente legal, aunque hay que tener en cuenta varias cosas. En primer lugar, la grabación nunca debe ser continua —se consideraría videovigilancia—, aunque eso no es problema, ya que este tipo de gadgets están preparados para activar la grabación solo cuando alguno de sus sensores detecta que está ocurriendo algo. Además, hay que colocarlas en un lugar donde no afecte a la visibilidad y tampoco se puede manipular durante la conducción.
Por supuesto, tampoco pueden difundirse las imágenes por redes sociales o de manera pública. ¿Y qué hay de su uso como prueba en un juicio? La decisión de admitirlo o no depende completamente del juez aunque, por norma general, las aseguradoras las consideran interesantes para discernir responsabilidades a nivel interno.
Modelos hay muchos; incluso algunos como el 70mai A510 vienen con dos cámaras, una para colocar en la luna delantera y otra en la trasera, y cuentan con funciones como la de la vigilancia incluso cuando el vehículo no está en marcha y detecta incluso actos de vandalismo. Luego todo puede revisarse desde el móvil.
Sonido envolvente
Pese a lo que pudiera parecer, cambiar el sistema de sonido del coche por uno con mucho más potencia y calidad no es demasiado difícil, aunque sí muy laborioso. Porque, entre otras cosas, hay que desmontar el interior de la puerta para sacar los antiguos y colocar los nuevos en su lugar. Si se tiene cierta maña en este aspecto se puede hacer, pero si no es mucho mejor que te lo hagan en un taller. Teniendo esto en cuenta, hay muchísimas opciones con distinta potencia, dimensiones… Por ejemplo, los altavoces de las puertas pueden sustituirse por modelos como los JVC CS-J620X —uno de los más populares desde hace una década—, y completarlos con un subwoofer como el Pioneer TS-WX140DA, que puede colocarse debajo del asiento del conductor para realzar los bajos. ¿El resultado? Música que se escucha mucho mejor que con el sistema original del coche y que no distorsiona, aunque subas el volumen.
Carga inalámbrica para el móvil
Los cargadores del móvil compatibles con la carga inalámbrica como el Belkin BoostCharge Pro son ideales para cargar el móvil sin cables a la vez que su pantalla queda visible —el cargador se instala en una rejilla de ventilación en el salpicadero— para seguir las instrucciones del GPS, por ejemplo. Este es uno de los modelos más recientes y es compatible con el sistema de carga inalámbrica Qi2, que permite cargar a una velocidad de 15W.
Alexa en el coche
Al igual que utilizamos los asistentes inteligentes en casa a través del televisor, los altavoces o el teléfono móvil, también es posible recurrir a ellos desde el coche. Lo cierto es que, desde hace tiempo, los vehículos más modernos incorporan Android Auto o Apple CarPlay, que convierten el coche en una extensión del teléfono móvil, pero los que no lo tienen pueden instalar un pequeño dispositivo como el Amazon Echo Auto. Conectado por USB o al mechero del coche, podemos realizar preguntas generales, pedirles que controlen aparatos domóticos, que elaboren una lista de la compra, pongan música o resuman las noticias del día, entre otros. También que nos guíen hasta un destino y que nos digan dónde hemos dejado el coche.
En este sentido, resultan también interesantes los localizadores GPS, más orientados a robos. Aunque hay algunos que se instalan en el coche, con otros como el Invoxia GPS Tracker Classic no es necesario. Basta con llevarlo dentro para poder rastrear dónde está el vehículo en todo momento, sin límite de distancia (los localizadores Bluetooth tienen de límite la distancia a la que le reconoce el teléfono). Hay que tener en cuenta, eso sí, que normalmente están asociados a una suscripción mensual.
Otros dispositivos
Y pensando tanto en el entretenimiento de los pasajeros como en el streaming de música, crear una red Wi-Fi para todos los dispositivos del vehículo es tan sencillo como instalar un punto de acceso Wi-Fi. Lo más sencillo es recurrir a un dispositivo Mi-Fi como TP-Link M7000, que crean una red con solo introducir una tarjeta SIM en su interior y realizar una rápida configuración desde una app.
Hay otros muchos dispositivos pensados para el coche. Desde un aspirador como el Baseus A2 Pro Car, cuya boquilla estrecha cabe en las ranuras de los asientos y con una potencia suficiente para limpiar tierra o restos de comida; hasta un purificador de aire portátil —Philips tiene el Go Pure GP6201— que monitoriza su estado y lo limpia en caso necesario; es algo que reduce, por ejemplo, la somnolencia que provoca el aire muy cargado.
Los amantes del café también pueden hacérselo sobre la marcha con cafeteras como Presso XI, quienes no recuerdan dónde han aparcado; y la comida se mantiene refrigerada en neveras con conector para el mechero como Bolero TravelCooling 29L D de Cecotec, que luego puedes desconectar y llevar a la playa o a hacer un picnic.