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Buenos Aires (EFE).- Boca Juniors anunció el despido de Fernando Gago dos días después de perder por 2-1 el superclásico con River Plate, y suma ya siete entrenadores descabezados en apenas cuatro años bajo el mandato de Juan Román Riquelme, antes ídolo como jugador y ahora presidente cuestionado.
Mientras los dirigentes están en la búsqueda de un nuevo entrenador, aún la salida del exjugador del Real Madrid retumba en las huestes del Xeneize en donde hay malestar entre los socios e hinchas que también culpan a Riquelme por el fracaso deportivo.
Gago fue el entrenador que menos le duró a Riquelme: apenas 197 días, por lo que el nombre del nuevo técnico será crucial ya que este también determinaría su futuro como directivo, pese a que faltan aún varios años para las próximas elecciones.
El adiós a un «hombre de la casa»
«Hemos tomado una decisión, es que hasta acá ha llegado Fernando Gago y su cuerpo técnico con la institución. En el día de ayer, hasta altas horas de la noche, hemos buscado y encontrado la manera para que ya hoy Fernando no sea más nuestro entrenador», informó a periodistas el exfutbolista colombiano Mauricio Serna, integrante del Consejo de Fútbol del club.
Serna, exjugador del Xeneize, explicó que se tomó la decisión «con tranquilidad» aunque reveló que «no fue fácil porque (Gago) es un hombre de la casa».
«Pero para eso estamos, para tomar decisiones», añadió en referencia a las autoridades del Xeneize, que tiene como presidente a Juan Román Riquelme, quien ha contratado siete entrenadores en apenas cuatro años de gestión.
Primero fue Miguel Ángel Russo, seguido por tres técnicos con una particularidad: todos fueron excompañeros suyos. Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra y ahora Fernando Gago, quienes pasaron sin mayor éxito ni continuidad.
Jorge Almirón, quien llegó a una final de Copa Libertadores, que perdió ante Fluminense en 2023; también salió, sin títulos, por la puerta de atrás. La presión, los malos resultados y una alarmante falta de evolución futbolística han sido moneda común.
La sentencia final
La elección de Fernando Gago fue desde el inicio un tiro en la oscuridad. Nunca logró conectar con el hincha ni imponer una idea clara de juego. Si bien hiló nueve victorias consecutivas en el torneo local, fue eliminado en la Copa Argentina en 2024, lo que le impidió avanzar directamente a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025.
Y aunque consiguió de forma agónica un cupo a la fase de repesca, fue apeado del torneo en febrero por Alianza Lima. Pese a los buenos resultados en el plano local, Gago nunca pudo terminar de recuperarse de aquel golpe ante la formación peruana, lo que motivó un abucheo generalizado de la afición e incluso insultos en la Bombonera.
La era Gago en Boca: inversiones millonarias y malas decisiones
Además, Boca invirtió más de 25 millones de dólares en refuerzos, con nombres como los de Agustín Marchesín, Rodrigo Battaglia, Ander Herrera, Carlos Palacios y Alan Velasco, pero el exjugador del Real Madrid no logró hacer jugar bien al equipo.
Y la derrota en el superclásico del pasado domingo fue su sentencia final. La caída por 2-1 como visitante ante River Plate, en un juego en el que el entrenador demoró mucho en realizar modificaciones y luego no hizo la autocrítica que la afición esperaba ante el mal desempeño del equipo, terminó por sellar su destino.
Gago deja así el cargo que había asumido a mediados de octubre pasado, con un saldo positivo en lo numérico (17 triunfos, cinco empates y ocho derrotas en 30 partidos) pero perdió los duelos más importantes del semestre.