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Sánchez elude las polémicas sobre Telefónica y el cierre de Almaraz en su visita a Extremadura y pone el foco en Feijóo: «Debe ser que no ejerce la oposición porque no quiere»

Pedro Sánchez ha eludido referirse este domingo a la polémica por el relevo de José María Álvarez-Pallete al frente de Telefónica que, tal y como ha relevado EL MUNDO, fue forzada por el propio presidente del Gobierno en una reunión celebrada en Moncloa. Durante su intervención en el cierre del congreso regional del PSOE en Extremadura, ha preferido poner el foco en «dónde está» el líder del PP Alberto Núñez Feijóo, dando a entender que se encuentra ausente. «Debe ser que no ejerce la oposición porque no quiere», ha afirmado.

Tampoco ha hecho mención alguna a la multitudinaria protesta en Almaraz de este sábado en contra del cierre de la central nuclear a la que también se opone el acalde socialista de la localidad, Juan Antonio Díaz. Desde el Palacio de Congresos de Plasencia, también en la provincia de Cáceres, el jefe del Ejecutivo central ha incidido en el dato de que el 99% de la energía producida en esta comunidad de poco más de un millón de habitantes es «limpia»: «Lleváis 30 años de ventaja a muchas regiones europeas. No sabéis el tesoro que tenéis».

«Si uno ve las tertulias de estos medios de comunicación que tanto nos quieren, lo digo en términos sarcásticos, da la sensación de que España se va al garete, se rompe, se hunde… Cuando somos la mejor economía del mundo. Si apagamos el ruido vamos a ver lo que realmente es la oposición, la nada absoluta», ha recalcado Sánchez entre los aplausos del público. «Pero también veremos algo importante. Si apagamos ese ruido también se verá como va España, que va viento en popa y a toda vela en términos económicos, de empleo, de cohesión territorial y cohesión social. Por eso cuanto más se desgañite la oposición no os preocupéis, es la señal de que lo estamos haciendo bien», ha agregado.

Además, al igual que en su participación en los congresos regionales del PSOE en Asturias el viernes y el sábado a Castilla-La Mancha, el secretario general de los socialistas en que el objetivo ahora es preparar el engranaje del partido para las elecciones de 2027 para recuperar poder territorial empezando por Extremadura, donde ganaron en mayo de 2023 pero no pudieron gobernar por la alianza entre el PP y Vox: «Por supuesto que hay un apego a las siglas, faltaría más, pero lo digo sobre todo por interés general. Cuantos más gobiernos haya alineados con la política económica exitosa que está poniendo en marcha este Gobierno más rápido y más lejos llegaremos».

En el acto de clausura del congreso ha intervenido también Miguel Ángel Gallardo tras imponerse con rotundidad en primarias a la candidata que, aunque de forma sutil, contaba con el aval de la dirección federal, Esther Gutiérrez. En Ferraz no han ocultado su malestar con el «cambio de discurso» que, después de sustituir a Guillermo Fernández Vara en marzo del año pasado, consideran que hizo el nuevo barón territorial, quien llegó a culpar públicamente a la amnistía de la derrota del partido en las elecciones europeas de junio, y que asimilan a las duras críticas del castellanomanchego Emiliano García-Page a las concesiones al independentismo.

Un sector del partido vio en la imputación a finales de noviembre del también presidente de la Diputación de Badajoz por la presunta malversación de caudales públicos en relación con la contratación de David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del jefe del Ejecutivo, un posible blindaje ante la intención del aparato de intentar apartarlo. Finalmente tuvo que pelear para mantener su puesto lo que logró con el respaldo de la militancia.

Respaldo del 87% a Gallardo

Durante su intervención en el Palacio de Congresos de Plasencia, Gallardo se ha referido a este circunstancia recalcando que otros partidos se caracterizan «por el dedo», mientras en el PSOE «la democracia es la esencia». «El sábado nos quitamos la camiseta de nuestro equipo y nos pusimos la del equipo principal», ha afirmado tratando de dejar atrás las rivalidades internas y que se abre una nueva etapa de «unidad, cohesión y fortaleza». Su nueva Ejecutiva regional ha sido respaldada por el 87,32% de los votos.

Gallardo consiguió sus objetivos en el Congreso que le ha aupado por segunda vez en diez meses como líder del PSOE de Extremadura. Con una evidente brecha en la provincia de Cáceres, donde perdió en ambos procesos de Primarias, ha buscado la integración de los críticos pero lo ha hecho de forma más cosmética que real al introducir en su ejecutiva a cargos de segundo y tercer nivel pero no a los pesos pesados de la lista de su rival, Esther Gutiérrez, que queda fuera, como también su principal apoyo, el presidente provincial cacereño Miguel Ángel Morales. Tampoco a los del siguiente escalón: ni Eduardo Béjar, ni Fernando García ni Nicolás Álvaro Sánchez Cotrina.

Con unos apoyo del 87 por ciento largo de los votos, le ha ayudado hacer una ejecutiva de 45 miembros. Antes tenía 29. Sí ha hecho un guiño a la ponente de las anteriores primarias, Lara Garlito junto a Rafael Lemus, secretario provincial en Badajoz, ambos en el Comité Federal, del que se cae el presidente provincial de Cáceres, Miguel Ángel Morales. E incorpora también a Blanca Martín, presidenta de la Asamblea, y Belén Fernández, de Cáceres, e integra a varios alcaldes que no le apoyaron en las primarias de marzo del año pasado pero sí en éstas.

El reelegido secretario general de los extremeños también ha tenido palabras de reconocimiento para los dos ex presidentes autonómicos de su partidos, Vara, ovacionado por los asistentes al acto, y Juan Carlos Ibarra, que no ha asistido. Además, se ha proyectado un vídeo con las felicitaciones a Gallardo por su reelección de otros seis dirigentes socialistas: Adrián Barbón (Asturias), Óscar López (Madrid), María Chivite (Navarra), Eneko Andueza (País Vasco), Salvador Illa (Cataluña) y el propio Page, que ha destacado que el PSOE de Extremadura «es reconocible, identificable y orgulloso de su pasado».