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Sabalenka destrona a Swiatek y se mete en la final de Roland Garros

   MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) –

   La tenista bielorrusa Aryna Sabalenka se ha metido este jueves en la final de Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada que se disputa en tierra batida, tras imponerse en un duro partido a tres sets a la actual campeona del torneo, la polaca Iga Swiatek (7-6(1), 4-6, 6-0), y buscará el próximo sábado, en su primera final en el torneo parisino, levantar su cuarto Grand Slam.

   Roland Garros tendrá una nueva reina tres años después. Aryna Sabalenka, número uno del mundo, ha destronado a la campeona de las tres últimas ediciones del torneo, Iga Swiatek, en un partido en el que, en líneas generales, se mostró superior a su rival. Así, la bielorrusa disputará su primera final en París.

   Sabalenka hizo mortal a una Swiatek que encadenaba 26 victorias consecutivas sobre la tierra batida de Roland Garros. Un hito que consiguió gracias a estar más paciente que de costumbre en su juego y bajando el riesgo de sus golpes. Especialmente superior sería en el tercer set, en el que no dejó ganar ni un sólo juego a su rival, y tan sólo seis puntos.

   Mucho más disputados estuvieron los dos primeros sets. En el primero, Sabalenka arrancó con un nivel altísimo de juego, haciendo mucho daño al resto, con el que consiguió quebrar el saque de la polaca en sus dos primeros turnos. Sin embargo, poco a poco, Swiatek reaccionaría para igualar el partido e, incluso, sacar para adjudicarse la manga. Pero la bielorrusa volvería a lograr un ‘break’, mandando el set a la muerte súbita, en la que la número uno del mundo no dio opción (7-1).

   Se le ponía cuesta arriba la semifinal a la actual campeona, y ahí reaccionaría con su mejor nivel. Swiatek aprovechó las dudas en el saque de su rival para tomar ventaja en el inicio del parcial con dos roturas consecutivas, una renta que administraría para colocar el empate a un set en el marcador (6-4).

   Y cuando todo parecía abocado a un épico tercer set, ocurrió lo más impredecible. La polaca, que venía en inercia positiva, se fue por completo del partido hasta el punto de ni siquiera vender cara su eliminación. Un paseo para Sabalenka que, con seis juegos consecutivos, se llevaba el set y el partido, acabando con la tiranía de la que ha sido en los últimos tres años la reina indiscutible de Roland Garros.