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Paula Badosa: «Lo que tengo no es operable, infiltrarme es lo único…

   MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) –

   La tenista española Paula Badosa ha asegurado que los problemas que le obligaron a abandonar antes del partido de octavos de final del torneo de Miami (Estados Unidos) frente a la filipina Alexandra Eala se deben a «una pequeña hernia», aunque espera estar lista para el Mutua Madrid Open, además de reconocer que su lesión «no es operable» y que las infiltraciones son «lo único» que le permite «jugar».

   «Esta vez me asustaba más de la cuenta porque era en el lado contrario. Siempre he tenido molestias en la zona derecha y ahora es en la izquierda. Me asustaba que fuese otra fractura de estrés, pero afortunadamente no lo es. No os tengo que dar la noticia de que voy a estar siete meses fuera del circuito», señaló en una entrevista en ‘El Larguero’ de la Cadena SER. «Es una pequeña hernia que se me ha movido de la vértebra, pero me están viendo los mejores tratamientos y mi objetivo es poder estar en Madrid», apuntó.

   La catalana, que padece una lesión en la vértebra L4, explicó que solo las infiltraciones le permiten seguir adelante. «Lo tengo no es operable. Si te operas, olvídate, no vuelvo en 10 años», dijo. «Desde que empezó el año me he tenido que infiltrar una vez. Yo sé que las infiltraciones no son buenas, pero en los últimos dos años llevaré 6 o 7. Se que habrá médicos escuchándome y llevándose las manos a la cabeza, pero no tengo otra opción si quiero jugar a tenis y yo por el tenis ahora mismo mato», afirmó.

   «Cuando te dicen que tienes que volver a pasar pruebas piensas ‘mira, ya no puedo más’, pero el amor que tengo por este deporte me hace seguir. Porque necesidad de seguir no tengo, pero el amor al tenis, sí. Soy una persona muy emocional. Lo disfruto tanto… Competir, poder entregarme… Me ayuda. Siempre es la última infiltración, pero es lo único que me permite jugar. Es lo que, a corto plazo, me deja jugar», manifestó.

   A pesar de todo, considera que el «dolor mental» es mucho más duro que el físico. «Hay días que lo llevo mejor, pero otros se me hacen duro. Quiero mucho este deporte, me gustaría que me gustara menos, para qué os voy a engañar», confesó, antes de desvelar que fue en Mérida (México) donde volvió a lesionarse.

   «De un golpe a otro sentí un dolor muy agudo. Estuvimos tratándolo con muchos aparatos y parecía que iba a mejor. En Miami parecía que muy bien, pero cuando volví a competir, al hacer el mismo gesto, una derecha, otra vez. Continué el set con un dolor que me mareaba, tomando ibuprofeno, probé muchísimas cremas, me inyecté antes de jugar cuarta ronda con Eala, pero ni con la inyección se me pasaba el dolor», finalizó.