
Madrid (EFE).- Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española (RAE), historiador y catedrático de Derecho Administrativo, cree los primeros compases del gobierno de Donald Trump «no son muy tranquilizadores», pero no ve una verdadera amenaza a la cultura en español en Estados Unidos.
«Las lenguas las domina el pueblo, es el pueblo quien decide cómo se comunica y no los decretos de los gobernantes», ha dicho en una entrevista con EFE con motivo de la publicación de ‘De la democracia en Hispanoamérica’ (Taurus), un ensayo histórico que recorre los hitos de los dos últimos siglos en el subcontinente para comprender los desafíos democráticos actuales.
«Los primeros compases del Gobierno Trump no son muy tranquilizadores»
Muñoz Machado se remite a la figura shakesperiana de Calibán para hablar de Trump, «un ser horrible, autoritario, que no tiene más valores que los económicos y carente de cualquier criterio moral ni ético».
«Los primeros compases del Gobierno Trump no son muy tranquilizadores en el sentido de que vaya a respetar las culturas, ni nuestra lengua siquiera», ha agregado en referencia a medidas como la retirada del español de la web de la Casa Blanca.
«Nuevas democracias» que amparan autoritarismos
Si en el ensayo ‘Hablamos la misma lengua’ (2019) se dedicó a analizar la implantación del español en América desde la conquista a las independencias, en esta ocasión arranca en las independencias para tratar de entender por qué el modelo de democracia liberal que se asentó en Europa y Estados Unidos tuvo más dificultades en los países latinoamericanos.
El libro pone el foco en el fenómeno del «nuevo constitucionalismo latinoamericano», consolidado en Venezuela en 1999, en Ecuador en 2008 y en Bolivia en 2009, donde se aprobaron nuevas constituciones en lugar de reformar las que había.
El también presidenta de la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española) reflexiona sobre cómo estas nuevas constituciones, extensas y detalladas, bajo el pretexto de garantizar una mayor inclusión política de las minorías y las comunidades originarias, han acabado amparando nuevas formas de autoritarismo.
«Uno de los grandes debates que son clave para entender lo que ha pasado allí es el de la reelegibilidad», ha señalado el escritor y académico. «Ha habido muchos gobernantes que llegan al poder por las vías democráticas y una vez allí se las arreglan para cambiar las constituciones y hacerse perpetuamente reelegibles».
«La gente vota a locos, vota a sabios, vota a gente muy útil y eficaz y a gente que no lo es», razona, «lo importante es poderlo corregir en las elecciones siguientes».
De casi mil páginas, el ensayo arranca con el proceso que condujo a la Constitución de Cádiz de 1812, inicialmente pensada como norma común para España y América; recorre un siglo XIX marcado por el predominio de los caudillos y un siglo XX caracterizado por las revoluciones, los regímenes populistas y la injerencia de Estados Unidos.
El debate de la colonización
Preguntado por el actual debate revisionista sobre la colonización, Muñoz Machado considera «gratuito» y «sin fundamento» argumentar que la conquista española haya perjudicado la consolidación de gobiernos democráticos en Hispanoamérica.
«En algunos países, algunos dirigentes, de vez en cuando, incluyen en sus programas electorales una imputación a España de ser la culpable de lo que allí les ocurre, y eso tiene sentido electoral y político, pero no tiene ningún sentido histórico, ni ningún fundamento racional».
La democracia, una perla en la Historia
Muñoz Machado asegura que, en realidad, América no es tan distinta de Europa, donde la democracia también ha tenido muchos periodos de «desfallecimiento» y de confrontación bélica.
«La moraleja es que la democracia es un régimen de gobierno enormemente difícil, una perla que a lo largo de la Historia es muy difícil de encontrar y los periodos en los que está, hay que tratar de protegerla y estar muy atentos para que sus principios y sus instituciones no se deterioren».
Democracia en crisis
En ese sentido reconoce que la democracia está en crisis hoy en casi toda Europa. «Hay una tendencia a una cierta unificación o concentración del poder del Estado por los partidos que ganan las elecciones, a gobernar conforme a criterios de partido y no a criterios institucionales más amplios».
Defensor desde hace dos décadas de una reforma constitucional en España que proteja mejor la separación de poderes y las garantías de los derechos, no ve «ni la menor posibilidad de que haya un acuerdo entre las fuerzas políticas para llevarlo a cabo».
«Hay muchas instituciones sobre las que se sostienen esos dos valores, la separación de poderes y la garantía de derechos, que están muy deterioradas».