Madrid (EFE).- Más de 2.800 trabajadores del BBVA y del Banco Sabadell que solicitaron salir de estos bancos en sus últimos expedientes de regulación de empleo (ERE), en 2021, se quedaron sin poder hacerlo al superar las salidas ofrecidas por ambas entidades, según datos compartidos con EFE por los sindicatos.
Esto supone, en conjunto, que casi un 40 % de las solicitudes de adhesión de empleados recibidas por el BBVA y el Sabadell fueron rechazadas, a pesar de que los trabajadores querían dejar sus puestos con las condiciones de salidas pactadas por las empresas con los sindicatos.
En aquel momento, ninguno de los dos bancos estaba inmerso en una fusión, aunque ellos mismos habían negociado meses atrás su unión, y aun así ponían encima de la mesa recortes de plantilla y ajustes de la red de sucursales para ganar eficiencia y rentabilidad.
Condiciones pactadas
Aunque hubo momentos de tensión con los sindicatos y amagos de huelga, finalmente se pactaron unas condiciones de salida que animaron a un número de empleados mayor del que el propio BBVA y el Sabadell quería reducir, especialmente en el caso de la entidad vasca, y más de 2.800 trabajadores tuvieron que seguir en sus puestos.
Fuentes sindicales explican a EFE que por esta misma razón desde el primer momento que se anunció la oferta pública de adquisición (opa) del BBVA al Sabadell, tendieron la mano a negociar en el caso de que la operación prosperara y se plantearan recortes de empleo.
Lejos de oponerse a la operación, en la última junta de accionistas del BBVA, la sección sindical de CCOO pedía minimizar las consecuencias laborales que pueden suponer la integración de dos empresas de la envergadura del BBVA y Banco Sabadell.
Y la sección sindical de UGT en el BBVA, que dejó claro que no compartía el rechazo de su sindicato a la operación, insistió en que si la opa culmina con éxito no puede haber ninguna salida forzosa y no admitirá ninguna medida no negociada con la representación legal de los trabajadores.
La preocupación por el empleo
En cualquier caso, empresarios, sindicatos y asociaciones de consumidores han trasladado su preocupación por el efecto que en el empleo pueda tener la opa del BBVA al Sabadell en la consulta pública del Ministerio de Economía previa a que el Gobierno decida si pone nuevas condiciones a la operación.
Desde que se anunció la opa hace más de un año, el Ejecutivo se opuso a la operación, entre otras razones, por el cierre de oficinas y despidos que podría conllevar la compra del Sabadell por parte del BBVA y la posible fusión de ambos bancos.
Las organizaciones confederales de CCOO y UGT han mostrado su oposición a la opa y han alertado en la consulta pública del Gobierno de su efecto destructivo para el empleo, estimando que se perderían hasta 10.500 puestos de trabajo, aunque las secciones sindicales en el BBVA y el Sabadell tiendan la mano a negociar teniendo presente que el pasado los recortes de empleo siempre se consensuaron.
BBVA insiste en quela opa no es para reducir el empleo
El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha insistido en que la opa al Sabadell «no es una operación de reducción de empleo» y, aunque nunca ha desvelado los números que maneja, en una entrevista en RAC1 ha asegurado que esas estimaciones están fuera de lugar y de cualquier cifra que pueda ser razonable. Además, ha añadido, siempre serían salidas pactadas.
Si se vuelve la vista a los ERE que más recientemente han hecho ambas entidades, en el 2021, el número de salidas ofertadas se vio ampliamente superado por la cifra de empleados que las solicitaron.
En el caso del Banco Sabadell, la propuesta inicial afectaba a 1.900 trabajadores, aunque finalmente el ERE se cerró con 1.630 salidas. Sin embargo, detallan los sindicatos a EFE, 2.122 trabajadores no pudieron acogerse, con lo que cerca de 500 tuvieron que seguir en sus puestos.
El BBVA planteó su último ERE en España para 3.798 trabajadores, pero el acuerdo con los sindicatos rebajó la cifra en un primer momento a 2.935 y luego a 2.899 empleos. Si bien la cifra de quienes querían irse llegó a 5.216, esto se traduce en que 2.317 se quedaron con las ganas de abandonar su puesto, coinciden los sindicatos.
Entre las condiciones del ERE, el BBVA llegaba a ofrecer a los trabajadores de entre 55 y 62 años el pago del 75 % del sueldo y el convenio especial de la Seguridad Social hasta los 63 años con revalorización del 3 %, así como el descuento de la prestación de desempleo y subsidio.
El Sabadell, por su parte, acordó, entre otras cuestiones, prejubilaciones a partir de los 55 años con un tope de 300.000 euros para los trabajadores de entre 55 y 57 años y de 280.000 euros para los de entre 58 y 62, con un 65 % del salario anual hasta los 63 años y el convenio especial de la Seguridad Social revalorizable al 2 % anual.