Ciudad de Panamá (EFE).- Tras ver frustrado un «sorpresivo» intento de ir asilado a Nicaragua, el expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009 – 2014) ha vuelto al punto de inicio de su situación de refugiado en la embajada nicaragüense en Panamá, donde lleva desde febrero de 2024: hasta el momento, no saldrá de ahí.
El salvoconducto otorgado el pasado 27 de marzo que le permitía viajar hasta el país centroamericano en calidad de asilado expiró anoche, tras haber sido prorrogado el pasado lunes por tres días más, según anunció la Cancillería panameña pocos minutos antes de la medianoche.
Sin embargo, el fin de ese salvoconducto «no afecta el reconocimiento del asilo diplomático» que le concedieron al exmandatario panameño, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá.
•Comunicado• Vencimiento del Salvoconducto Otorgado al Ex Presidente Ricardo Martinelli y la Vigencia de su Asilo Diplomático. pic.twitter.com/zv8cSlkvSH
— Cancillería de Panamá (@CancilleriaPma) April 4, 2025
Martinelli continuará así en la embajada nicaragüense, donde solicitó asilo hace más de un año por considerarse un perseguido político tras recibir una condena de más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales.
Una supuesta «trampa» a Martinelli en Panamá
Cuando todos daban por hecho el pasado lunes que el expresidente abandonaría la embajada, el viaje de Martinelli se canceló in extremis por parte del Gobierno nicaragüense al exigir que se aclarase una posible alerta roja de Interpol contra él, que las autoridades panameñas aluden que no existía por improcedente.
Desde es día, Nicaragua no se ha vuelto a pronunciar sobre el expresidente, y la Cancillería panameña tomó entonces la decisión de no prorrogar más el salvoconducto.
En esa última pronunciación de Managua, la copresidenta Rosario Murillo sacó a relucir varias cuestiones: que la situación era una «trampa» contra del expresidente panameño, también recriminó a Panamá la falta de apoyo en el órgano de integración regional SICA y acusó a Mulino de «difamar» a la Administración nicaragüense.
Mi humilde opinion y mil gracias al hermano pueblo de Nicaragua . Sigo asilado politicamente esperando que algun dia haya justicia en Panamá @somosrmpa pic.twitter.com/rTLtpA2qVt
— Ricardo Martinelli (@rmartinelli) April 4, 2025
Esa misma idea de que se estaba tendiendo una trampa contra el expresidente panameño la repitió Martinelli en un mensaje subido a sus redes sociales en la madrugada de hoy: «Era una vil trampa, la que me estaban tratando de hacer».
«Por un lado me estaban dado una supuesta salida y por otra me querían joder inventándome una serie de cosas. Con esta gente no se puede confiar (…) lo que querían hacer era matarme», dijo Martinelli en un vídeo, acompañado de un breve texto agradeciendo a Nicaragua por el asilo, y «esperando que algún día se haga justicia en Panamá».
Una semana de incertidumbre
Martinelli ya dijo la semana pasada que el otorgamiento del salvoconducto le había tomado por sorpresa e, inclusive, estuvo horas deliberando con su equipo legal si aceptarlo o no.
Desde que el jueves 27 de marzo el Gobierno panameño otorgó el salvoconducto a Martinelli, hasta ayer que el documento expiró sin una nueva prórroga, en el país ha reinado un clima de incertidumbre alrededor de la situación del expresidente panameño.
Darle el salvoconducto fue una «sorpresa», con aparentes prisas dentro del Gobierno anunciándolo en una conferencia de prensa convocada a última hora. Y luego el fin de semana pasado la supuesta alerta de la Interpol, anunciada por la Policía, complicó las comunicaciones de la posible salida al no especificar el estado de la misma.
Luego se produjo la inesperada cancelación del viaje el lunes a Nicaragua y el reproche de Managua a Panamá por no respaldar a su candidato en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), esto último catalogado por analistas como un posible chantaje, añadiendo más confusión a la situación.
Así, tras una semana de tensiones e incertidumbre, el magnate de los supermercados seguirá refugiado por ahora dentro de la Embajada nicaragüense, donde lleva recluido desde hace más de 450 días.