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Los seis grandes países europeos debaten en Madrid el uso de los fondos congelados a Rusia para ayudar a Ucrania

España ha defendido ante sus socios que se utilicen los fondos soberanos rusos congelados en bancos europeos, por valor de unos 210.000 millones de euros, para financiar la ayuda a Ucrania. Así lo ha manifestado el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, al inicio de la reunión que celebran en Madrid los ministros de Asuntos Exteriores del llamado G5+ (Alemania, Francia, Reino Unido, España, Polonia e Italia). Albares ha subrayado que en algún momento Rusia tendrá que hacer frente al pago de reparaciones de guerra por su agresión a Ucrania y que esos fondos ahora congelados pueden servir como “anticipo” de la factura final, por lo que es “más que legítimo” hacer uso de los mismos para garantizar a Kiev una ayuda económica “predecible y a largo plazo”.

El jefe de la diplomacia española ha reconocido que este asunto ha sido ya debatido por los socios europeos sin haber logrado hasta ahora un acuerdo, pero ha añadido que muchos países comparten la posición española. Hasta ahora se han empleado los intereses generados por estos fondos (entre 2.500 y 3.500 millones anuales) para ayudar a Kiev, pero no se ha decidido dar el paso de disponer del principal, pasando de su congelación a su incautación, por las implicaciones legales que podría tener una medida de este tipo.

El ministro de Exteriores ha recibido en el Palacio de Viana, la sede más noble del departamento, a sus homólogos de Reino Unido, David Lammy; Francia, Jean-Nöel Barrot; y Polonia, Radosław Sikorski, así como a la Alta Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Kaja Kallas, y al comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilus. Por parte italiana ha acudido la secretaria de Estado, Maria Tripodi, mientras que la ministra alemana, Annalena Baerbock, y el ucranio, Andrii Sybiha, han intervenido telemáticamente.

Albares ha asegurado que la reunión de Madrid demuestra que la voz de Europa “está presente” en el debate sobre el futuro de Ucrania, a pesar de que Estados Unidos la ha dejado al margen de la negociación a tres bandas que se desarrolla en Arabia Saudí, y ha advertido de que no será aceptable un acuerdo de paz que no tenga a ucranios y europeos, en cuyo territorio se libra la guerra.

Los ministros de Exteriores reunidos en Madrid han acusado al presidente ruso, Vladímir Putin, de utilizar “tácticas dilatorias”, en palabras de Albares, para no aplicar el alto el fuego propuesto por Washington y aceptado por el ucranio Volodímir Zelenski. “Rusia está jugando y no quiere realmente la paz”, ha denunciado por su parte Kallas, quien ha pedido a Estados Unidos que incremente la presión sobre Putin para que se avenga a un cese inmediato de las hostilidades. “Lo que necesitamos es que Rusia acepte este alto el fuego, que muestre buena voluntad devolviendo a los niños ucranios y liberando a los prisioneros de guerra”, ha dicho.

El francés Barrot ha reclamado a Moscú una “respuesta clara” sobre la propuesta de alto el fuego, “un sí o no”, según sus palabras; mientras que el británico Lammy ha señalado que, para que haya una paz duradera, es preciso que “que Putin admita un alto el fuego sin condiciones ahora”. El secretario del Foreign Office ha puesto el acento en la necesidad de que Europa incremente su gasto militar y ha reiterado el compromiso de Londres de llegar al 2,5% del producto interior bruto (PIB) en 2027; mientras que el polaco Sikorski se ha mostrado comprensivo con el hecho de que España esté a la cola en este capítulo, alegando que “cuanto más cerca estás de Rusia, más gastas en defensa”. También ha subrayado que Putin no puede dictar qué tropas hay sobre el terreno en Ucrania, en alusión al despliegue de una futura fuerza europea para garantizar el cumplimiento de un hipotético acuerdo de paz.

Esta es la cuarta reunión que celebra el G5+, tras las que tuvieron lugar en Varsovia (en noviembre pasado), Berlín (diciembre) y París (febrero). Este foro nació como una versión ampliada del Grupo de Weimar (integrado por Francia, Alemania y Polonia) con el objetivo de asegurar la continuidad del apoyo occidental a Ucrania ante el giro en la posición de Washington que supuso la victoria electoral de Donald Trump.

Antes de la reunión, Albares ha mantenido un encuentro bilateral con Kallas, mientras que el comisario Kubilus ha sido recibido por la ministra de Defensa, Margarita Robles. Estos dos últimos han coincidido en la necesidad de que Europa apueste por las nuevas tecnologías y los llamados “capacitadores estratégicos” (como la Inteligencia Artificial o la ciberseguridad) y en “la importancia de no recargar a la industria [militar] con regulaciones excesivas”, según un comunicado del departamento de Defensa.