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Los presidentes de Ruanda y la RDC abordan el conflicto del este congoleño en Catar

Kigali/Kinsasa (EFE).- Los presidentes de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, y Ruanda, Paul Kagame, se reunieron este martes en Catar, donde abordaron, según informaron los gobiernos de los tres países, el conflicto en el este congoleño del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que cuenta con apoyo ruandés.

«Los jefes de Estado reafirmaron el compromiso de todas las partes con un alto el fuego inmediato e incondicional», destacaron en un comunicado conjunto tras el encuentro en Doha, en el que actuó como mediador el emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani.

El encuentro se produjo el mismo día en el que debía empezar en Angola, país que actúa también como mediador, un diálogo de paz directo entre las partes, que finalmente no tuvo lugar después de que el M23 cancelara su participación tras la imposición de sanciones contra algunos de sus líderes por parte de la Unión Europea (UE).

«A continuación, los jefes de Estado convinieron en la necesidad de proseguir las conversaciones iniciadas en Doha con el fin de establecer bases sólidas para una paz duradera», añadió el comunicado.

Kagame y Tshisekedi debían haberse encontrado en una cumbre de paz convocada para el pasado 15 de diciembre, después de que un acuerdo de alto el fuego firmado en Luanda el 30 de julio anterior y que entró en vigor el 4 de agosto se viera interrumpido por la reanudación de los combates.

Esa cumbre, sin embargo, fue suspendida por un disenso sobre la posible participación del M23 en las negociaciones: Ruanda quería incluir a los rebeldes, a lo que se opuso la RDC.

Personas llevan sus pertenencias mientras huyen de los combates entre los rebeldes del M23 y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC). EFE/EPA/MICHEL LUNANGA/ Archivo

Conversaciones

Las conversaciones organizadas por Lourenço para este 18 de marzo no eran, pues, la primera vez que el mediador convocaba a las partes implicadas para resolver el conflicto, pero sí la primera en que el Gobierno congoleño accedía a reunirse directamente con el M23.

Sin embargo, el Ministerio angoleño de Relaciones Exteriores confirmó a última hora del martes que el diálogo no se había podido producir «por razones y circunstancias de fuerza mayor», después de que los rebeldes cancelaran su intervención por las medidas restrictivas anunciadas por la UE el lunes.

La Alianza Río Congo (AFC, en francés), que incluye al M23, «expresa su profundo pesar por el hecho de que determinadas instituciones internacionales estén trabajando deliberadamente para sabotear los esfuerzos de paz (…) y para hacer imposibles las conversaciones tan esperadas», señaló el grupo en un comunicado.

El M23, que cuenta con apoyo de Ruanda -según la ONU y países como EE.UU., Alemania y Francia-, controla las capitales de las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamentales para la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.

Más de 850.000 desplazados

Desde que el conflicto se intensificó en enero, más de 850.000 personas han sido desplazadas solo en Kivu del Sur, según el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).

Además, los enfrentamientos que estallaron en la capital de Kivu del Norte, Goma, y sus alrededores dejaron más de 8.500 muertos, según detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.

En esa provincia se reanudó la actividad armada del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño.

Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).