El Partido Laborista de Australia, liderado por el actual primer ministro, Anthony Albanese, ha ganado este sábado, con mayoría absoluta, las elecciones generales en el país oceánico, mientras que la oposición conservadora ha sufrido un fuerte varapalo en unos comicios marcados por la futura relación con la Administración estadounidense de Donald Trump.
“Los australianos han elegido un Gobierno laborista mayoritario”, ha declarado eufórico y emocionado Albanese en su discurso triunfal desde Marrickville, en la periferia de Sídney, uno de los feudos de su partido, cuando el escrutinio no llegaba ni al 50%.
Con el 66% del voto contabilizado, el Partido Laborista ya se ha asegurado 83 escaños (siete más de los necesarios para la mayoría absoluta), mientras que la coalición conservadora Liberal-Nacional suma 23 de una Cámara de Representantes de 150 diputados. El propio líder de la coalición conservadora, el veterano político Peter Dutton, ha perdido su escaño en la circunscripción de Dickson, en el Estado de Queensland, que ocupaba desde 2001.
La rotunda victoria de los laboristas no fue pronosticada por los sondeos, que a finales de marzo daban un empate con los conservadores y en las últimas semanas otorgaban una mayoría al partido de Albanese pero lejana a la absoluta.
Albanese, de 62 años, ha sido el primer líder laborista en ser reelegido en Australia (26 millones de habitantes) desde 2004. El mandatario prometió durante la campaña electoral una reducción del precio de la electricidad, una bajada de impuestos y medidas para facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda. Otro de los factores que dominó la campaña y los últimos meses de su Gobierno fue la guerra comercial desatada por Trump.
Talante negociador
El primer ministro, con un reconocido talante negociador, se comprometió a viajar a Estados Unidos como primer destino extranjero si lograba retener el poder, con el objetivo de negociar los aranceles impuestos por el presidente estadounidense (un 10% a todos los productos y un 25% al acero y el aluminio). A diferencia de Dutton, el líder laborista criticó duramente “las medidas inamistosas” de Trump, aunque aseguró que no tomaría represalias para evitar un impacto mayor en la calidad de vida de los australianos.
La alargada sombra de Trump ha estado siempre presente en la campaña electoral de Dutton. La estrategia del opositor, con numerosos guiños que emulaban las políticas del presidente estadounidense, le permitió liderar con ventaja las encuestas hasta finales de 2024. Pero la impredecible política arancelaria de Washington tras la llegada de Trump a la Casa Blanca y algunos “errores” reconocidos durante las últimas semanas han lastrado las posibilidades del líder conservador.
El portavoz liberal, el senador James Paterson, ha defendido la campaña de la coalición conservadora y ha asegurado que esta se ha visto gravemente afectada por “el factor Trump”. “Fue devastador para los conservadores en [las elecciones del pasado lunes en] Canadá, y es evidente que ha sido determinante aquí”, ha declarado Paterson a la televisión pública.
El secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, ha felicitado este sábado a Albanese por el resultado electoral y ha afirmado que Washington confía en estrechar los lazos con el país austral. “Estados Unidos espera profundizar su relación con Australia para avanzar en nuestros intereses comunes y promover la libertad y la estabilidad en el Indo-Pacífico y en todo el mundo”, ha afirmado Rubio en un comunicado.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también ha felicitado al Partido Laborista y al primer ministro australiano, a la par que ha llamado a “profundizar” en las relaciones bilaterales. “Enhorabuena a Anthony Albanese y a su partido por su victoria en las elecciones federales australianas. Europeos y australianos no solo somos amigos: somos compañeros”, ha publicado la presidenta comunitaria en redes sociales.
Von der Leyen también ha aprovechado para lanzar un mensaje en favor del libre comercio entre Australia y la UE: “Aprovechemos este momento de estabilidad para profundizar en nuestra cooperación. Juntos, podemos ampliar el comercio, la inversión y trabajar para promover nuestros valores democráticos compartidos y un Indo-Pacífico libre y abierto”. El tratado de libre comercio entre ambos socios se estancó a finales de 2023 debido a la polémica en torno a las denominaciones de origen de algunos productos y el ingreso de bienes agrícolas australianos al mercado europeo.