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Los Amodio se reforzarán en OHLA tras el choque con el grupo de inversores de José Elías

Los primeros accionistas del grupo cotizado OHLA, los mexicanos Luis y Mauricio Amodio, buscan blindarse al frente de la que es una de las principales constructoras del país en medio de una sonora guerra con el bloque de inversores españoles que lidera el empresario José Elías. Los Amodio han promovido una nueva ampliación de capital y pretenden mantener su participación por encima del 20%, pese a que tengan que gastar más munición en ese empeño. Fuentes cercanas a la compañía aseguran que han trasladado al consejo de administración su intención de cubrir, en proporción a su actual paquete accionarial del 21,6%, el aumento de capital previsto, una vez más, para estabilizar la caja. OHLA viene de sufrir un golpe de 40 millones de euros el pasado 21 de marzo en el Tribunal de Apelaciones de París.

La justicia desbloqueó la ejecución de avales, por parte del Estado de Kuwait, relacionados con la construcción de la carretera Jamal Abdul Nasser Street, proyecto que OHLA puso en operación en septiembre de 2021. La recapitalización para tapar ese agujero económico de 40 millones ha sido limitada, por el momento, en 50 millones de euros. Al consejero delegado de OHLA, Tomás Ruiz, se le ordenó el jueves concretar las condiciones de este balón de oxígeno, garantizándose a todos los accionistas el derecho de suscripción preferente de la ampliación.

Luis y Mauricio Amodio abanderaban esta solución enfrentándose al grupo de inversores españoles. El asunto iba a discutirse en la reunión del consejo del jueves, pero previamente y por sorpresa presentaron su dimisión como consejeros los cuatro empresarios que entraron en diciembre en la compañía al acudir a la anterior ampliación por 150 millones: José Elías (10,07% del capital), José Eulalio Poza (con un 3,36% y representado en el consejo por Carmen Vicario), Josep María Echarri (2,35%) y Antonio Almansa (1,01%). Estos accionistas, con un total del 18% del capital, abandonaron el órgano de decisión comunicando su protesta contra la gestión financiera, las previsiones de caja y la actuación de los órganos internos de control.

También pusieron de manifiesto dificultades para acceder a información crítica de la empresa y cerraron su breve etapa en el consejo de OHLA con una queja que no es baladí: “No se dan las condiciones necesarias para continuar ejerciendo la función [de consejero] con la responsabilidad que el cargo requiere”, relató en su carta de dimisión José Elías, figura emergente del empresariado español como propietario de Audax Renovables y La Sirena. De igual modo se manifestaron los otros tres consejeros dimitidos. Fuentes jurídicas explican que se desligan del consejo dejando abierta la puerta a acciones contra una gestión de la que se desentienden.

El aumento de capital irá a la junta de accionistas del 2 de junio, en lugar del bono convertible que defendían los inversores beligerantes y que amenazaba con diluir a los minoritarios. El día de la junta, si no antes, se espera un nuevo capítulo en esta contienda entre propietarios. Se da por descontado que el mexicano Andrés Holzer, tercer accionista con el 8,4% del capital, respalda la gestión del presidente Luis Amodio y del consejero delegado, el también mexicano Tomás Ruiz.

La tormenta en el consejo de OHLA, también en la alta dirección con el relevo del director financiero, José María Sagardoy, ha hecho tambalearse a la acción, que perdió un 12,2% el jueves y volvió a dejarse un 7,53% en la sesión bursátil del viernes. La cotización concluyó la semana en los 0,34 euros, su nivel más bajo en lo que va de año.

El plan mexicano

Por el mercado corría la idea de que el primer accionista quería eludir el bono convertible para no tener que realizar nuevas aportaciones al grupo constructor. El catalán José Elías, por su parte, había propuesto ese instrumento de deuda para solucionar el problema en Kuwait y que solo invirtiera el núcleo duro de partícipes, lo que le reforzaría frente a los Amodio en el caso de que estos no entraran. Finalmente, los mexicanos han conseguido que la recapitalización vaya a dirigirse al 100% del capital, lo que aligera la parte que tienen que asumir para no diluirse, y se disponen a comprar nuevas acciones por un máximo de 10,8 millones de euros (en función de su participación). Luis y Mauricio Amodio suman más de 100 millones en inyecciones a OHLA en los últimos cinco años.

En cuanto al órgano de decisión, se espera que la compañía recomponga el consejo con algún independiente más antes de la reunión de accionistas y una vez que se han registrado las cuatro dimisiones de los accionistas beligerantes. Además, la independiente Ximena Caraza Campos (directora general de Fundación Casa de México en España) ha pasado a tener la consideración de consejera dominical a propuesta de Forjar Capital, instrumental de Luis Amodio. El órgano ha quedado compuesto por los dos hermanos Amodio y Ximena Caraza como dominicales; Andrés Holzer en defensa de su propia inversión; el consejero delegado Tomás Ruiz, y los independientes Reyes Calderón y Francisco García. Refuerzo para los Amodio tras la desaparición de José Elías y los suyos.

En el intercambio de golpes entre accionistas, el frente de Elías ha llegado a pedir la destitución del consejero delegado Tomás Ruiz por el el supuesto mal uso de la tarjeta corporativa de crédito. La Comisión de Auditoría y Cumplimiento, por su parte, amonestó gravemente a Antonio Almasa, cercano a Elías, “como consecuencia de las operaciones de valores de la sociedad notificadas por el señor Almansa el 18 de marzo de 2025, mientras estaba en vigor el periodo de blackout [bloqueo para realizar operaciones] de 30 días naturales anterior a la formulación de las cuentas anuales relativas al ejercicio 2024″, explicó ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) José María del Cuvillo, secretario del consejo de OHLA.

Además de la refriega por el bono convertible finalmente frustrado, la compañía tiene denunciado a Almansa ante el regulador bursátil por la venta de cinco millones de títulos, de los 12 millones que poseía, tres meses después de su entrada en el capital y en el consejo: la desinversión se registró entre 0,52 y 0,50 euros por título, mientas que la compra del paquete del 1,01%, por un total de 2,91 millones de euros, se produjo a los 0,25 euros por acción que marcó la ampliación de capital completada el pasado mes de febrero.

Las operaciones de Almansa se produjeron apenas unos días antes de que OHLA sufriera el golpe en París de la ejecución de los avales por la obra en Kuwait, lo que ocasionó un derrumbe en Bolsa de la compañía. Desde OHLA se sostiene que Antonio Almansa, dueño de la promotora de parques solares Coenersol, utilizó información privilegiada como consejero para vender parte de su participación (lo que en argot bursátil se conoce como insider trading). El inversor trató de contrarrestar ese argumento con su dimisión del consejo y aduciendo que su marcha está motivada, entre otras cosas, por “la implementación de medidas que limitan la capacidad de acceso adecuado a información relevante de la sociedad”.