El Barcelona no solo celebró este domingo en Montjuïc la victoria frente al Girona (4-1), los tres puntos que le mantienen líder de la Liga y la racha de 20 partidos sin perder. Con los cuatro tantos anotados, el equipo azulgrana hizo historia al convertirse en el primero en la Liga en alcanzar los 139 goles en 45 partidos en todas las competiciones, según Opta. Y en el epicentro del hito, el emperador del gol: Robert Lewandowski. El delantero polaco, con su doblete, se consolidó como el pichichi con 25 goles —tres más que Mbappé—, la mayor cifra en 28 encuentros desde los 29 tantos de Leo Messi hace seis años ya. Además, se mantiene en la pugna por la Bota de Oro —galardón que recibió de manera consecutiva en 2021 y 2022—, situándose a solo dos dianas del líder, Mohamed Salah. La memoria del gol sigue intacta en el polaco.
Conscientes sus compañeros de que no es el jugador que más corre, valoran su capacidad goleadora. “Lewandowski es Lewandowski. Es increíble los goles que lleva”, aseguran desde la plantilla. Flick lo calificó como “especial”, y ante el Girona le exigió más. Este domingo el polaco parecía ausente. “Te necesitamos”, le dijo Flick en el descanso; “tienes que marcar dos goles”. Y lo hizo. Rescató al equipo con el 2-1 en un remate acrobático que pasó entre las piernas de Gazzaniga, y minutos después puso el 3-1 en un contraataque. Pero quiso más. Pedía balones a Lamine Yamal, que lo intentó él solo en diversas ocasiones, y a Balde. “Estaba solo”, captaron las cámaras que le decía el polaco al lateral al final del partido.
Y eso que el año pasado estaba en el centro de las dudas. Sobre todo para Xavi Hernández, quien pidió su cabeza para continuar al frente del banquillo, opción que Joan Laporta descartó. “Tened cuidado con quién metéis en el vestuario”, aconsejó Xavi a otros entrenadores. Con la llegada de Hansi Flick —comparte representante, Pini Zahavi, con Robert—, el polaco vivió la misma revitalización que algunos de sus compañeros. El técnico alemán habló con él al inicio de la temporada para conocer su situación, papel y proceso en el que se encontraba. “¿Si es el mejor Lewandowski? Yo lo conozco así, no conozco a otro Robert”, aseguró Flick tras la segunda jornada de Liga. También limó sus asperezas con Lamine Yamal —se hizo viral en noviembre de 2023 un vídeo en el que el delantero polaco se enfadaba con el joven y se negaba a darle la mano durante un partido— y despertó. “Al comienzo de mi estancia aquí necesitaba comprender a la nueva generación: su forma de pensar, y todo”, explicó Lewandowski a The Athletic.
Empezó la temporada de manera arrolladora, pero se apagó a finales de año: pasó de marcar 14 goles en las primeras 11 jornadas, a tan solo dos en las ocho últimas de 2024. La caída de su rendimiento coincidió con la mala racha del equipo, que se alargó hasta diciembre: tan solo una victoria en ocho partidos. Esa crisis empezó con la derrota contra la Real Sociedad, partido en el que Lewandowski no remató, y terminó contra el Atlético de Madrid. “Me ha faltado tranquilidad en el área y confianza en mí mismo”, confesó después del partido contra los colchoneros.
Entonces llegaron las vacaciones. “La Navidad en casa fue lo mejor para pensar qué estuvo mal y qué podíamos hacer mejor”, aseguró ya en enero tras levantar la Supercopa. Aquella confianza que le faltaba se la dio Hansi Flick, que bien le conocía de su etapa del Bayern, la histórica del sextete del curso 2019-20, y también la mejor época goleadora, con 55 goles en 47 partidos, su mejor registro hasta ahora. “Para todos los jugadores es muy importante tener confianza, que el entrenador crea en él, y también transmitir que crea en sí mismo”, explicó Flick después del partido contra el Girona.
A sus 36 años, Lewandowski desafía al tiempo. “La gente habla mucho de mi edad. He estado trabajando para poder jugar más años en la élite. Mis números no han cambiado tanto”, aseguró. Sobre el recuento goleador está en lo cierto. Ya superó su mejor temporada en el club —la primera, la de 2022-23, con 33 goles en 46 partidos— y ahora sigue en el camino de superar la mejor de su carrera en el Bayern. Su media goleadora (0,9) sigue en ascenso, y ha marcado nueve tantos en los últimos 10 partidos ligueros. “Sé que quiere ganar el pichichi, pero lo primero es el equipo. Él también lo cree, y se enfoca en ayudar a los compañeros”, aseguró Flick. Lewandowski es el termómetro del gol en el equipo. Cuando se apaga, el equipo sufre. Cuando aparece, empuja al Barcelona.