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Las voces separatistas aumentan en el oeste de Canadá mientras se acallan en Quebec

Las voces separatistas aumentan en el oeste de Canadá mientras se acallan en Quebec

Por Julio César Rivas | 

Toronto (Canadá), (EFE).- Donald Trump ha conseguido que muchos soberanistas quebequeses vayan a votar en las elecciones canadienses del 28 de abril al federalista Partido Liberal del primer ministro Mark Carney. Pero ahora, es en la provincia de Alberta donde más se habla de independencia del resto de Canadá.

A poco más de una semana de las elecciones del 28 de abril, consideradas como las más transcendentales del país en décadas, las encuestas son claras: Carney y los liberales ganarán con comodidad y conseguirán una amplia mayoría absoluta a pesar de que a principios de año, el opositor Partido Conservador (PC) tenía una ventaja de 25 puntos en los sondeos.

En Quebec, donde los liberales consiguieron alrededor del 33 % de los votos en las dos últimas elecciones (2019 y 2021) ahora cuentan con una intención de voto del 48 %, 23 puntos más que el soberanista Bloque Quebequés (BQ). 

Gran parte del apoyo ganado por el Partido Liberal en la provincia francófona proviene de votantes soberanistas que consideran más importante defender a Canadá de las amenazas de Donald Trump que hablar de independencia.

Esta vez, la mayoría de las voces que hablan de independencia provienen de las provincias de Alberta, centro del poderoso sector petrolero de Canadá, y en menor medida de Saskatchewan, ambas en el oeste del país.

Los sondeos

Una encuesta de principios de abril reveló que tres de cada 10 personas en esas dos provincias estarían dispuestos a separarse de Canadá si el Partido Liberal de Mark Carney gana las elecciones generales.

La encuesta se realizó después de que el político Preston Manning, antiguo líder del Partido Reformista de Canadá que ha evolucionado en el actual Partido Conservador que dirige Pierre Poilievre, escribiese un artículo de opinión en el periódico más prestigioso del país, The Globe and Mail, con un provocador titular: «Mark Carney supone una amenaza a la unidad nacional».

Fotografía de archivo del primer ministro de Canadá, Mark Carney. EFE/EPA/Kamara morozuk

Manning señaló que mientras que la opción separatista está de capa caída en Quebec, en Alberta está al alza por las políticas liberales.

La jefa de Gobierno de Alberta, Danielle Smith, también ha cuestionado en ocasiones la unidad de Canadá si Ottawa no presta más atención a Alberta.

Grace Skogstad, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Toronto pero que obtuvo su licenciatura en la Universidad de Alberta y es una de las expertas del país en el federalismo canadiense, puso en contexto la posición de Manning en una entrevista con EFE.

«Históricamente, Alberta siente que no ha recibido el respeto que se merece. Pero en esencia lo que estamos contemplando es lo que llamaría un especie de resentimiento económico. Mientras que en Quebec es un nacionalismo étnico, en Alberta es económico», explicó.

«Es cierto que los sentimientos de alienación son más fuertes en esa provincia que en cualquier otra, incluida Quebec en este momento”, añadió. 

EE.UU. y Canadá

Ese resentimiento, que muchos colocan en las políticas energéticas del primer ministro Pierre Trudeau (padre de Justin Trudeau) en la década de los 80 del siglo XX, es tan fuerte que las principales voces, por no decir las únicas, en favor de la hipotética anexión de EE.UU. han salido de Alberta.

Canadá elecciones
Fotografía de archivo del líder del Partido Conservador de Canadá, Pierre Poilievre. EFE/EPA/Spencer Colby

Lewis Krashinsky, doctor en ciencia política e investigador posdoctoral en la Universidad de Toronto, confirmó el resentimiento «genuino» de Alberta hacia el Gobierno federal especialmente desde el Programa Nacional de Energía de los años 80.

Skogstad y Krashinsky están de acuerdo que en estos momentos un referendo de separación en Alberta es bastante improbable y que las voces que abogan por la independencia o una unión con EE.UU. son minoritarias.

Krashinsky añadió que aunque cultural y políticamente Alberta tiene una visión más individualista y conservadora que el resto de Canadá, y que en algunos aspectos se parece a la de estados como Texas, «más allá de los comentarios de Manning, es un momento único en la historia de Canadá, en el que la identidad nacional y el sentimiento de pertenencia a Canadá están en su momento más alto».

«El sentimiento de alienación regional en Alberta ha sido un problema desde hace tiempo. En un país federalista la cuestión es manejar los intereses e identidades regionales. Es algo con lo que tanto Canadá como España a veces han tenido problemas. Cómo avanzar como país al mismo tiempo que se reconocen la diferencias individuales», explicó.

Skogstad apuntó un elemento más que el separatismo quebequés ha tenido en momentos clave y que Alberta carece: «No veo ningún líder ahí. No creo que Danielle Smith es el tipo de líder que pudiese gavalnizar un movimiento nacionalista».