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Las torrijas y monas exhiben creatividad por Pascua pese a los precios de huevos y cacao

Madrid (EFE).- La subida del precio de los huevos o del cacao no ha puesto freno a la creatividad de los pasteleros artesanos de Madrid y Barcelona, que esta Semana Santa reinventan sus colecciones de torrijas, monas, huevos y figuras de chocolate, en una temporada en la que las reservas y compras están siendo buenas.

En la Comunidad de Madrid, la asociación de pasteleros artesanos Asempas estima unas ventas de siete millones de torrijas durante la Cuaresma y el Gremi de Pastisseria de Barcelona de 900.000 monas de pastel y de figura de chocolate en toda Cataluña, sobre todo, para su consumo el Lunes de Pascua.

Las referencias de las primeras torrijas y de las tradicionales monas de pastel, en las que se insertan huevos duros, datan de hace siglos. «En el caso de la mona, todo empezó con la religión, pero ahora es sobre todo una tradición que ha ido creciendo año tras año», ha comentado Miquel Zaguirre, presidente del gremio barcelonés.

Monas de bizcocho, yema y figuras de chocolate

La centenaria mona de bizcocho denominada Cristina, que aún se elabora en obradores como el de la Pastelería Triomf, de Gisela Bellart, ha dado el testigo a un sin fin de huevos, creaciones y montajes de chocolate que visten los escaparates de la ciudad condal para el deleite de residentes y turistas.

«La Cristina se está perdiendo, pero cada año vendemos más pastel de yema y, sobre todo, figuras de chocolate», ha apuntado Bellart, quien ha afirmado que, «aunque el chocolate está por las nubes, el cliente está informado y es consciente de ello, y no renuncia a la calidad de un obsequio que tradicionalmente regalan los padrinos a sus ahijados por Pascua».

Zaguirre ha añadido que la Cristina o el pastel Sara -una mona que lleva crema de mantequilla y almendra en su cobertura- se disputa las reservas del lunes de Pascua con figuras de «personajes de actualidad», como los jugadores y las jugadoras del Barcelona, los animales, los dibujos animados y los huevos de chocolate.

El fundador y pastelero de Black Cake, Guillermo Martínez, ha reinterpretado este año el emblemático pastel de Pascua con forma de tarta de queso y dos texturas de chocolate. Su percepción es que el nivel de reservas para el Día de la Mona (este año es el 21 de abril) ha aumentado.

Vallflorida Xocolaters, según su pastelero, Lluís Costa, «elabora cada pieza durante más de tres horas y media como una pequeña obra de arte». Su oferta estrella esta campaña son las monas de Peppa Pig, del lobo y los tres cerditos y una versión de autor del tradicional conejito.

Torrijas innovadoras desde comienzos de marzo

Cuando la memoria deja atrás las copiosas reuniones navideñas, las torrijas asoman ya en las pastelerías madrileñas mucho antes del inicio de la Semana Santa. Los obradores artesanales las elaboran desde hace semanas, al igual que los supermercados adelantan la oferta de barras de pan especiales para su elaboración casera.

El presidente de Asempas, Jonatan Yagüe, ha confirmado que se «están haciendo muchísimas torrijas en los obradores, ya que es el producto estrella de Semana Santa, junto a los pestiños, los bartolillos, rosquillas fritas y los huevos de Pascua, que tanto gustan a los niños».

Ha destacado que la más popular es la torrija de leche, a la que «cada establecimiento le da una vuelta cada año para sorprender al público» para diferenciarse, y que el sector, «que lo está pasando un poco mal por la subida del precio del huevo», está a pesar de todo satisfecho por el buen ritmo de las ventas.

En una demostración en directo organizada esta semana por Asempas, el pastelero David Cristóbal, de Formentor, elaboró mini torrijas con coberturas de tarta de limón, tarta de queso, chocolate, crema catalana y la tradicional con hilo de naranja confitada.

En el mismo evento, Francisco Somoza, de Viena Capellanes, confeccionó una con pan brioche de doble fermentación y aromatizado con canela que caló con una crema inglesa de chocolate, acompañada de una compota de naranja.

El maestro José Fernández, de Pastelería Nunos, ha dedicado este año su colección de autor a torrijas hechas con diferentes clases de cerveza y coberturas. Ha comentado que la demanda, desde que comenzó a venderlas a mediados de febrero, ha sido muy alta, «quizá por la lluvia, que invita a quedarse en casa».