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Las «nuevas voces» de la poesía gallega se reúnen una década después para hacer balance

José Carlos Rodríguez I

Santiago de Compostela (EFE).- Los poetas Berta Dávila, Ismael Ramos y Lara Dopazo representan la ‘Xeración dos Neos’, término acuñado por el periodista Antón Lopo hace diez años para referirse a esa generación de «nuevas voces» de la poesía gallega que, con motivo del Día de la Poesía, se han reunido para hablar de «lo que les une y lo que les separa» en un contexto literario «cambiante».

En el marco del festival ‘Alguén que respira!’, los tres poetas han celebrado un encuentro en el Teatro Principal para hablar de esa generación de escritores a la que también pertenecen Xabier Xil Xardón, Oriana Méndez, Gonzalo Hermo, Xesús Castro, Fran Cortegoso y Alicia Fernández y que la profesora, filóloga y ensayista gallega Chus Nogueira reunió en el libro ‘Antoloxía da poesía galega próxima’.

Se trata de voces nacidas «al final de la larga transición democrática, que compartieron los estudios universitarios y los primeros signos de precariedad, que construyeron su trabajo en torno a redes, publicaciones alternativas y premios literarios» y que, tal y como ha expresado Antón Lopo durante el encuentro «recogieron las ambiciones formales anteriores en un amplio catálogo de tendencias, experimentación y formas».

Lopo ha explicado que tanto Dávila como Ramos y Dopazo tienen en común la pertenencia a un grupo que «rompe con lo establecido anteriormente», que «no solo publica poesía, sino también narrativa» y que busca «caminos distintos» a la tradicional dedicación a la enseñanza, muy común entre generaciones de escritores anteriores.

Esa generación, que marcó «el panorama poético gallego de la última década» tuvo su eclosión hace diez años, en un momento en el que nacieron editoriales como Apiario o Chan de Pólvora y en el que Gonzalo Hermo conseguía el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández 2015 con su obra ‘Celebración’.

También en aquel momento, Ramos -Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández 2022- publicaba su primer poemario, ‘Os fillos da fame’, Dávila publicaba su libro de poemas ‘Raíz da fenda’ y Dopazo hacía lo suyo con ‘Os lobos na casa de Esaú’.

«Caldo de cultivo»

«En aquella época había un tejido muy fuerte, con premios literarios para adolescentes, donde todos nos encontrábamos y donde formamos una piña», ha explicado Ramos, que considera que esa generación había realizado «un trabajo previo» que se convirtió en «un caldo de cultivo tremendo» en un momento en el que el sistema literario gallego estaba «muy debilitado».

Ha señalado que fue un proceso «natural», en el que entraron en juego «muchos agentes» que pusieron «el foco» en ellos.

«La eclosión alrededor de esos años fue lo que me llevó a escribir poesía», ha expresado a su vez Dávila, que lejos de considerar la poesía un género iniciático, sí que ve que su generación en Galicia tenía «un particular interés por escribir poemas».

«Horizontalidad del circuito gallego»

«Viene de ese ambiente de recitales, concursos, premios. Eso me llevó a escribir poesía y a dejar de escribirla», ha asegurado la escritora, que ha reconocido sentirse «un poco intrusa» tanto en la poesía como en la narrativa.

También ha aludido a esa «horizontalidad» que se establecía en un circuito literario pequeño como el gallego, en el que todos se conocen y en el que se comparten lecturas, estableciéndose conexiones e influencias tanto entre la misma generación como entre distintas generaciones.

«Es evidente que hay poetas gallegas grandísimas que crearon una escuela, pero esa simple cuestión de estar juntos en un mismo espacio y tiempo hizo que nos agrupáramos», ha declarado.

«Atravesados por la precariedad»

Dopazo también ha apuntado a las condiciones personales, en un grupo que salió al mercado laboral «en plena crisis», que fue atravesado por la precariedad y que pertenece a la ‘Xeración Xabarín’, que les identifica «de una manera muy peculiar con la lengua».

«Hay cosas que nos atraviesan y que nos hacen identificarnos mucho unos con otros porque tenemos vivencias muy semejantes que van más allá de formar parte de un mismo territorio y una misma lengua», ha expresado. EFE