La Unión Europea ha “deplorado” este martes el retorno de la violencia en la Franja de Gaza y los cientos de víctimas civiles, incluidos niños, que ha dejado tras sí la nueva oleada de bombardeos israelíes. Bruselas le pide a Israel “contención” —sin llegar a condenar explícitamente la nueva operación militar del Gobierno de Netanyahu— y, tras reclamar también la liberación de los rehenes aún en manos de Hamás, subraya la necesidad de respetar el derecho humanitario internacional, retomar el alto el fuego y regresar a la mesa de negociaciones como única vía para “romper el ciclo de violencia”.
En una muestra más de lo difícil que le ha resultado a los Veintisiete desde el comienzo del conflicto en Gaza hablar con una sola voz, la reacción de las máximas autoridades de Bruselas se ha hecho esperar y, salvo la del presidente del Consejo Europeo, António Costa, y de la comisaria de Preparación y Gestión de Crisis, Hadja Lahbib, que han enviado sendos mensajes por las redes sociales, se ha limitado a una declaración realizada por un portavoz comunitario, ante una pregunta de la prensa.
Y eso que este mismo martes el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, anunció en X que había hablado directamente con la alta representante para Política Exterior, Kaja Kallas, para informarle de la situación. Según dijo Saar a Kallas, fue Hamás el que rechazó “dos veces” extender el alto el fuego temporal acordado con el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff. En realidad, lo que el grupo palestino ha rechazado no ha sido la extensión del alto el fuego, sino la prórroga de su primera fase, que concluyó el pasado 2 de marzo. De haberse plegado a esa exigencia israelí, Hamás habría tenido que liberar a más rehenes sin garantías de obtener contrapartidas por ello ni de avanzar hacia el fin de la guerra. Desde ese día, Israel se ha negado a negociar la segunda fase del acuerdo del alto el fuego.
“Sin la liberación de nuestros rehenes, a Israel no le quedó más alternativa que reanudar las operaciones militares”, continuó Saar, que le aseguró a Kallas que Israel “solo ataca objetivos terroristas y está haciendo todo lo posible para minimizar las víctimas civiles”, eso sí, sin “transigir” en sus “objetivos de guerra”.
En su declaración, el portavoz comunitario afirmó que la UE “deplora la reanudación de las hostilidades en Gaza y lamenta las informaciones sobre la muerte de civiles, incluidos niños, en los ataques aéreos israelíes”. La UE, agregó, “reitera su llamamiento a Hamás para que libere inmediatamente a todos los rehenes”, mientras que insta también a Israel a que muestre “contención” y a que restablezca el acceso humanitario “sin obstáculos” a Gaza.
En este sentido, recordó que el paso de Rafah sigue “cerrado” e indicó que la misión de la UE en esa área, EUBAM-Rafah, ha comenzado a tomar “medidas de emergencia” para afrontar la situación. Poco antes, en un tono más contundente, la comisaria Lahbib había instado a todas las partes a “respetar el derecho humanitario internacional y a volver a permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza”, un reclamo que lleva días lanzando.
En línea con la posición común de los Veintisiete sobre la necesidad de lograr una solución de dos Estados, el portavoz comunitario también llamó a las dos partes a retomar las negociaciones “como la única forma de lograr una solución”.
“Los palestinos y los israelíes han sufrido bastante. Es hora de romper el ciclo de violencia”, reclamó.
También Costa subrayó la importancia del cese de la violencia e insistió en el respeto del alto el fuego.
“Conmocionado y triste por las noticias procedentes de Gaza y las muchas muertes de civiles tras los ataques aéreos israelíes de la pasada noche”, escribió Costa en X. “La violencia debe parar y se deben respetar los términos del acuerdo de alto el fuego”, continuó, enviando además sendos mensajes tanto a Hamás como al Gobierno israelí: “Todos los rehenes [israelíes] deben ser liberados y se tiene que reanudar de inmediato la ayuda humanitaria”, reiteró.