MADRID 15 Abr. (EUROPA PRESS) –
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha expresado este martes su «preocupación» por los efectos que las operaciones militares israelíes siguen teniendo sobre la población libanesa pese al alto el fuego que entró en vigor en noviembre de 2024, ya que «al menos 71 civiles han muerto» desde entonces y también se han destruido infraestructuras teóricamente ajenas a cualquier conflicto.
Al menos nueve niños figuran entre las víctimas de los bombardeos, ha explicado el portavoz de Naciones Unidas, Thameen al Kheetan, a partir de una «revisión inicial» en la que se recuerda que más de 92.000 personas siguen fuera de sus hogares en Líbano, principalmente en la zona sur del país.
Los ataques también se han extendido en las últimas semanas hasta la capital, Beirut, escenario de dos ataques que, según alegaron las autoridades israelíes, tenían como objetivo a miembros del partido-milicia Hezbolá. Sin embargo, la ONU ha señalado que los misiles, que se cobraron al menos dos vidas civiles, impactaron cerca de varias escuelas y afectaron a edificios de viviendas.
Naciones Unidas ha criticado igualmente el disparo de al menos cinco cohetes, dos morteros y un dron desde Líbano hacia el norte de Israel desde el inicio del alto el fuego, lo que mantiene a «decenas de miles» de ciudadanos israelíes igualmente desplazados en la parte norte.
«La violencia debe terminar inmediatamente», ha reclamado Al Kheetan, en un mensaje dirigido a todas las partes y en el que se reclama respeto del Derecho Internacional. En este sentido, ha señalado que cualquier posible abuso debe ser investigado de manera «rápida, independiente e imparcial», de tal manera que los responsables rindan cuentas ante la Justicia.