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La Misión Multinacional no ha podido ayudar a detener avance de las bandas armadas en Haití

La Misión Multinacional no ha podido ayudar a detener avance de las bandas armadas en Haití

Puerto Príncipe (EFE).- La misión multinacional, que vive momentos difíciles tras la muerte de su segundo integrante esta semana, no ha conseguido resultados tangibles frente a la inseguridad en un Haití cada vez más asfixiado por la violencia de las bandas armadas.

La inseguridad no hace más que aumentar en los últimos días en la región metropolitana de la capital haitiana y en algunas ciudades de provincias, a pesar de las acciones de la Policía Nacional y de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS).

Las autoridades continúan prometiendo una seguridad que nunca llega, lo que hace que la población se impaciente esperando un cambio.

Un hombre protesta este sábado, en Puerto Príncipe (Haití), donde opera una misión multinacional contra las bandas armadas. EFE/ Mentor David Lorens

Los anuncios abundan en cada discurso, mientras que las acciones concretas apenas se hacen sentir en una capital que está al menos en un 85 % bajo el control de bandas armadas.

Las autoridades prefieren trasladar la sede de sus instituciones a espacios que aún no están bajo el control directo de las bandas o alojarse en hoteles situados en las alturas de la capital.

¿Es ineficaz la MSS?

Presente en el terreno desde junio del año pasado, la fuerza multinacional no ha podido hacerse sentir, a pesar de que su personal alcanza unos mil soldados y policías.

Sobre el terreno, las bandas se fortalecen y ganan poder a pesar de las operaciones de la Policía Nacional de Haití (PNH) y de las fuerzas de seguridad extranjeras, la mayoría kenianas.

Un motociclista transita frente a una barricada durante una protesta este sábado, en Puerto Príncipe (Haití), donde opera una misión multinacional contra las bandas armadas. EFE/ Mentor David Lorens
Un motociclista transita frente a una barricada durante una protesta este sábado, en Puerto Príncipe (Haití), donde opera una misión multinacional contra las bandas armadas. EFE/ Mentor David Lorens

Las bandas circulan de zona en zona, incluso, organizan festividades al aire libre, y también se muestran en directo todas las noches en la red social TikTok.

Carreteras troncales, barrios y ciudades enteras están bajo el control de bandas armadas, que masacran, matan, violan y roban a la población civil.

Hay zonas donde la gente afirma no haber visto nunca a un oficial o soldado de la MSS.

De refugio en refugio

En la región de Puerto Príncipe, una de cada tres personas se encuentra desplazada debido a las pandillas.

Con la toma de nuevos territorios por parte de las bandas, no solo aumenta la cantidad de desplazados, sino que se forman nuevos campamentos y se abandonan zonas, lo que empuja a las personas a trasladarse a provincias que no están preparadas para recibir esta oleada.

Decenas de personas protestan, en Puerto Príncipe (Haití), donde opera una misión multinacional contra las bandas armadas. EFE/ Mentor David Lorens
Decenas de personas protestan, en Puerto Príncipe (Haití), donde opera una misión multinacional contra las bandas armadas. EFE/ Mentor David Lorens

En los campos de refugiados que proliferan por todas partes, en iglesias, escuelas, terrenos baldíos e instituciones públicas, la gente vive en condiciones inhumanas, lejos de los servicios sociales básicos como el agua, la salud y la electricidad. La basura y las aguas residuales estancadas enferman en algunos campos a gente que no tiene a dónde ir.

En el corazón de la capital, así como en carreteras nacionales, las bandas armadas imponen pagos al transporte público, lo que triplica o cuadriplica el precio del pasaje y obliga a los comerciantes a aumentar el precio de los productos de primera necesidad.

Las bandas armadas dejan pocas opciones en Haití

En los últimos tiempos se ha producido una avalancha de población e instituciones hacia Pétion-ville y Haut Delmas, abandonando el centro de la capital, totalmente bajo el control de las bandas. Esto ha incrementado exageradamente el precio de alquiler de las casas en estas zonas, hasta ahora exentas de la violencia armada.

Instituciones públicas y privadas están abandonando el centro de la ciudad. Algunas se han trasladado a las zonas altas, mientras que otras simplemente han cerrado sus puertas, lo que ha provocado el desempleo de cientos de personas en una economía moribunda desde hace años.

Ante la inacción de las autoridades, en muchas zonas del país se multiplican los grupos de autodefensa que, con el tiempo, han ido adquiriendo armas y municiones para hacer frente a las bandas.

Es 2025 un año importante para el país debido a la urgencia de organizar el referéndum para modificar la Constitución y la celebración de elecciones generales en ruta a la investidura de un presidente el 7 de febrero de 2026.

Pero esto está lejos de cumplirse, debido a que departamentos como el Oeste y Artibonite, que cuentan con el mayor número de votantes, están bajo el control de bandas armadas.