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La lluvia no frena las Fallas: paraguas en mano ante las últimas horas de la fiesta

La lluvia no frena las Fallas: paraguas en mano ante las últimas horas de la fiesta

València (EFE).- La fría y húmeda jornada festiva de este martes en València, que según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se perfila como la más lluviosa en la historia de las Fallas, no ha desanimado a la gente y las calles del centro se encuentran llenas de paraguas y chubasqueros de colores.

Se prevé que en el litoral valenciano se acumulen entre 60 y 80 litros por metro cuadrado en 12 horas, con picos de hasta 20 litros en solo una hora, según Aemet, que ha adelantado ya que esta semana fallera se encuentra ya entre las tres más frías del último siglo.

Detalle de las faldas de las falleras reflejadas en un charco de lluvia durante la Ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, . EFE/Ana Escobar

A pesar de las inclemencias del tiempo, valencianos y turistas han salido a la calle con paraguas en mano para seguir disfrutando de las actividades falleras y contemplar los monumentos repartidos por cada barrio antes de que este miércoles sean pasto de las llamas en la Cremà.

La mascletà de este martes, a cargo de Pirotecnia Mediterráneo, ha reunido a miles de personas en la plaza del Ayuntamiento, donde algunos han esperado con bebida, paquetes de pipas y hasta libros electrónicos para sobrellevar la espera de hora y media, prácticamente todo el tiempo bajo la lluvia y a una temperatura de apenas 11 o 12 grados. “Es una espera engorrosa, pero con mucha ilusión”, ha comentado Minerva, venida desde Real de Montroy.

Vista general de la falla municipal bajo la lluvia durante este martes, penúltimo día de las Fallas. EFE/Manuel Bruque

Puestos ambulantes de paraguas y pañuelos

La lluvia también ha favorecido la venta ambulante de paraguas y pañuelos, que ha proliferado en los puntos con mayor concentración de público. Los vendedores han aprovechado la situación para ofrecer estos productos en las inmediaciones de la plaza del Ayuntamiento y en las calles más transitadas, respondiendo a la demanda de quienes han sido sorprendidos por la lluvia. Por su parte, los puestos de comida tradicional han notado el impacto de la lluvia en sus ventas.

Laura, que atiende un puesto de venta de atuendos falleros cerca de la falla ganadora, ha señalado que “afecta mucho”, refiriéndose a la situación meteorológica en relación con las ventas, aunque el pasado sábado, único día con tregua meteorológica, la afluencia fue notable.

Adriana Domínguez, que trabaja en una churrería en la estación del Norte, ha coincidido en que la clientela ha disminuido y que solo “hubo mucha gente el día que no llovió”, en alusión al sábado.

En las calles se observa un contraste en la afluencia: mientras la zona de la falla Convento Jerusalén está concurrida, las calles paralelas permanecen más vacías.

No obstante, la lluvia no ha impedido que los falleros y visitantes recorran la ciudad para admirar los monumentos y participar en los actos festivos.

Plaza del Ayuntamiento durante la mascletà de este martes de Pirotecnia del Mediterráneo. EFE/Manuel Bruque

La lluvia cambia el diseño de la penúltima mascletà de Fallas

La lluvia ha obligado a la Pirotecnia Mediterránea de Vilamarxant (Valencia) a cambiar el diseño de la penúltima mascletà de las Fallas y eliminar el tradicional terremoto terrestre previo al bombardeo final, aunque sin restar el estruendo que se impone en estos espectáculos pirotécnicos multitudinarios.

Así lo ha explicado su gerente, Antonio García, tras recibir la tradicional ovación desde el balcón consistorial sobre la conocida como ‘catedral de la pólvora’, invadida -aunque con menos afluencia que otros días- desde dos horas antes del disparo por una marea de paraguas, chusbasqueros y ponchos, que ha reconocido con vítores la tarea del pirotécnico en un día lluvioso y más frío de lo habitual.

«Lo hemos tenido que rematar de otra manera. Es verdad que el mes de marzo es así, llueve o hace sol. Hemos querido salvar la papeleta y lo hemos hecho», ha asegurado.

García ha explicado que su equipo de mercadotecnia monitoriza las redes sociales y sabían que «la gente estaba esperando el terremoto -y él también, ha confesado-, pero ha sido imposible dada la magnitud del terremoto, ni siquiera montar una pequeña parte porque no ha parado de llover».

«La lluvia es un elemento que genera bolsas de agua y mucho peso y no se puede tapar. Hemos hablado en el Ayuntamiento y de manera conjunta hemos optado por salvar el espectáculo de otra manera, sin la parte del terremoto terrestre, que no se ha montado, solo se ha montado la primera parte y la otra parte de la plaza estaba vacía», ha detallado.