James Burke, Vito Corleone, Al Capone, Frank Rosenthal, Frank Sheeran… A lo largo de más de seis décadas de carrera, Robert De Niro (Nueva York, 1942) ha convertido en iconos del cine a algunos de los mafiosos más implacables de la historia. Ahora, añade dos nombres más a su lista en ‘The Alto Knights’, película en la que interpreta por primera vez a dos personajes: Frank Costello y Vito Genovese. Aunque al principio iban a protagonizarla él y Al Pacino como dos capos de la mafia enfrentados –según reveló el actor a CBS–, el actor asume el reto a las órdenes de Barry Levinson, ganador del Oscar a Mejor Director por ‘Rain Man’ en 1989, con quien celebra su quinta colaboración tras ‘Sleepers‘ (1996), ‘La cortina de humo’ (1997), ‘Algo pasa en Hollywood’ (2008) y ‘The Wizard of Lies’ (2017).
‘The Alto Knights’ ha devuelto a Robert De Niro a su terreno más fértil: el cine de gánsteres. Con un guion escrito por Nicholas Pileggi, artífice de clásicos como ‘Uno de los nuestros‘ (Martin Scorsese, 1990) o ‘Casino’ (M. Scorsese, 1995), la trama se centra en la historia real de Frank Costello y Vito Genovese, dos de los jefes del crimen organizado más temidos del Nueva York de los años 50. Ambos, interpretados por De Niro, fueron antiguos aliados, pero sus ambiciones y desconfianzas los llevan a una confrontación inevitable por el control de las calles de la ciudad. Junto al veterano actor, completan el reparto Cosmo Jarvis (‘Shôgun’), Kathrine Narducci (‘Los Soprano’), Michael Rispoli (‘Mientras dormías’) o Debra Messing (‘Will & Grace’). El resultado apunta a lo más alto después de que Robert De Niro confesara que ‘The Alto Knights’ era la película de la que más orgulloso se sentía en su carrera como actor.
¡Spoilers de ‘The Alto Knights’ a partir de esta línea!
Amienemigos
Se dice que los enemigos más peligrosos son los que una vez fueron amigos. Quizás por ello, cuando Vito Genovese (Risigliano, Italia, 1897) decidió quitar a Frank Costello (Cassano all’Ionio, Italia, 1891) del tablero, no hubo negociaciones, solo una bala. Costello, más cerebral que sanguinario, representaba la vieja escuela: poder sin estridencias, control sin cadáveres innecesarios. Genovese, en cambio, era puro músculo y ambición, y no iba a esperar su turno. Lo demás es historia: un intento de asesinato fallido, una retirada forzada y el principio del fin de una era. Ahora, ‘The Alto Knights’ juega con De Niro en ambos bandos para revivir esta partida de ajedrez que enfrentó a dos de los gánsteres más notorios de Estados Unidos.
Vito Genovese y Frank Costello ya fueron interpretados por Don Carrara y Carmine Caridi, respectivamente, en otra película de Barry Levinson: ‘Bugsy’ (1991). Treinta y cinco años después de aquello, el cineasta vuelve a zambullirse –esta vez, de lleno– en la historia de dos dos viejos amigos separados por el tiempo y la ambición. Con licencias artísticas, como toda buena ficción, ‘The Alto Knights’ se basa en hechos reales para contar las peripecias de dos de los capos más importantes en el mundo del crimen norteamericano, su amistad y la posterior rivalidad que terminó en un enfrentamiento letal, cambiando la estructura de la mafia para siempre.
Sucedió en Manhattan
‘The Alto Knights’ lleva como título el nombre de un club social de Manhattan –luego se rebautizó como Ravenite Social Club–, frecuentado por la mafia italoamericana y donde se conocieron Costello y Genovese. Durante el Nueva York de los años cincuenta, en los que se ambienta principalmente la cinta, el destino de estos dos hombres se entrelazó en una lucha feroz por el control del crimen organizado. Al igual que Robert De Niro: «¿Jubilarme? Ahora me paso el tiempo viendo programas infantiles con mi bebé», nos contaba el actor que da vida a ambos líderes del crimen en una entrevista con FOTOGRAMAS, ni Costello ni Genovese estaban dispuestos a dar un paso atrás. Al menos, al principio.
En los años cincuenta, después de haberse enriquecido en el pasado con la ley seca, la mafia aprovechó para extender sus tentáculos hacia la política y dotarse de una fachada de respetabilidad. Costello y Genovese se conocían desde jóvenes, cuando frecuentaban el club Alto Knights. Ambos ascendieron juntos, pero sus caracteres opuestos los separaron. Cuando Genovese tuvo que huir a Italia en 1936 durante varios años, porque la justicia lo perseguía por un doble asesinato, Costello se hizo con el poder. Pero cuando Genovese regresa justo después de acabar la guerra –él y Luciano echaron una mano en el desembarco estadounidense en Sicilia, aunque esto la película no lo menciona–, reclama lo que considera que es suyo.
Por suerte, la narración a modo de flashback en la película ayuda a situar nombres y lugares en el tiempo. Por ejemplo, en la Reunión de Apalachin –hasta ese momento en 1957, la mafia en Estados Unidos operaba en la clandestinidad–, las Audiencias de Kefauver de 1951 –cuando Frank Costello se prestó al interrogatorio en lugar de acogerse a la quinta enmienda– o el tejemaneje de otros capos como Vincent Gigante, Albert Anastasia, Carlo Gambino o Joseph Bonanno. Si nos centramos en Frank Costello, el capo mafioso italoestadounidense de la familia Luciano, hay que saber que vivió y operó en la ciudad de Nueva York antes de retirarse en 1957 tras sobrevivir a un intento de asesinato ordenado por Vito Genovese, quien con el tiempo se convertiría en su sucesor.
Un intento de asesinato
Décadas atrás, Genovese y Costello habían trabajado codo con codo como socios de Charlie «Lucky» Luciano, el líder siciliano de la banda del Lower East Side de Manhattan, desde 1920. En 1931, «Lucky» se convirtió en el jefe de la familia Luciano, con Genovese como su subjefe y Costello como su consigliere. Ya durante la década de 1930, Costello se hizo famoso vendiendo máquinas tragaperras antes de que Luciano fuera condenado a prisión por dirigir una red de prostitución en 1936. Tras la sentencia, Genovese se convirtió en el nuevo jefe de la familia Luciano, que pasó a llamarse Familia criminal Genovese en su honor.
Para evitar ser acusado de asesinato, Genovese huyó a Italia en 1937, lo que llevó a Luciano a nombrar a Costello como nuevo jefe de su mafia. La realidad es que Genovese no regresaría a Estados Unidos hasta 1945, cuando le pidió a Luciano que lo restituyera como jefe de la mafia. Sin embargo, Luciano se negó y mantuvo a Costello al mando, decisión que finalmente condujo al intento de asesinato de Genovese contra Costello en 1957, punto de partida de la cinta de Barry Levinson.
Entre 1952 y 1961, Costello fue encarcelado hasta seis veces, mientras que Genovese fue sentenciado a 15 años de prisión federal en 1959 por vender grandes cantidades de heroína. Después de los intentos de despojar a Costello de su ciudadanía estadounidense durante la década de 1960, finalmente se retiró, pero aún mantuvo su influencia dentro de la mafia de Nueva York hasta su muerte de un ataque cardíaco en febrero de 1973. Genovese también murió de un infarto en febrero de 1969. Su disputa histórica, un tira y afloja de poder, traición y amistad enfrentada, es el corazón de ‘The Alto Knights’.
Atrapada entre la música y el cine, desde Vigo llegó a Madrid para estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III. Cuenta la leyenda que prefería saltarse clases para ir a algún estreno aunque, si se lo preguntas, lo negará.
Llegó a la redacción de Fotogramas como becaria en prácticas, después de adentrarse en el periodismo musical y de cine colaborando en medios como la revista Milana. Ha entrevistado a personalidades como Jonás Trueba o Irene Escolar y su bien más preciado es una púa de guitarra. Vive enamorada de Phoebe Waller-Bridge y Nora Ephron. Si no la encuentras, es que estará viendo alguna película de Kurosawa. Da igual cuándo leas esto.
