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La CDU y los socialdemócratas firman el acuerdo de coalición en Alemania para hacer frente a “tiempos de enormes incertidumbres”

Todo listo para la investidura este martes del democristiano Friedrich Merz como décimo canciller de la República Federal de Alemania. La firma solemne del contrato de coalición y el nombramiento de los siete ministros socialdemócratas en la nueva coalición han despejado este lunes los últimos trámites. Dos meses y medio después de las elecciones y seis después de la ruptura de la anterior coalición, Alemania tendrá por fin un Gobierno con mayoría capaz de responder al estancamiento económico, la inestabilidad global y el ascenso de la extrema derecha. “Queremos ser de nuevo la locomotora del crecimiento económico en Europa”, dice a EL PAÍS Thorsten Frei, uno de los más estrechos colaboradores del nuevo canciller.

En un breve discurso antes de firmar el acuerdo de coalición, el socialdemócrata Lars Klingbeil afirmó: “No es puramente SPD ni puramente CDU/CSU (…) Es un contrato que asume la responsabilidad para toda Alemania”. “Vivimos en tiempos de cambio profundo, de ruptura profunda, y vivimos en tiempos de enormes incertidumbres”, dijo el democristiano Merz. “Nuestro deber histórico es que esta coalición tenga éxito, y juntos estamos decididos a lograrlo”.

Economía e inmigración: estas serán las prioridades de Merz nada más asumir el cargo, y la vara de medir para su éxito o fracaso, según Frei, que será ministro de la Cancillería, cargo clave en el funcionamiento de la maquinaria del Gobierno federal. En el trasfondo: el dolor de cabeza que, para la coalición, representa Alternativa para Alemania (AfD), a la que los servicios de inteligencia doméstica acaban de catalogar oficialmente como “extremista de derechas”. La decisión ha reabierto el debate sobre su posible ilegalización. Destacados democristianos, como el propio Frei, se declaran en contra y consideran que hay que combatir a AfD, primer partido de la oposición, en el terreno político. El argumento es que la extrema derecha se debilitará si los moderados resuelven los problemas del país.

“Alemania se encuentra por tercer año seguido en una recesión económica de la que debemos encontrar una salida. Todas las medidas políticas que adoptemos deben servir al objetivo de recuperar la capacidad competitiva de la economía alemana. Queremos ser de nuevo la locomotora del crecimiento económico en Europa. Para ello debemos adoptar una serie de medidas de política económica, social y laboral. Medidas de desregulación y reducción de la burocracia”, declaró el democristiano Frei durante una conversación en los pasillos del congreso de la CDU, la semana pasada, antes de la decisión de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución sobre AfD. “Como segundo gran reto”, añadió, “debemos gestionar la inmigración. Se trata de ordenarla, controlarla y también limitarla”.

La nómina completa de los ministros ya se conoce, después de que el Partido Socialdemócrata (SPD) anunciase los siete que, según el contrato de coalición, le corresponden. Son cuatro mujeres y tres hombres. La mayor novedad es Reem Alabali-Radovan como ministra de Cooperación Económica y Desarrollo. La política es hija de refugiados iraquíes, nacida en Moscú, donde sus padres recalaron tras marcharse de Irak, y llegada de niña al noreste de Alemania. Será, además, la ministra más joven, con 37 años. Este nombramiento está cargado de simbolismo en un Gobierno dominado, en la Unión Democristiana / Unión Socialcristiana de Merz (CDU/CSU), por los partidarios de la mano dura con la inmigración y los refugiados.

Entre los cargos del SPD, figuran también la vicecancillería y el Ministerio de Finanzas, que en ambos casos ocupará el líder del partido, Lars Klingbeil, y la cartera de Defensa, clave en tiempos de rearme e inversiones de miles de millones, y de la que seguirá encargándose Boris Pistorius, artífice del cambio cultural desde la invasión rusa de Ucrania en 2022 en las fuerzas armadas federales. Pistorius será el único ministro de primer rango que ya estaba en el anterior Gobierno, la coalición del SPD, Los Verdes y los liberales que lideró el canciller Olaf Scholz. La semana pasada, la CDU anunció a sus siete ministros: cuatro hombres y tres mujeres. Su hermana bávara, la CSU, ha nombrado a tres, dos hombres y una mujer.

Para el buen funcionamiento de la coalición, tendrán un peso específico los jefes de grupo en el Bundestag, que deberán velar por que las iniciativas gubernamentales se traduzcan en mayorías. El elegido de la CDU/CSU es Jens Spahn, exministro y uno de los hombres fuertes de la derecha. Por parte del SPD, será su actual secretario general, Matthias Miersch. Una de las primeras decisiones que deberán tomar es si iniciar el proceso para que el Tribunal Constitucional ilegalice AfD. Klingbeil se han mostrado abierto a debatirlo, pero ha recordado que el proceso llevará años. Los líderes de la CDU/CSU se han manifestado en contra. “Un partido como AfD”, ha declarado este lunes Frei a la publicación Pioneer, “no puede combatirse jurídicamente, sino que hay que hacerlo políticamente”.