Madrid (EFE).- La Audiencia Nacional ha condenado al excomisario José Manuel Villarejo a dos años de cárcel por revelación de secretos en el caso por el intento de toma de control de Repsol por parte de Sacyr y Pemex, y ha absuelto a los exdirectivos de la petrolera y de CaixaBank que figuraban como acusados.
En una sentencia de 651 páginas fechada el pasado 12 de mayo a la que ha tenido acceso EFE, la sala de lo penal rechaza condenar a Villarejo por cohecho y falsedad en documento público, y rebaja su pena de 40 a dos años de cárcel.
La Fiscalía Anticorrupción pedía 40 años de cárcel para el excomisario y 32,5 para el que fuera su socio Rafael Redondo, que, al igual que Villarejo, ha sido condenado a dos años de cárcel por revelación de secretos.
Absueltos el resto de acusados
Sin embargo, han resultado absueltos el resto de acusados: el exjefe de Seguridad de Repsol Rafael Araujo, el que fuera su «número dos», Rafael Girona; y el exresponsable de Seguridad en CaixaBank Miguel Ángel Fernández Rancaño.
El ministerio público atribuía delitos de cohecho pasivo, cohecho activo, descubrimiento y revelación de secretos de particulares con difusión a terceros cometidos por funcionario público, descubrimiento y revelación de secretos de particulares, y falsedad en documento mercantil.
La sentencia indica que Villarejo actuaba en una esfera «absolutamente privada, sin que conste intervención policial alguna en este proyecto», obedeciendo el pago de las cantidades abonadas a la contraprestación de los servicios llevados a cabo por “Cenyt”.
Además, no consta que ningún funcionario pública recibiera contraprestación alguna, de ahí que no se estime el delito de cohecho.
Por mucho que la actuación de Villarejo «fuere conocida y tolerada por sus superiores a todos los niveles», añade la sentencia, ni actuaba al servicio de un ente público, ni llevaba a cabo actuaciones de interés público.
«En ningún caso» se estaba encargando a un comisario en activo del Cuerpo Nacional de Policía «labor alguna relacionada con su actividad policial».
Algunos de los trabajos que el excomisario realizó a instancias de las dos empresas, como demostrar que un consejero se había ausentado de un consejo para asistir a un partido de fútbol están más cerca de las labores de un detective privado que de las de un policía, añade la Sala.
No se ha confirmado que pasara información a Repsol y Caixabank
Aunque la Sala constata que Villarejo accedió al tráfico de llamadas del que fuera presidente de Sacyr, Luis del Rivero, de su esposa y de otros, no se ha confirmado que pasara dicha información a sus clientes, Repsol y CaixaBank.
Por lo que respecta a la falsedad en documento mercantil, la Sala considera que aquí «lo que se simula no es el documento. Sólo se aparenta que lo que refleja constituye la totalidad de la obra o la totalidad del pago».
Las certificaciones y facturas incompletas «no son veraces», prosigue la sentencia, ya que contienen «elementos contextualmente falsarios, en los que todo lo que consta es cierto, pero no consta todo lo que debiera constar».
En conclusión, las facturas expedidas «no recogen ningún negocio jurídico simulado, sino todo lo contrario, se trata de documentos auténticos desde el punto de vista de la mendacidad, ya que no inducen a error alguno sobre la veracidad del negocio llevado a cabo».