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La Asociación de Tenistas Profesionales fundada por Djokovic demanda…

   MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) –

   La Asociación de Tenistas Profesionales (PTPA, por sus siglas en inglés), fundada por el serbio Novak Djokovic y el canadiense Vasek Pospisil en 2020, anunció acciones legales contra la ATP, la WTA, la Federación Internacional de Tenis (ITF) y la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) por «prácticas abusivas», con el objetivo de «salvar» el tenis a través de «una reforma real y de un sistema que proteja y dé poder a los jugadores».

   «Tras años de esfuerzos de buena fe para reformar el tenis profesional, la PTPA ha emprendido acciones legales decisivas. Hoy, la PTPA, junto con más de una docena de tenistas profesionales, y en nombre de toda la población de jugadores, y el bufete internacional de abogados Weil, Gotshal & Manges LLP iniciaron una serie de acciones legales en Estados Unidos, Reino Unido y la UE contra los organismos rectores del deporte», avanzó un comunicado.

    Así, el sindicato emprendió acciones legales contra la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), la Asociación de Tenis Femenino (WTA), la Federación Internacional de Tenis (ITF) y la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA), para sacar «a la luz abusos sistemáticos, prácticas anticompetitivas y una flagrante indiferencia por el bienestar de los jugadores que han persistido durante décadas», tal y como reza en su página web.

   Desde la PTPA apuntaron que «el tenis está roto», según dijo en declaraciones publicadas en el comunicado Ahmad Nassar, director ejecutivo de la entidad. «Detrás del glamuroso barniz que promueven los demandados, los jugadores están atrapados en un sistema injusto que explota su talento, suprime sus ingresos y pone en peligro su salud y seguridad», criticó.

    «Hemos agotado todas las opciones de reforma a través del diálogo, y los órganos de gobierno no nos han dejado otra opción que buscar la rendición de cuentas a través de los tribunales. Arreglar estos fallos sistémicos no consiste en perturbar el tenis, sino en salvarlo para las generaciones de jugadores y aficionados venideras», agregó.

   Desde la PTPA insistieron en que la ATP, la WTA, la ITF y la ITIA operan «como un cártel mediante la aplicación de una serie de restricciones anticompetitivas y prácticas abusivas, crueles y entrelazadas».

    Entre ellas, denunciaron pactos para perjudicar a terceros con el objetivo de «suprimir» la competencia, entendiendo la entidad que un mercado competitivo podría generar a los jugadores «mayores oportunidades de ingresos».

    Además, criticaron la fijación del importe de los premios y la limitación de la posibilidad de los tenistas de ganar dinero fuera de las pistas, ya que desde la PTPA consideran que los órganos rectores del tenis mundial «se confabulan y rechazan las peticiones de los propietarios de los torneos para aumentar los premios en metálico» favoreciendo, según ellos, «que el sistema siga amañado».

    Incluso, compararon el premio de los jugadores con los ingresos el año pasado en el US Open por la venta de una bebida alcóholica durante el torneo. «En 2024, ingresó casi 12 millones de euros por la venta de un solo cóctel especial, más de lo que pagó a los dos campeones individuales juntos. Los tenistas cobran solo el 17% de los ingresos, en comparación con otros deportes como el golf, el baloncesto y el fútbol americano, que oscilan entre el 35 y el 50%», denunció la PTPA.

   También se mostraron contrarios al sistema de puntuación, que «aleja a los jugadores de cualquier evento alternativo que pudiera existir en un mercado libre, y les obliga a competir únicamente en los torneos de los demandados si es que quieren jugar al tenis profesional». Todo ello, con un «calendario insostenible» que se extiende durante 11 meses al año, reduciendo el tiempo de descanso de los tenistas.

    Asimismo, el comunicado denunció las condiciones de juego en algunos torneos, con altas temperaturas, partidos que terminaban a las 3 de la madrugada y con pelotas de tenis diferentes, provocando «lesiones crónicas en muñecas, codos y hombros».

    «Se obliga a los jugadores a ceder sus derechos de imagen a cambio de una compensación nula, lo que permite a los organismos rectores lucrarse con sus identidades al tiempo que se les impide conseguir determinados patrocinios y se limita sin fundamento el número de patrocinadores que pueden tener. Estas restricciones reducen los ingresos de los jugadores y su capacidad para negociar mejores condiciones de trabajo, excluyen a los competidores e impiden el crecimiento del deporte», añadió el documento.

   Finalmente, lamentaron que los jugadores sean sometidos a «registros invasivos» de sus dispositivos personales, a controles de drogas aleatorios «en mitad de la noche y a interrogatorios sin representación legal». «La ITIA ha suspendido a jugadores sin el debido proceso basándose en pruebas endebles o inventadas. Los teléfonos de los jugadores son confiscados sin consentimiento, una grave invasión de la privacidad que viola la ley y demuestra aún más el dominio que los demandados tienen sobre el mercado», expresaron.

   Ante todo esto, la PTPA se reunió con «más de 250 jugadores de todos los circuitos», incluida la mayoría de los 20 mejores jugadores masculinos y femeninos, de los que recibieron una respuesta «abrumadoramente positiva» para lanzar este comunicado, al creer que «el cambio es necesario ahora».

    Por ello, creen que esta demanda contra ATP, WTA, ITF e ITIA representa «un paso crucial y necesario hacia la construcción de un futuro en el que el tenis profesional aplique finalmente la responsabilidad y la reforma sistémica que los jugadores desean vehementemente». Y es que los tenistas «exigen las mismas protecciones y un trato justo» como ocurre en «otros deportes importantes, como el baloncesto, el fútbol americano, el golf, el fútbol, el béisbol y el críquet».

   «La PTPA se mantiene firme en la defensa de los intereses de los jugadores, responsabilizando a los órganos de gobierno por su inacción y garantizando un futuro mejor para los jugadores, los aficionados y el tenis en su conjunto», indicó el comunicado.

    El cofundador junto a Djokovic y miembro del Comité Ejecutivo de la PTPA, Vasek Pospisil, reiteró que «no se trata sólo de dinero, se trata de justicia, seguridad y dignidad humana básica». «Yo soy uno de los jugadores más afortunados, y aún así he tenido que dormir en mi coche cuando viajaba a los partidos al principio de mi carrera. Es absurdo», reveló.

   «Ningún otro deporte importante trata así a sus atletas. Los órganos de gobierno nos obligan a firmar contratos injustos, nos imponen horarios inhumanos y nos castigan por denunciar. Las acciones legales emprendidas hoy pretenden arreglar el tenis para los jugadores de hoy y las generaciones futuras. Ha llegado la hora de la responsabilidad, de una reforma real y de un sistema que proteja y dé poder a los jugadores. Todas las partes interesadas merecen un deporte que funcione con justicia e integridad», concluyó.