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Kylian Mbappé también marca de panenka y de falta

La confianza de un jugador se demuestra casi tanto por lo que intenta como por lo que hace. Contra el Leganés, Kylian Mbappé, que tocó fondo en diciembre tras fallar un penalti en Bilbao, decidió que el mejor método para lanzar una pena máxima era a lo panenka, y embocó: 1-0. Una hora más tarde, cerró la remontada del Madrid con una falta ejecutada al palo corto de Dmitrovic (con la colaboración de la barrera). No se le recordaba al francés en sus meses de blanco tirando un libre indirecto.

Lo celebró yendo a buscar al banquillo a Luis Llopis, el entrenador de porteros. “La falta la trabajamos desde hace un par de semanas con el cuerpo técnico. Sabía que desde ese lado podía tirar de esa manera, vi el espacio y le pregunté a los compañeros si me dejaban tirarla”, relató el ex del PSG. “Ayer [por el viernes] lo probó en el entrenamiento y tuvo mucha efectividad. Hoy [por el sábado] le hemos dado la confianza”, completó Carlo Ancelotti, que agradeció que el delantero esté “mucho más presente en el juego”.

Con este doblete, ya suma 33 goles en todas las competiciones, los mismos que Cristiano Ronaldo en su primera temporada, aunque el galo acumula nueve encuentros más que el portugués en todo su curso inicial (35). El récord lo tiene Iván Zamorano, con 37 en la 92-93. En las tres últimas jornadas ligueras, Mbappé ha metido cinco de los siete tantos de su equipo: uno al Rayo, los dos de la remontada en Vila-Real y el doblete al Leganés.

Resuelto el apuro, Ancelotti volvió a sacar la palabra estrella del curso: el manido equilibrio. “No hemos jugado un mal partido, tuvimos un buen control, pero nos faltó equilibrio en la primera parte. Por esta razón encajamos dos goles. Nos buscaron en dos contras. El equipo no estaba bien posicionado”, explicó el italiano, que esta vez lo achacó a las circunstancias del calendario. “Después del parón, siempre es así, nos ha costado coger ritmo”, dijo.

A diferencia de otras citas donde sufrió este problema, en esta ocasión no se encontraban de inicio Vinicius y Rodrygo para completar la delantera fetén, un cuarteto señalado a menudo por crear un agujero en tareas defensivas. Frente a los pepineros, los brasileños se quedaron de inicio en el banquillo, junto a Valverde, para dar carrete a las anunciadas rotaciones. Sin embargo, las apreturas obligaron a Carletto a echar mano de los tres.

Mientras Mbappé aliviaba a los suyos, el Leganés se quedó mirando al colegiado. Borja Jiménez aseguró que sus jugadores estaban “indignados y enfadados” por el arbitraje, en el punto de mira por el penalti del 1-0 y la falta que acabó en el 3-2 de Mbappé. El entrenador visitante pidió a sus dirigentes protestar en voz alta. “Hemos tenido mala suerte. Espero que el club pueda hacer algo al respecto. Seguir la dinámica de otros equipos, que alzan la voz semana tras semana, como estamos viendo”. Carlo Ancelotti regateó el asunto calificando ambas acciones como “grises”. “Como se queja el Leganés, también nos podemos quejar nosotros”, cerró el italiano.