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Juana Rivas denuncia ahora al padre de sus hijos por «violencia vicaria internacional»

Juana Rivas ha presentado hoy ante los tribunales una nueva denuncia contra el padre de sus hijos por «violencia de género vicaria», con la novedad de que es de ámbito internacional, la primera de estas características que examinarán los tribunales españoles, según explican los abogados que la representan.

Es un paso más de la última ofensiva de la madre granadina por conseguir que su hijo Daniel, de 11 años, se quede a vivir con ella en España, después de que la Fiscalía de Italia haya abierto una nueva investigación contra el padre, Francesco Arcuri, por malos tratos. El hijo mayor de Juana y Francesco, Gabriel, ya cumplió los 18 años y vive en Granada.

Como se recordará, Daniel Arcuri viajó a España para pasar las vacaciones de Navidad con su madre y su hermano Gabriel y todavía no ha vuelto a Italia -donde vive su padre, que tiene actualmente su custodia-, después de que un juzgado suspendiera temporalmente la orden de regreso. En paralelo, la madre ha reactivado su batalla en los tribunales para conseguir que la Justicia admita las pruebas que demostrarían presuntamente que Arcuri ha maltratado de forma sistemática a sus hijos y ha intentado ponerlos en contra de su madre desacreditándola ante ellos.

«Laberinto jurídico»

Según el relato que realiza el bufete de Carlos Aránguez, que representa a Juana Rivas, la mujer huyó de la violencia ejercida por su expareja y entró en un laberinto jurídico que dura ya más de ocho años, «y que tiene que terminar ya». «Ojalá este debate llegue al Tribunal Supremo, pues creemos que debe formarse un adecuado acervo jurisprudencial sobre un problema de enorme magnitud, hasta ahora ciertamente desatendido».

Con esa intención, los abogados han presentado un nueva denuncia, esta vez por «violencia de género vicaria internacional», «la primera de estas características que examinarán los tribunales españoles». Esta denuncia lleva la firma tanto de Juana Rivas como de Gabriel Arcuri Rivas.

Argumentan que desde 2016 «se vienen sucediendo una serie de episodios de violencia sobre Juana (directos sobre ella o mediante sus hijos), que han culminado con los ocurridos durante este último mes, que analizados de forma individual puedan no parecer relevantes, pero que vistos en su conjunto forman parte de una sofisticada y destructiva estrategia utilizada por Francesco Arcuri con dos objetivos: subyugar a su expareja y sus hijos; y generar una situación de permanente control e imposición de su voluntad».

Recuerdan los abogados que la «violencia vicaria se define como aquella modalidad de violencia de género que toma a las hijas e hijos (u otras personas significativas para ella) como objeto para continuar el maltrato y la violencia sobre la mujer. El objetivo final es dañar a la mujer, golpearla donde más duele». «Por eso es violencia de género vicaria, y no sólo violencia doméstica, porque la agresión tiene como víctima a la madre. La intención principal del agresor es hacerle daño a ella, utilizando a sus hijos».

Nuevo proceso en Italia

El padre de los niños tiene actualmente la custodia del hijo menor de edad, aunque la Fiscalía italiana ha abierto recientemente un proceso contra Arcuri por maltratar, presuntamente, a sus dos hijos, «sometiéndolos habitualmente a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas». Esta última investigación ha dado un nuevo giro al caso ya que durante ocho años ambas justicias, la italiana y la española, habían descartado dichos malos tratos y los habían interpretado siempre como una «manipulación» de la madre.

Juana Rivas fue condenada en 2021 por el Tribunal Supremo a dos años y medio de prisión por la sustracción de sus hijos, cuando se negó a regresar a Italia con los niños durante unas vacaciones en 2016. Posteriormente, el Gobierno aprobó un indulto parcial para Juana Rivas que rebajó su condena, lo que le permitió eludir la prisión.

Piden la inhibición de una jueza

A juicio del despacho de Carlos Aránguez, el juzgado competente para instruir la última denuncia presentada hoy debe ser el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Los abogados solicitan, además, que se abstenga de intervenir en este nuevo proceso la magistrada que, hasta la fecha, ha desestimado las demandas planteadas por Juana Rivas, a la que los letrados acusan de «archivar las denuncias que le llegan relacionadas con el caso sin una mínima instrucción», lo que les «obliga» a ellos a «iniciar todo el mecanismo de recursos, acudir al juzgado de guardia por anuencia de toma de decisiones, o llegar a debatir una compleja cuestión de competencia entre los distintos juzgados de Granada; y cuya recusación ya hemos instado en el marco de este caso». Reclaman, por tanto, que instruya la causa «otro magistrado imparcial, que por turno corresponda».