El cine y los videojuegos llevan décadas en una relación disfuncional: uno intentando domar al otro, el otro resistiéndose a ser entendido. Sin duda, es difícil llevar la emoción e interactividad de los juegos de consola a la gran pantalla, trasladar un torrente de adrenalina en el que se participa activamente a un visionado pasivo de la misma historia. ¿O es que las historias que cuentan los videojuegos no dan para más? Aunque los motivos concretos se nos escapan, prueba de que eso no es del todo cierto es ‘Una película de Minecraft’. La aventura dirigida por Jared Hess (‘Napoleon Dynamite’) explora, al igual que el propio videojuego, un mundo sin límites protagonizado por Jack Black, Jason Momoa, Danielle Brooks (‘Orange is the new black’), Sebastian Hansen (‘Cuestión de justicia’), Emma Myers (‘Miércoles’) y Jennifer Coolidge.
Mientras lees esta frase, millones de personas están jugando a Minecraft. En un mundo pixelado donde todo tiene forma de bloque, desde los árboles hasta las abejas, los jugadores inventan sus propias e ilimitadas aventuras a base de inventos a martillazos. Por suerte, no hace falta entender cómo funciona el juego para sumergirse de lleno en el spin-off de la franquicia billonaria. Con puntos más y menos álgidos –entre ellos, la superficialidad de la trama–, ‘Una película de Minecraft’ acierta al convertirse en una experiencia lisérgica apta para todas las edades gracias a las inclasificables patadas de Jack Black, los gritos descontrolados de Jason Momoa y una divertidísima Jennifer Coolidge, parte de un reparto con carta blanca para desatar el caos y sumergirse en un sinsentido encantador.
Super Steve
En lo que podría ser una versión desequilibrada de ‘El mago de Oz‘ (V. Fleming, 1939) –versión cubista de Totó incluida–, cuatro inadaptados se enfrentan a problemas cuando, de repente, un misterioso portal los arrastra a un extraño universo pixelado que se nutre de la imaginación. Para volver a casa, tendrán que dominar este mundo mientras se embarcan en una incesante búsqueda con un experto artesano llamado Steve (Jack Black). El protagonista, que toma el nombre del jugador predeterminado en Minecraft, «está obsesionado con las minas, donde puedes encontrar gemas increíbles», cuenta el actor que repite a las órdenes de Jared Hess tras ‘Super Nacho‘ (2006). «Nuestro viaje comienza cuando conoce a un grupo de intrépidos personajes que le sigue hasta las minas».
Jason Momoa interpreta al fanfarrón de Garrett, apodado el El Basurero, un campeón de juegos de Arcade caído en desgracia con un estilo que combina la esencia de Hannah Montana con la de un rockstar de los años 80: chaqueta de cuero rosa con flecos y una melena con vida propia. «Es su primera comedia», apunta Jack Black, «y cuando vi que era más gracioso que yo, me puse muy celoso, pero también feliz porque eso es lo que uno espera. Es un gran compañero de escena que puede darlo todo y hacerte subir de nivel, y definitivamente tuve que dar lo mejor de mí para estar a su altura».
Junto a Momoa, que próximamente sustituirá las mallas acuáticas para interpretar a Lobo en el nuevo universo fílmico de DC, la hilarante agente inmobiliaria interpretada Danielle Brooks y la dupla heroica de hermanos formada por Emma Myers y Sebastian Hansen completan el equipo de los buenos. Aunque el elenco reúne a algunos de los nombres más potentes de la industria, también nos presenta a sorpresas como Sebastian Hansen, el joven héroe del cuento. «Nunca le había visto antes», reconoce Jack Black, «pero es genial y tiene la increíble cualidad de ser un genio también en la vida real. Es súper inteligente, ¡solíamos hacer el crucigrama del New York Times y él era mejor que yo! Tenemos un equipo de ensueño».
Momoa-mentos de locura fan
Garret El Basurero es un lobo solitario y también un gran fan de sí mismo pero cuando conoce a Marlene (Jennifer Coolidge), la subdirectora del colegio, ella lo reconoce al instante… y a sus músculos. Al igual que en este encuentro ficticio, la realidad para Jason Momoa y Jennifer Coolidge también está plagada de momentos surrealistas con fans. ¿Cuál ha sido el más raro que han vivido? «No fue con la primera película de ‘American Pie’, pero sí con una de sus secuelas», cuenta Coolidge en una entrevista con Fotogramas. «Me alojaba en un hotel muy bonito de París y un día, al salir, se me acercaron unos pequeños franceses con una especie de arreglos florales que supongo que habían hecho ellos mismos», recuerda mientras, a su lado, Jason Momoa la observa atónito.
«Es como si me encerraras en una habitación, a mí o a cualquier florista, y dijeras: «Hazme el centro floral más bonito del mundo». No sé de dónde sacaron las flores, del campo o algo, pero era un arreglo espectacular. Les pregunté: «¿Quién lo hizo?». Y ellos respondieron: «Nosotros, nosotros, nosotros, nosotros, nosotros”. Y les dije: “¿Vosotros? ¿Vosotros habéis hecho esto?” Y ellos decían: “Oui, oui”. Fue uno de mis momentos favoritos de mi vida. Me decían: «¡Janine, Janine!» [su personaje en American Pie]».
Entre carcajada y carcajada, Jason Momoa toma el relevo de su compañera a la pregunta: «Una vez viajé a Brasil cuando aún no era tan famoso. Habría hecho ‘Juego de Tronos’, ‘Stargate Atlantis’ y poco más. Me llevaron en helicóptero como si fuera uno de los Beatles, porque son muy fanáticos, y había como un partido de fútbol. Había muchísima gente, y estaban emocionadísimos. Pensé: «¡Guau!» Fue una experiencia abrumadora que la gente me quisiera tanto allí. Así que tengo muchas ganas de volver a Brasil. Tan solo para que me adoren», bromea.
A todo volumen
En un mundo habitado por cerdos malvados, ovejas rosas, lobos domesticables, zombis llorones y alpacas desorientadas, la música rock se abre paso al ritmo de Dirty Honey, Depeche Mode y por supuesto… Jack Black. El actor y músico, que casi siempre logra combinar ambas facetas en películas como ‘Tenacious D’ (L. Lynch, 2006) –protagonizada por la banda real homónima de la que forma parte junto a Kyle Gass–, la imbatible ‘School of rock’ (R. Linklater, 2003) o la reciente adaptación del videojuego Super Mario Bros. para la que compuso el éxito de la primavera –cómo se hizo ‘Peaches’, la canción de Jack Black de ‘Super Mario Bros: La película’– ha vuelto a deslumbrarnos con sus dotes musicales en ‘Una película de Minecraft’ sin miedo al éxito (ni al ridículo).
Además de los imperdibles y breves números musicales que Jack Black vocifera junto a su colega Jason Momoa a lo largo de la cinta, la banda sonora arranca con el enérgico himno ‘I Feel Alive’, compuesto y producido por Jack Black, Mark Ronson y Andrew Wyatt. En él, el actor ofrece una potente voz principal con Danielle Brooks a los coros, Ronson al bajo, Dave Grohl de Foo Fighters a la batería y Troy Van Leeuwen de Queens of the Stone Age a la guitarra. «Estuvo genial», cuenta Danielle Brooks en una entrevista con Fotogramas. «Me abrí paso en el último número a lo Mariah Carey y fue muy divertido. La canción es realmente bonita». Eso sí, para el director, Jared Hess, el talento de sus actores suponía un gran problema: «Fue muy difícil evitar que todos se pusieran a cantar en medio del rodaje», nos cuenta entre carcajadas. «Especialmente Danielle Brooks y Jack Black, estaban todo el día cantando. ¡Eran imposibles de controlar!».
Hess, que combina el espíritu de su éxito de 2004 ‘Napoleon Dynamite’ con la comedia física, destaca «la importancia de hacer una comedia basada en los personajes. Cuando el humor surge naturalmente de un personaje auténtico, es entonces cuando se adapta tanto a adultos como a niños, y puede ser universal. Creo que nuestro elenco tiene un gran talento para hacer todo tipo de comedia, especialmente la física». Al preguntarle por las carcajadas que provocó Jennifer Coolidge en la sala del cine el día anterior, cuando se celebró el pase de prensa, el director no se sorprende. «La mayor parte de la improvisación fue obra de Jennifer Coolidge en sus escenas con el aldeano. Es una de las improvisadoras más divertidas del planeta. Podríamos hacer una película entera con sus tomas descartadas». Nueva necesidad desbloqueada.
Guiños inevitables
«La creatividad en este mundo es la clave para la supervivencia», insiste Steve durante la historia. La película, al igual que el juego, se basa en la emoción del descubrimiento y convierte el hastío en el peor enemigo de todos. «Esta película es una aventura surrealista», destaca Jack Black. «Es una comedia divertidísima y a veces no tiene sentido, en el mejor de los sentidos. Tuve que matar a unos 12 zombies y prenderle fuego al mundo». Eso sí, en mitad del caos podemos disfrutar de guiños muy cinéfilos a películas como ‘E.T., el extraterrestre‘ (S. Spielberg, 1982), ‘El mago de Oz’ o la saga de ‘El Señor de los Anillos’. «Son todos muy intencionados», sonríe el director. «He crecido con las películas de Steven Spielberg y su trabajo fue lo que de niño me inspiró a querer dedicarme al cine y convertirme en director. ‘E.T.’, ‘Los Goonies’… Esa fue la gran época del cine para mí. Además, rodamos en Nueva Zelanda y casi todos los del equipo habían trabajado en ‘El Señor de los Anillos’, así que fue un guiño inevitable».
Uno de los héroes de Minecraft en la vida real, un joven YouTuber con el alias de Technoblade, murió de cáncer en 2022, a la edad de 23 años. En homenaje, su icónico avatar—un cerdo con una corona de joyas—protagoniza un pequeño cameo en la película. «Una leyenda», dice el personaje de Jack Black al verlo. Es un guiño breve, sí, pero también un recordatorio de lo que Minecraft significa para toda una comunidad de chavales criados entre bloques. Con este acertado gesto, la cinta es consciente de que no solo se limita a construir su propio mundo, sino a entrar en uno que ya pertenece a millones de jugadores.
‘Una película de Minecraft’ se estrena en cines seleccionados el 4 de abril.
Atrapada entre la música y el cine, desde Vigo llegó a Madrid para estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III. Cuenta la leyenda que prefería saltarse clases para ir a algún estreno aunque, si se lo preguntas, lo negará.
Llegó a la redacción de Fotogramas como becaria en prácticas, después de adentrarse en el periodismo musical y de cine colaborando en medios como la revista Milana. Ha entrevistado a personalidades como Jonás Trueba o Irene Escolar y su bien más preciado es una púa de guitarra. Vive enamorada de Phoebe Waller-Bridge y Nora Ephron. Si no la encuentras, es que estará viendo alguna película de Kurosawa. Da igual cuándo leas esto.
