Tokio (EFE).- El Gobierno de Japón presentó este viernes un paquete de medidas económicas de emergencia para contrarrestar los efectos adversos de los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump, antes de la segunda ronda de negociaciones comerciales bilaterales prevista para la próxima semana.
El paquete de ayuda consta de cinco pilares, que incluyen el apoyo a la financiación empresarial y medidas para estimular el consumo, con el fin de disipar la preocupación de que los aranceles estadounidenses puedan afectar las exportaciones japonesas, lo que podría tener un impacto considerable en la economía en general.
El Gobierno del primer ministro, Shigeru Ishiba, también se comprometió a reducir los precios de la gasolina y el diésel en 10 yenes por litro, otorgar subsidios para las facturas de energía y considerar la posibilidad de ampliar el alcance de los préstamos a bajo interés para las pequeñas empresas a partir del próximo mes.
Impacto en industrias clave
Los aranceles estadounidenses podrían «perjudicar sustancialmente a las industrias nacionales que sustentan nuestra nación, como la automotriz y la siderúrgica», declaró Ishiba, enfatizando la necesidad de que Tokio y Washington colaboren para beneficio mutuo.
«Es fundamental para nosotros transmitir claramente a Estados Unidos que las empresas japonesas han contribuido significativamente a la economía estadounidense mediante la inversión y la creación de empleo», añadió.
El anuncio de las nuevas medidas gubernamentales se produce un día después de que el Ejecutivo japonés anunciara la visita a EE.UU. de su máximo representante en cuestiones de aranceles, Ryosei Akazawa, que viajará a la primera economía mundial a partir del miércoles 30 para proseguir negociaciones.
Negociaciones arancelarias en EE.UU.
El viaje se prolongará tres días, donde se espera que Akazawa, ministro encargado de Revitalización Económica y Nuevo Capitalismo, se reúna con el secretario de Estado de EE.UU., Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, entre otros.
Esta supondrá la segunda ronda de negociaciones entre Tokio y Washington en cuestiones arancelarias tras la que se produjo a mediados de abril y que resultó infructuosa pese a los comentarios del presidente estadounidense.
El Gobierno nipón viene reclamando a la Administración que lidera Donald Trump una exención del nuevo arancel sobre la industria del motor, especialmente dañino para Japón al tratarse de una de sus principales industrias, que además tiene en Estados Unidos su mayor mercado, así como de otras nuevas tasas.
Japón ha recibido prioridad en las negociaciones arancelarias sobre este tipo de aranceles.