MADRID 3 Jun. (EUROPA PRESS) –
La aportación directa de la población extranjera al crecimiento anual medio del PIB per cápita entre 2022 y 2024 (2,9%) se situaría entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales, en línea con períodos expansivos previos.
Así se desprende del último artículo publicado por el Banco de España bajo el título «Una estimación de la contribución de la población extranjera en España al crecimiento del PIB per cápita en el período 2022-2024».
De acuerdo con el estudio, tras la pandemia, los flujos migratorios hacia España han sido particularmente intensos, lo que ha contribuido al dinamismo del PIB y del empleo en la economía española.
En total, entre 2022 y 2024, el ritmo medio de avance anual del PIB per cápita en España fue del 2,9%. La aportación media directa de la población extranjera a este crecimiento del PIB per cápita se situaría entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales.
Según el Banco de España, esta contribución es similar, en términos relativos, a la estimada en otras fases expansivas previas y se habría visto condicionada, principalmente, por dos factores: el avance en el proceso de asimilación –en distintas dimensiones– de los inmigrantes que llegaron a España a principios de este siglo y las mejoras observadas en el nivel educativo y en la distribución ocupacional de los llegados a España en los últimos años.
EL NÚMERO DE OCUPADOS EXTRANJEROS CRECIÓ UN 6,9%
Según el informe, el peso de los extranjeros en edad de trabajar (16-67 años) sobre el total de extranjeros sigue siendo elevado cuando se compara con la población nacional, si bien ha ido disminuyendo a medida que los inmigrantes llegados a principios de siglo -en cantidades relativamente elevadas- han ido envejeciendo.
También se aprecia, desde 2021, un leve aumento del peso del colectivo de esa edad sobre el total entre los nacionales, rompiendo la tendencia descendente que venía observándose.
En los primeros años de este siglo la tasa de empleo de los extranjeros llegó a situarse por encima del 70%, frente al 62,2% de 2024. Al contrario de lo que ocurría entonces, desde 2009 dicha tasa es inferior a la de los nacionales.
«Este cambio de signo del diferencial de tasas de empleo responde al fuerte aumento del desempleo del colectivo inmigrante al inicio de la crisis financiera, que se ha mantenido por encima del de los nacionales hasta la actualidad», ha explicado el organismo.
Esto sucede a pesar del mayor ritmo de avance del empleo de los extranjeros que se registra en las expansiones, como en el período reciente: en 2024, por ejemplo, el número de ocupados extranjeros creció un 6,9%, frente a un 1,4% de aumento de los ocupados nacionales.
En el informe también se advierte de una reducción del diferencial del salario por hora entre nacionales y extranjeros. Bajo el supuesto de que el diferencial de productividad por hora entre nacionales y extranjeros se aproxima a este diferencial salarial, se observa que la productividad de estos últimos se viene acercando a la de los nacionales.