El grupo dice que supone «un desprecio al Derecho Internacional» y «da luz verde» a Netanyahu para «continuar su brutal guerra de exterminio»
Yihad Islámica y el FPLP se suman a las críticas contra Washington y responsabilizan a EEUU de los «crímenes» en la Franja de Gaza
MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) –
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha condenado «firmemente» el veto de Estados Unidos a una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidiendo un alto el fuego en la Franja de Gaza y ha afirmado que supone otra muestra del «sesgo ciego» de Washington hacia «el gobierno fascista de ocupación», en referencia a Israel.
«Condenamos en los términos más firmes el uso por parte de Estados Unidos de su derecho a veto contra un borrador de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego en Gaza», ha dicho el grupo islamista palestino a través de un comunicado.
«Este veto representa el sesgo ciego de la Administración estadounidense hacia el gobierno fascista de ocupación y su apoyo a los crímenes contra la humanidad que comete en la Franja de Gaza», ha señalado Hamás, que ha recordado que los otros catorce miembros del organismo votaron a favor del texto.
Así, ha sostenido que «esta postura arrogante refleja un desprecio al Derecho Internacional y un rechazo total a todos los esfuerzos internacionales para detener el derramamiento de sangre palestina», tal y como ha recogido el diario palestino ‘Filastin’.
«La posición estadounidense supone una luz verde para que el criminal de guerra (el primer ministro de Israel, Benjamin) Netanyahu, requerido por el Tribunal Penal Internacional (TPI), continúe su brutal guerra de exterminio contra civiles inocentes, incluidos niños, mujeres y ancianos». «Esto confirma la total complicidad de Estados Unidos en estos crímenes», ha manifestado.
En este sentido, ha esgrimido que los argumentos empleados por la representante de Estados Unidos ante la ONU, Dorothy Shea, «no son más que una continuación de la postura de Washington sobre el engaño y la distorsión de los hechos», antes de lamentar «el fracaso» del Consejo de Seguridad a la hora de poner fin a «20 meses de guerra de exterminio».
Hamás ha subrayado que esto, junto a la incapacidad del organismo internacional a la hora de «romper el cerco y entregar ayuda a ciudadanos famélicos», genera «dudas elementales sobre el papel de las instituciones de la comunidad internacional y la efectividad de las leyes y convenciones internacionales, que la ocupación sigue violando».
CRÍTICAS DE YIHAD ISLÁMICA Y EL FPLP
A las críticas se ha sumado Yihad Islámica, que ha manifestado que este veto «confirma que la Administración (del presidente estadounidense, Donald Trump) es la que patrocina los crímenes cometidos por el Gobierno del criminal de guerra Netanyahu».
«Las prácticas y posturas de la Administración Trump no son diferentes de las de la anterior. Están diseñadas para regímenes que siguen dependiendo de administraciones estadounidenses que incautan fondos árabes, despreciando la dignidad árabe, y financian a la entidad criminal con armas, equipamiento, munición, mercenarios y cobertura política para que continúe sus crímenes», ha argüido.
Por su parte, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) ha puntualizado que el veto estadounidense «supone insistir en una alianza directa con la guerra de exterminio en Gaza» y «es una continuación clara del papel estadounidense en el encubrimiento de la guerra de exterminio lanzada por el Estado sionista de ocupación contra el pueblo palestino».
«No es sorprendente que la Administración estadounidense adopte esta decisión, dada su participación directa en la agresión contra Gaza al entregar a la ocupación sionista las armas internacionales prohibidas más potentes y darle cobertura política y legal para continuar su guerra sucia contra nuestro pueblo indefenso», ha remarcado.
Por ello, el FPLP ha criticado la «insistencia deliberada» de Washington en «implicarse de forma directa en la catástrofe humanitaria en Gaza» y ha dicho que Estados Unidos «tiene toda la responsabilidad moral y legal por las masacres y el holocausto perpetrados contra el pueblo palestino». «Es un nuevo capítulo de la histórica hostilidad de las sucesivas administraciones estadounidenses contra el pueblo palestino», ha apostillado.
Por contra, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha defendido que Washington ha enviado un «mensaje contundente» al vetar una «contraproducente» resolución, que reclamaba un alto el fuego «inmediato, incondicional y permanente» en la Franja de Gaza, el levantamiento de todas las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria, y la liberación de los secuestrados durante los ataques del 7 de octubre de 2023.
La resolución fue propuesta por los diez miembros no permanentes del Consejo: Argelia, Corea del Sur, Dinamarca, Eslovenia, Grecia, Guyana, Pakistán, Panamá, Sierra Leona y Somalia. Estos países alegaron que las condiciones en Gaza «han seguido deteriorándose en medio de la intensificación de la operación militar de Israel» tras la violación del acuerdo de alto el fuego en marzo y la decisión de las autoridades israelíes de impedir la entrada de ayuda, provocando «miles de víctimas», desplazamientos a gran escala y «un riesgo crítico de hambruna».
Finalmente, todos los miembros del Consejo de Seguridad han aprobado el texto salvo Washington, que ha hecho uso de su poder de veto al considerar que el texto «es inaceptable», según su representante ante la ONU, Dorothy Shea, que ha asegurado que no apoyará «ninguna medida que no condene a Hamás, exija su desarme y que abandone Gaza», en medio de las críticas del embajador palestino ante el organismo, Riyad Mansur, y las autoridades gazatíes, controladas por Hamás.