MADRID 5 Jun. (EUROPA PRESS) –
El sicario y jefe de la mafia italiana Giovanni Brusca, responsable de la muerte del juez Giovanni Falcone y confeso asesino de otras 150 personas, es ya un hombre libre por completo después de 25 años entre rejas y otros cuatro de libertad condicional.
Brusca, colaborador del ínclito capo mafioso Salvatore Riina, fue arrestado en mayo de 1996 por su extenso bagaje criminal, confesando poco después de estar detrás de la muerte del juez Falcone, su esposa Francesa Morvillo y tres escoltas, en un atentado bomba que él mismo activó por control remoto.
No obstante, las autoridades accedieron a rebajarle la pena por prestarse a colaborar con la Justicia en varios proceso, entre ellos el relacionado con los nexos entre el Estado y la clase política italiana y la Cosa Nostra.
«No puedo ocultar el dolor y la profunda amargura que este momento inevitablemente reabre», ha expresado la hermana del juez, Maria Falcone, quien, sin embargo, ha recordado que fueron estas mismas leyes las que su hermano defendió como «indispensable para desmantelar las organizaciones mafiosas desde dentro».
Después de pasar 25 años en prisión, hace cuatro logró la libertad vigilada. Ahora residirá lejos de Sicilia bajo otra identidad y pasará a formar parte del programa de protección de testigos, según ha informado el diario ‘Il Messaggero’.
Apodado el ‘Matacristianos’ tiene una larga carrera criminal en la que ha confesado estar detrás de al menos 150 asesinatos, entre ellos el del hijo menor de edad de un informante de la mafia que fue estrangulado y disuelto en ácido, así como de varios atentados en Milán, Roma, o Florencia en 1993.