Últimas noticias de los aranceles en EEUU de Trump
Podrían contribuir también a la bajada a corto plazo de precios para los consumidores españoles del aceite o el vino
MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) –
Funcas prevé que el impacto directo de los aranceles sobre la economía española es relativamente limitado y causará una pérdida estimada de PIB de entre 2 y 3 décimas, aunque alerta de que el coste se concentra en unos pocos sectores, constituyendo un importante agravio para los mismos.
En concreto, los expertos de Funcas han estimado en su informe titulado ‘El impacto en la economía española de los aranceles decretados por EEUU’ que la imposición de un arancel promedio del 20% restaría directamente entre 2 y 3 décimas de PIB español.
Este cálculo incorpora, por una parte, el descenso de las exportaciones españolas hacia EEUU y, por otra parte, el impacto negativo para las exportaciones españolas que se deriva del debilitamiento de los mercados europeos provocado por la escalada arancelaria.
En primer lugar, Funcas prevé un arancel del 20% podría generar una reducción del volumen exportado directamente a EEUU del 20%. Esto es bajo la hipótesis de un traslado completo del arancel al precio final, y de una elasticidad de la demanda con respecto al precio final de uno, en línea con lo observado en el episodio de proteccionismo durante el primer mandato de Trump.
Ello restaría 0,17 décimas de PIB: la caía anticipada de las exportaciones restaría 0,22 puntos de PIB, pero este impacto se reduciría ligeramente (-0,05 puntos) como consecuencia de la reducción a su vez de los suministros importados por las empresas que venden en el exterior.
En segundo lugar, la ralentización de la economía europea provocada por las restricciones arancelarias también tendrá una repercusión sobre las exportaciones españolas, particularmente en los sectores que suministran componentes a la industria automotriz, una de las más castigada.
El valor estimado de las exportaciones españolas que se incorporan en los envíos de otros países europeos hacia EEUU ronda los 9.000 millones de euros.
En base a esta estimación, y conforme al anterior razonamiento, la aplicación de un arancel del 20% podría restar cerca de 0,08 décimas adicionales de PIB.
SECTORES MÁS AFECTADOS
El impacto puede ser más elevado en algunos sectores concretos, para los que EEUU constituye un mercado relevante. Así, por ejemplo, más del 10% de las exportaciones totales de equipos generadores de fuerza, grasas y aceites, buques, vino y ciertos productos químicos se destinan a dicho mercado.
Por otra parte, Funcas ha alertado de que el propio clima de incertidumbre que se cierne sobre las reglas comerciales es perjudicial para la inversión en el corto plazo.
LA EXPANSIÓN FISCAL DE ESPAÑA Y LA UE PUEDE MITIGAR EL IMPACTO
En cuanto a la respuesta de la Unión Europea, Funcas ha recordado que la presidenta de la Comisión Europea promete represalias contundentes, que podrían consistir en un incremento de tarifas sobre las importaciones de ciertos productos.
Por otra parte, el Gobierno español ha anunciado un plan de ayudas a las empresas afectadas por la guerra comercial y al mantenimiento del empleo. Según los expertos de Funcas, la experiencia de la pandemia evidencia la utilidad de estos dispositivos cuando el shock es temporal.
También Funcas considera que es conviene mantener los incentivos a la búsqueda de nuevos mercados, especialmente si el clima de incertidumbre perdura.
«En general, la expansión fiscal que se vislumbra en toda Europa puede mitigar parcialmente los efectos de la guerra comercial, si bien también anticipar una presión sobre la deuda y los tipos de interés», han advertido los expertos.
POSIBLES MEDIDAS PROTECCIONISTAS DE OTROS PAÍSES
Para Funcas, no es descartable que algunos países incurran en medidas proteccionistas, ante la perspectiva de un sistema multilateral en crisis. Además, los expertos creen que las empresas afectadas por el proteccionismo van a reorientar sus exportaciones hacia los países con capacidad de compra para así compensar el desplome anticipado de las ventas en EEUU.
«El efecto desvío amenaza sin embargo con multiplicar las prácticas de ‘dumping’ o de vulneración de las reglas comerciales, en detrimento de las economías europeas donde dichas prácticas están más estrechamente vigiladas», ha advertido Funcas.
También preocupa el crecimiento exponencial de las importaciones en línea de productos fabricados en China que, por su valor (inferior a 150 euros por envío) están exentos de impuestos en Europa. Una de las medidas decretadas por EEUU consiste precisamente en la imposición de restricciones a este tipo de comercio, que podría desviarse hacia Europa.
POSIBLE BAJADA DE PRECIOS DEL VINO Y EL ACEITE EN ESPAÑA
Son varias las vías por las que la guerra comercial puede impactar sobre la inflación o precios, con efectos contrapuestos, y que pueden cambiar de signo con el paso del tiempo. Los aranceles impuestos por EEUU a los productos españoles, en principio, no tienen un impacto directo sobre los precios pagados por los consumidores españoles.
Lo que puede ocurrir es que determinados productos de gran consumo, como el aceite o el vino, al cerrarse –o reducirse sensiblemente– el mercado norteamericano, dirijan sus ventas al mercado nacional, lo que supondría, a corto plazo, una bajada de sus precios para los consumidores españoles.
Más a largo plazo, Funcas prevé que los productores podrían reorganizar su actividad exportadora y encontrar mercados alternativos, lo que devolvería los precios al nivel anterior.
En el caso de que esto último no fuera posible, si los precios de venta en el mercado español no ofrecen los márgenes adecuados para mantener la actividad a largo plazo, el resultado final sería una destrucción permanente de la actividad e igualmente el retorno a los precios originales.
También existen efectos indirectos que podrían influir en los precios al consumo. Por ejemplo, el práctico cierre del mercado estadounidense a las ventas de poco valor a través de internet procedentes de China, que afectan a empresas de gran dimensión y con un volumen muy importante de actividad, obligaría a estas a dirigir ese excedente que ya no pueden vender en EEUU hacia el mercado europeo, reduciendo el margen al mínimo o incluso a pérdidas, lo que también tendría un efecto a la baja sobre los precios.
Nuevamente, a largo plazo, si esa actividad no fuera sostenible para esas empresas, y se asume como permanente el cierre del mercado norteamericano, la producción se ajustaría y los precios retornarían al nivel original.
Según Funcas, los principales canales por los que el impacto podría ser alcista sobre los precios son dos. En primer lugar, los aranceles que la UE imponga a EEUU como represalia. No obstante, son muy pocos los bienes al consumo que España importa de ese país, por lo que este efecto sobre el IPC español sería irrelevante.
En segundo lugar, los aranceles sobre bienes intermedios utilizados en los procesos de producción también podrían acabar trasladándose, en su totalidad o en parte, a lo largo de la cadena de producción, hacia los precios finales al consumo. Este efecto tampoco es probable que sea de gran magnitud, según Funcas, salvo que la respuesta europea alcanza una agresividad mayor de la que ahora se plantea.
Por último, Funcas considera que si la guerra arancelaria acaba derivando en una recesión, el impacto sería fundamentalmente deflacionario.