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España propone a la UE un fondo común temporal para financiar de forma rápida proyectos de seguridad

La reunión informal de ministros europeos de Economía y Finanzas (Ecofin) en Varsovia que ha concluido este sábado tenía como propósito, además de revisar la situación tras la guerra comercial desatada por Estados Unidos, abrir una tormenta de ideas sobre cómo acelerar el gasto en seguridad de Europa. Y España ha lanzado una idea concreta: establecer un fondo común temporal que acelere la inversión en proyectos de defensa a gran escala, así como las compras conjuntas. Un mecanismo que estaría, además, abierto a socios extracomunitarios.

Según ha explicado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a sus homólogos, se trataría de una “solución transitoria, práctica y rápida”. Algo que, ante las amenazas de seguridad “sin precedentes” en la historia reciente que afronta Europa, permitiría fortalecer con más celeridad la seguridad de la UE, al menos hasta que la defensa esté completamente integrada en el presupuesto europeo. La Comisión quiere que los Veintisiete hayan aumentado significativamente su capacidad defensiva para 2030, y por ello hace unas semanas presentó una hoja de ruta, el denominado Libro blanco de la defensa, en el que España dice inspirarse para la nueva iniciativa.

“La propuesta no solo pretende aumentar el gasto de inmediato sino utilizar esos recursos de manera más eficiente, coordinando las necesidades de seguridad del continente”, explicó Cuerpo en Varsovia, donde también se han discutido otras iniciativas, como otro fondo impulsado por Polonia que, además de compras conjuntas, prevé un mecanismo para compartir material estratégico entre los Estados.

El comisario de Economía, Valdis Dombrovskis, aseguró al término de la cita que Bruselas está “dispuesta a explorar nuevos pasos y vías” como la española, más allá de las propias propuestas de la Comisión. Esta presentó en marzo un plan que aspira a movilizar hasta 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años, entre los que se incluye un paquete de préstamos para compras militares conjuntas por 150.000 millones de euros (el denominado SAFE). La iniciativa española “encaja bien” en las discusiones en marcha, agregó Dombrovskis.

El objetivo del fondo propuesto por España sería crear ese bote común con aportaciones de los Estados para luego proporcionar subvenciones y préstamos para proyectos europeos de defensa “a gran escala”. También permitiría cubrir las carencias de capacidad mediante la adquisición conjunta de material bélico. Una medida coincidente con otras ideas lanzadas en las últimas semanas y que respalda Bruselas, ya que además de acelerar la producción, debería abaratar costes, según el equipo español. Finalmente, España confía en que este mecanismo estimularía la investigación, tecnología e innovación en defensa para garantizar la “interoperabilidad”, un desafío clave en una Europa con una excesiva fragmentación de la industria bélica (hay por ejemplo 12 modelos de tanques distintos, frente a uno solo estadounidense).

España plantea este fondo como un vehículo de propósito especial (SPV, por sus siglas en inglés), una entidad creada específicamente para un fin concreto, lo que facilitaría la captación de capitales para el mismo. La propuesta prevé que este instrumento sea financiado con contribuciones de los Estados miembros, pero que esté abierto también a países no pertenecientes a la UE (en la mira están en estos casos siempre Noruega y Reino Unido, sobre todo). Se prevé además que los participantes puedan realizar aportaciones voluntarias complementarias.

Según los planes del Ministerio de Economía, esta financiación podría completarse con otras fuentes comunitarias, como emisiones de deuda común, o haciendo uso del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate de la eurozona. Asimismo, España plantea poder usar los más de 200.000 millones de euros que hay en activos rusos inmovilizados en la UE, si bien este extremo sigue creando bastantes reticencias en el seno de la Comisión Europea. De hecho, ha recordado Dombrovskis, los ingresos extraordinarios que generan los activos rusos inmovilizados por las sanciones son usados actualmente para financiar el préstamo a Ucrania por hasta 46.000 millones de euros que acordó el G7 el año pasado.

En la cita, los ministros de Economía y Finanzas también han analizado la propuesta de la Comisión de una cláusula de escape del pacto de estabilidad europeo propuesta por Bruselas para incrementar el gasto en seguridad, y que Dombrovskis instó a activar lo antes posible para que pueda ser aprobada en julio.

Las reglas fiscales de la UE limitan el déficit anual máximo de los países al 3% de su PIB, y esta cláusula que ha propuesto Bruselas en el marco de su plan de aumento del gasto en defensa congela esa obligación por un tiempo: en principio durante cuatro años, aunque esa fecha se podría revisar al alza antes de que acabe ese plazo. Los países que soliciten esta cláusula de escape, que tienen que hacerlo de forma individualizada, podrán gastar en defensa hasta un 1,5% más del PIB fuera del techo de déficit sin ser penalizados.

En el libro blanco de la Comisión se establece el plazo para solicitar esta cláusula “hasta finales de abril”. Dombrovskis aseguró que no es una fecha estricta, pero sí dejó clara la impaciencia de su equipo para recibir las peticiones, para poder lanzar el proceso de aceptación cuanto antes. El comisario, que aseguró que una “gran mayoría” de países están “considerando” solicitarla, señaló que hacerlo en el plazo propuesto facilitaría la “coordinación” de los trabajos y su aprobación rápida. “La Comisión está lista para analizar rápidamente las peticiones recibidas y adoptar recomendaciones en junio, para que sean adoptadas por el Consejo en julio”, explicó.