En la historia del cine hay complementos que se han ganado un lugar propio en la memoria colectiva: el látigo de Indiana Jones, el sombrero de Humphrey Bogart, los zapatos rojos de Dorothy… y por supuesto, un bigote. No uno cualquiera, sino el más perfectamente recortado, simétrico y algo arrogante que haya paseado por una pantalla. Ese mostacho es algo más que pelo facial: representa el orden, el método y el intelecto. También la vanidad. Y detrás de ese mostacho hay un hombre con una mente tan afilada como su peine de bolsillo.
Ese hombre vuelve a ponerse en marcha en ‘Misterio en Venecia’, tercera entrega de las adaptaciones cinematográficas de Kenneth Branagh basadas en las novelas de Agatha Christie, y que marca una interesante evolución en tono y forma con respecto a sus predecesoras. Tras el esplendor exótico de ‘Asesinato en el Orient Express’ y la sensual opulencia de ‘Muerte en el Nilo’, esta nueva aventura se sumerge en una atmósfera mucho más tenebrosa. Esta tercera entrega que puedes ver en Disney+ y, también, en Prime Video, se aleja del sol para flirtear abiertamente con el cine de terror (entendámonos, no llega a entrar en la lista de las mejores películas de terror de la historia del cine), sin perder de vista su alma de thriller detectivesco.
De hecho, como señalamos en la crítica de ‘Fotogramas’ a ‘Misterio en Venecia’: «Branagh y su guionista, Michael Green, abandonan el retablo Christie con sus muñecos de cera y abrazan directamente una historia de fantasmas para lograr la mejor película de esta, de momento, trilogía. La más ‘infiel’ a la letra de la autora británica, pero la más fiel en el espíritu». Para otros medios como The Washington Post, la película «mezcla el misterio con lo paranormal y ofrece una película emocionante y llena de tensión».
La historia parte de una premisa sugerente: en una Venecia decadente, envuelta en niebla y superstición, un Poirot ya retirado y cínico acepta -no sin cierta reticencia- asistir a una sesión de espiritismo en un palacio veneciano en ruinas. Como es de esperar, la velada no transcurre según lo previsto y lo que comienza como un juego de salón se convierte rápidamente en un crimen real. Poirot, siempre escéptico, tendrá que enfrentarse no solo a los sospechosos, sino a sus propias dudas sobre lo racional y lo inexplicable.
Branagh, que dirige y protagoniza la cinta, apuesta aquí por una puesta en escena mucho más contenida y estilizada que en entregas anteriores. El barroquismo de otros escenarios da paso a planos claustrofóbicos, luces que parpadean y reflejos en el agua, aprovechando al máximo el halo de misterio veneciano, recordando por momentos a algunas de las mejores películas de casas encantadas. En este sentido, la película se apoya en el miedo a lo que no se ve, a lo que apenas se intuye. El reparto, como viene siendo habitual en la trilogía de Branagh, cumple con solvencia. Además de Michelle Yeoh, nos encontramos a una Tina Fey con un personaje más alejado de papeles cómicos. Todos orbitan en torno a Branagh, que sigue afinando su versión de Poirot: más humano, más desencantado, pero sin perder su obsesión por la lógica y el detalle.
‘Misterio en Venecia’ no es solo una de las mejores películas de suspense y misterio de los últimos años, sino una interesante reinvención del personaje y del género. A los más puristas quizá les chirríe el giro hacia lo sobrenatural, pero lo cierto es que la historia mantiene su lógica interna y nunca traiciona los principios básicos del detective belga. Todo tiene una explicación. O casi todo…
Jorge es experto en cine, series y cómics. Sus géneros favoritos son el terror y la ciencia ficción, el perfecto equilibrio entre el atronador grito del slasher y el inquietante silencio del espacio y, aunque coquetea con el cine de autor en busca de esa joya oculta alejada del mainstream, él no se esconde, lo suyo es el cine comercial de la mano de Marvel, Star Wars, DC y Pixar.
Este inquieto periodista descubrió hace unos años el misticismo de ‘Twin Peaks’ y, desde entonces, es tan solo un concepto más atrapado dentro de la cabeza de David Lynch. Cuando consigue escapar de la Logia Negra, revisita la filmografía del maestro Carpenter, se pierde de nuevo entre las páginas del ‘Watchmen’ de Moore y Gibbons o se lanza en busca de nuevas emociones en formato miniserie.
Tras su fugaz paso por medios como TVE, RNE y la sección de TV y comunicación de La Razón, Jorge lleva más de una década en el delirante mundo de las agencias de publicidad, donde ha tenido la oportunidad de formar parte de diversos equipos de comunicación que le han permitido participar en saraos, eventos, junkets y gestiones varias con intérpretes de la talla de Antonio de la Torre, Jared Harris, Kim Dickens, Colman Domingo y Christina Hendricks. Llegó a FOTOGRAMAS en 2022, donde consiguió hacerse un hueco como redactor para escribir sobre las series más populares, las mejores películas de Alfred Hitchcock o todo lo relacionado con las franquicias, reboots, precuelas, secuelas, recuelas y disparates varios del momento, retomando de esta forma su pasión por el periodismo y el cine.
Jorge es licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, además de ser realizador por el Instituto RTVE, donde adquirió nociones de preproducción, producción y posproducción de audiovisuales.