Madrid (EFE).- BBVA Research prevé que el precio de la vivienda crezca en torno al 6,5 % de promedio anual en los siguientes dos años, algo más en 2025 que en 2026, un ejercicio, este último, para el que estima que las compraventas superen las 800.000 unidades.
La actividad constructora mantendrá tasas de crecimiento elevadas, aunque en términos de volumen las viviendas iniciadas se moverán en el entorno de las 310.000 unidades, unas 80.000 más que las que se terminarán en el bienio actual, un volumen que califica de escaso para las actuales necesidades.
Según BBVA Research la tensión en el mercado no cesará si no aumenta la oferta de manera significativa. Por ello, subraya que las administraciones tienen un papel clave para propiciar la promoción de vivienda y defiende que es necesario alcanzar un consenso político que incentive la inversión en el sector e incremente la oferta de viviendas a precio asequible.
Medio millón de déficit en cuatro años y precios al alza
Entre 2021 y 2024 la creación de hogares fue de casi 800.000, mientras que las viviendas terminadas se movieron en 400.000. Si además se tiene en cuenta que de este volumen el 33 % fue para extranjeros y segundas residencias, la diferencia en estos cuatro últimos años superó el medio millón de unidades, a lo que hay que sumar lo acumulado anteriormente.
El análisis realizado por Félix Lores concluye que aunque los niveles actuales de precios no alcanzan aún los picos históricos, la tendencia es ascendente, especialmente en grandes ciudades y zonas costeras donde hay un espacio limitado y mayor peso del turismo y de la demanda extranjera.
Las subidas de precios se extienden también al alquiler, donde crecen con más fuerza y el esfuerzo de los hogares en términos de renta salarial es superior que en la compraventa.
Mientras continúen las caídas de los tipos de interés, aumente la liquidez y el mercado del alquiler continúe afectado por una regulación que desincentive el crecimiento de la oferta, el esfuerzo de acceso alquiler podría seguir creciendo, señala el departamento de estudios de la entidad.
«Para muchas familias los incentivos de pasarse del alquiler a la propiedad son importantes y la acumulación de ahorros para pagar la entrada podría estar siendo una de las mayores restricciones», agrega.
Construir sigue siendo un reto
Hoy por hoy, acceder a una vivienda se ha vuelto, para muchos, una travesía más compleja y construir sigue siendo un reto ante la falta de suelo, la complejidad burocrática de los procesos de transformación del suelo y la escasez de mano de obra especializada, lo que complica el inicio de nuevos proyectos.
A este respecto insiste en los dilatados plazos para llevar a cabo desarrollos urbanísticos, que alargan de manera «desmesurada» los proyectos, los tiempos para conseguir las licencias, las vacantes laborales en el sector -que se han multiplicado por cinco en los últimos cuatro años- y el envejecimiento que presenta.