El Partido Popular no quiere mojarse aún con ninguna propuesta concreta sobre cómo incrementar el gasto militar. Sí está de acuerdo en elevarlo de manera notable, pero no prevé iniciar de manera proactiva una negociación con el Gobierno. «Aumentar el gasto militar y en defensa, sí, pero ¿cómo y en qué partidas?», apuntan fuentes de la dirección nacional de los populares. Génova primero esperará a que el PSOE calibre los apoyos que tiene entre sus socios para cumplir con las exigencias de la OTAN, y después, ya verá. Y sólo si Pedro Sánchez llama a Alberto Núñez Feijóo. «El señor Sánchez primero tiene que informarme. Segundo, pedírmelo. Y tercero, le responderé. Por este orden», dijo el líder del PP en su entrevista con EL MUNDO, publicada el lunes.
Antes de eso, el PP quiere que cale en la opinión pública que los socios de Sánchez no son fiables para afrontar un contexto internacional marcado por la deriva de Donald Trump y Vladímir Putin. « No vamos a ahorrar al Gobierno la posibilidad de darnos el espectáculo de ver cómo se pelean en directo, como la otra vez» con el SMI, aseguran las mismas fuentes. «Nos va a gustar mucho ver la discrepancia interna de la coalición» de PSOE y Sumar. «No nos vamos a ahorrar ese espectáculo», insisten.
Después, comenzarán a afinar cómo se articula el incremento del gasto para llegar, como poco, al umbral del 2% del PIB comprometido anteriormente con la OTAN. Y que el PP Europeo ya ha elevado por encima del 3%, ahora que Europa ha caído en la cuenta -tras las amenazas de Trump- de que debe incrementar su esfuerzo en defensa. De hecho, el acuerdo del PPE respaldado por Alberto Núñez Feijóo, dice: «Necesitamos un aumento excepcional del gasto de defensa de los estados miembros hasta más del 3% y sobre la base de los compromisos ya acordados».
En cualquier caso, en el PP español aseguran que «no se fían» de Sánchez ni para esto. «No sabemos en qué va a ser el aumento. ¿Todo en sueldos? ¿Tanques? ¿Cohetes? No lo sabemos, y no nos fiamos», inciden fuentes del entorno de Feijóo. Pero sí hay algo en lo que los populares están de acuerdo de partida, en «aumentar los efectivos» militares en activo de España. «Lo compartimos». En este punto, Génova remite al programa electoral de las elecciones generales de julio de 2023, como punto de partida de sus propuestas. En él se abogaba por elevar «el número de efectivos en activo de las Fuerzas Armadas durante dos legislaturas hasta alcanzar los 140.000 previstos» como tope en la Ley de la Carrera Militar de 2007.
116.400 militares en activo
A inicios de 2024, en España había 116.410 militares en activo, según el Observatorio de la Vida Militar. Es decir, que para cumplir con el compromiso electoral del PP, hasta 2031 la cifra de efectivos debería aumentar en 23.590. Pero otras fuentes del PP consultadas por este diario aseguran que las nuevas circunstancias europeas hacen necesario «acelerar» estos plazos e invertir más en defensa y en seguridad cuanto antes. Es decir, llegar a 140.000 militares activos antes de 2030 en todo caso.
Si los populares venían defendiendo que hay que llegar pronto al 2% del PIB, ahora que el PP Europeo apuesta por superar el 3%, se hace más apremiante el impulso a las Fuerzas Armadas. En su programa, el PP también proponía mejorar las «condiciones sociolaborales» de los militares, «resolviendo años de injusticia, de acuerdo con los parámetros del Observatorio de la Vida Militar y con los principios de mérito y capacidad». «Se computarán los años de servicio en las Fuerzas Armadas para todas las ofertas públicas de empleo, en especial para aquellos cuerpos y funciones relacionados con la seguridad del Estado, incluidas las policías autonómicas y locales respetando los marcos competenciales», añadían, antes de prometer más inversión «en recursos y medios, especialmente tecnológicos y digitales, para responder a los riesgos que puedan presentarse».
En la entrevista con este diario, Feijóo dijo: «Tenemos que ver la defensa no sólo como un gasto, sino como una oportunidad de inversión y de I+D+i, como los grandes países». Pero también dijo que «España no es un país fiable para la OTAN ni para la UE, de ahí nuestra debilidad extrema en nuestras relaciones con EEUU». «España no tiene en estos momentos fiabilidad en política exterior y de defensa», insistió.
El plan del Gobierno es cumplir con su compromiso de llegar al 2% del PIB en 2029 o articular mecanismos mancomunados de financiación en la UE, en un contexto en el que la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y la llegada de Mark Rutte a la OTAN han incrementado notablemente la presión.
Por eso, y porque sabe que Podemos está absolutamente en contra de elevar el gasto militar, Pedro Sánchez no cierra en absoluto la puerta a la negociación con Alberto Núñez Feijóo en el futuro. Así lo aseguraron a este diario fuentes de La Moncloa el pasado martes. Aunque sea por un mero principio de prudencia, ese escenario está sobre la mesa. «El Gobierno está dispuesto a dialogar con todos», incluido el PP, apuntaron las fuentes.
Actualmente España gasta un 1,23% de su PIB en estas partidas, y es el socio de la OTAN con peor porcentaje. Comoquiera que Sánchez necesita a todos sus socios en todas las votaciones -más aún en las de los Presupuestos, que requieren mayoría absoluta en cada una de las secciones que se van votando-, la vía de llamar al PP dibuja un horizonte posibilista. Pero en Génova insisten en que ellos están en la oposición «para cambiar» a Sánchez. Y en que no se fían de él.
España es partidaria de que Bruselas coordine un incremento del gasto en defensa, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, reconoció esta misma semana que es «impensable alcanzar los incrementos» que se piden ahora. En vez del 2% del PIB, Donald Trump ya ha hablado de un 5%. «Es legítimo tener una reflexión y un nuevo planteamiento sobre el gasto conjunto que desde Bruselas tenemos que hacer los europeos en materia de seguridad», dijo el ministro español.
En el Gobierno subrayan que el presupuesto de Defensa subió un 26% en los Presupuestos de 2023, aún vigentes. «Hemos multiplicado el gasto, pero también ha crecido mucho el PIB», lo que hace más difícil llegar al 2%, en términos relativos.