Barcelona (EFE).- El MNAC reúne por primera vez en una exposición dedicada al pintor Francisco de Zurbarán las tres versiones que pintó de ‘San Francisco de Asís según la visión del papa Nicolás V’. Esta es una de sus obras cumbre. La muestra confronta algunas de sus cuadros con las de artistas contemporáneos.
Las tres versiones del ‘San Francisco de Asís’, pintadas entre 1635 y 1645, se han reunido gracias a la colaboración entre el MNAC, el Musée des Beaux Arts de Lyon y el Boston Museum of Fine Arts. Estos son los propietarios de los tres cuadros.
El conservador del Renacimiento y Barroco del museo, Joan Yeguas, ha explicado este jueves en la presentación que «la posibilidad absolutamente excepcional de poder confrontar las pinturas aporta una nueva luz sobre cada una de ellas».
La obra del MNAC ha sido sometida a un profundo proceso de restauración. Esto ha permitido recuperar su aspecto original y sacar a la luz detalles ocultos por el paso del tiempo.
Una noticia falsa de la época
En la visión de San Francisco por el papa Nicolás V, Zurbarán plasma un episodio legendario. Es «una noticia falsa de la época», según el cual el pontífice solicitó ver el cuerpo momificado del santo en la cripta de la basílica de Asís.
El pintor, comenta Yeguas, condensa una acción narrativa compleja poniendo el foco en lo esencial y solamente muestra la visión subjetiva del Papa.
«Zurbarán dispone la figura de San Francisco como si se tratara de una obra de arte en un museo. Trabaja con la luz, el espacio y la construcción geométrica. Le otorga así fuerza interior y una presencia prodigiosa, consiguiendo que parezca que la momia del santo tenga vida propia», apunta el comisario.
A partir de la contemplación de lo real, las imágenes transportan al espectador más allá de la realidad, o a su interior, su alma.
Copia del MNAC restaurada
La restauración de la versión del MNAC, patrocinada por la Fundación Francisco Godia, ha desvelado el fondo, oculto bajo repintes que falseaban el contexto original. También ha recuperado su profundidad y la volumetría de la figura. Esto se nota en los pliegues del hábito del santo o el vello de su rostro, de las cejas y la barba, que ahora se puede apreciar.
Esta exposición reúne también otras obras de Zurbarán, entre ellas las dos versiones gemelas, sutilmente diferentes, de su célebre ‘Bodegón con cacharros’ (c.1650; Museo del Prado y MNAC). En estas obras, Zurbarán genera «una estética del vacío, de la distancia y de la presencia, y del silencio, en la que no se distingue entre lo cotidiano y el misterio religioso».
‘San Francisco en oración’ (1659), ‘Beato Enrique Susón’ (1636-1638), ‘Inmaculada Concepción’ (1632), ‘Agnus Dei’ (1632), ‘Bodegón con plato de membrillos’ (1633-1635), ‘Santo Domingo de Guzman leyendo’ (1630-1635) o ‘La Santa Faz’ (c.1660) son otras de las piezas de Zurbarán expuestas.
Implicación del Museo del Prado
El director del MNAC, Pepe Serra, ha agradecido «la implicación decidida» del Prado en este proyecto expositivo. «Ha cedido para la ocasión la ‘Virgen de la Merced con dos mercedarios’ (1635-1640), que la pinacoteca madrileña adquirió en enero pasado y que se verá antes en Barcelona que en Madrid».
Zurbarán demuestra que el arte trasciende la realidad y convierte sus obras en «dispositivos para la contemplación profunda, para la meditación». Esto invita a una experiencia espiritual.
La exposición, que se podrá visitar hasta el 29 de junio, muestra también cómo la obra del maestro del barroco ha llegado a la contemporaneidad. Ofrece el testimonio de la «fascinación» que ha producido en artistas contemporáneos con quienes se aprecia una continuidad en la síntesis formal y la aspiración espiritual. Estos artistas incluyen a Alfons Borrell, Toni Catany, Joan Hernández Pijuan, Josep Guinovart, Antoni Llena, Aurèlia Muñoz, Marta Povo y Antoni Tàpies, así como a Antoni Llena y Eulàlia Valldosera. Ellos han creado obras especialmente para esta exposición.
La simplicidad y la pureza de sus formas se acerca a una sensibilidad contemporánea. Esto se puede apreciar en la muestra en ‘Gran tela gris para Documenta’ de Tàpies; ‘Homenaje a Zurbarán’ de Guinovart; ‘SOS: señales de humo desde un subsuelo. Zurbarán’ de Llena; o en ‘María (a Francisco de Zurbarán)’ de Valldosera.