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El juez deja en libertad a los tres detenidos con el ordenador robado de la defensa del novio de Ayuso

Las tres personas detenidas el pasado miércoles -un hombre y dos mujeres de nacionalidad marroquí- en el puerto de Algeciras con el ordenador robado a la abogada del novio de Isabel Díaz Ayuso han quedado en libertad tras declarar ante el juez en la mañana de este viernes. Los arrestados están imputados por un delito contra el patrimonio, según ha podido saber EL MUNDO.

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Algeciras ha acordado la libertad provisional sin fianza y los tres tendrán la obligación de personarse en el juzgado a firmar cada quince días además de no poder salir de España.

La Guardia Civil los detuvo la tarde-noche de este miércoles en el Puerto de Algeciras tras recibir el aviso de sus compañeros de Alicante, que son los que dirigen la investigación. El hombre, principal imputado y representado por el prestigioso penalista de Alicante José Luis Sánchez Calvo, conducía la furgoneta en la que había más objetos robados sin relación con la letrada. En ningún momento colaboró cuando le dieron el alto y se procedió a registrar el coche. Este periódico se ha puesto en contacto con Sánchez Calvo pero ha declinado pronunciarse sobre el caso.

Los agentes del Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de Alicante alertaron a Algeciras tras haber rastreado la furgoneta durante su trayecto. Al darles el alto, los guardias civiles tuvieron que sacar todas las maletas y las cajas que había dentro del vehículo porque el hombre se negaba a hacerlo. Junto al Macbook Air de la letrada del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid había otros ordenadores, relojes, tablets, ropa y patinetes electrónicos presuntamente robados, tal como adelantó este periódico.

En el momento en el que apareció el Macbook Air, los agentes comprobaron que el número de serie coincidía con el dispositivo sustraído. El ordenador desapareció en una vivienda de Guardamar del Segura (Alicante) que es propiedad de la letrada de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña.

La abogada interpuso la denuncia en el puesto de la Guardia Civil de la localidad alicantina el pasado 12 de enero, justo después del robo, pensando que se trataba de una sustracción sin más. Sin embargo, los posteriores robos que aseguraron haber sufrido otro letrado próximo a la pareja de Ayuso y el arquitecto que participó en la reforma de la casa en la que vive la pareja hicieron que realizara una ampliación de la denuncia por si los hechos pudieran estar relacionados.

En ella se incluyen varios allanamientos de morada al otro abogado y al arquitecto. Además, varios desconocidos irrumpieron en la segunda residencia del fiscalista Carlos Neira, donde estuvo en Navidad y desde donde trabajó en el caso, pero no se llevaron nada dado que no conservaba ningún dispositivo informático.

Hasta el momento, la investigación apunta a que los detenidos pudieron ser contactados por un grupo dedicado a robar dispositivos electrónicos en España para, después, venderlos en Marruecos. Los primeros pespuntes de la investigación apuntan a que quienes entraron a robar en casa de la abogada integran un grupo activo en la zona del sur de Alicante cuya casuística principal pivota sobre las segundas residencias. Al margen del robo del ordenador de la letrada, el equipo jurídico también denunció que González Amador percibió que habían violentado su vehículo en el garaje de su trabajo y que no se llevaron ni las tarjetas de crédito ni el dinero que había en su interior. Antes había observado un coche sospechoso con múltiples antenas en el techo en los alrededores de su domicilio.

Aunque en su momento no lo denunció por no haberle sido sustraído nada del interior, a la vista de los acontecimientos, lo puso en conocimiento de la Guardia Civil. Por último, el pasado fin de semana varios desconocidos irrumpieron en el domicilio del arquitecto. La abogada puntualizaba ayer que el resto de objetos robados no han aparecido: «Me informan que no han encontrado el resto de dispositivos electrónicos (tabletas, otro ordenador MAC más antiguo…) sustraídos en mi domicilio».