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El Gobierno ofrece a las CCAA gastar más para atraer a Junts y dividir al PP

Moncloa intenta aprovechar el acercamiento a Junts con un nuevo acuerdo clave. El Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a ofrecer más margen de gasto a las comunidades autónomas para intentar un acuerdo con Junts y resolver así un paso previo necesario para intentar sacar adelante unos eventuales Presupuestos

De momento se trata de aprobar por fin los llamados objetivos de estabilidad, la senda de déficit que deben cumplir tanto la Administración Central como las autonómicas y locales. Hay movimiento para lograrlo.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, está dispuesta a reabrir la negociación con Junts. Fuentes de Hacienda se limitan a señalar que ya se anunció disposición a negociar cambios en la senda de déficit, pero otras fuentes conocedoras aseguran a EL MUNDO que Montero tantea a Junts con elevar significativamente el déficit permitido para las comunidades autónomas para el período 2025-2027. Es decir, un horizonte hasta el teórico final de la legislatura.

Según estas fuentes, María Jesús Montero baraja con Junts que el objetivo de déficit permitido no sea ya el 0,1%, como tumbó el Parlamento, sino del 0,4% o incluso el 0,5% del PIB regional.

Eso implica una suavización del ajuste para las comunidades en cumplimiento de las nuevas reglas fiscales. También es una apertura por parte de Montero, que se negó durante 2024 a conceder margen de un déficit superior al 0,1%, pese a que el PP reclamaba un 0,3% y Junts hasta el 0,8%.

Por dos veces intentó el Gobierno que su senda fuera aprobada en el Parlamento, pero nunca logró mayoría y, en el segundo intento, retiró su propuesta el pasado septiembre. Lo que sí arrancó Montero fue una abstención de las comunidades del PP a su pretensión de limitar el déficit al 0,1%, pero el partido votó posteriormente en contra en Las Cortes.

Fuentes de Hacienda no descartan que presente la nueva en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del próximo 26 de febrero. Pero, para ello, debe alcanzar antes un acuerdo con, al menos, Junts, que ha rechazado hasta ahora de plano que la Administración Central disponga de mucho más margen de déficit que las comunidades autónomas.

Junts estaría así trabajando para que logre más margen presupuestario su rival político, el actual presidente de la Generalitat, Salvador Illa. Para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, facilita hacer esta concesión el hecho de que sea Illa el beneficiario puesto que es él y no Carles Puigdemont quien gobierna la Generalitat.

Sánchez exhibiría con este acuerdo que el PP está al margen de las grandes decisiones , pese a que gobierna la mayoría de comunidades. E implicaría una presión sobre el PP en el sentido de que acercaría los Presupuestos del Estado, pero en Génova consideran que esta actitud del presidente se vuelve en contra del PSOE.

Consejeros de Hacienda del PP consultados conocedores de la apertura de Montero con Junts avanzan críticas. Aunque a ellos les beneficia disponer de más margen de déficit en 2025 y los próximos años, reprochan que Montero muestre disposición a conceder al partido de Carles Puigdemont, lo que les negó a ellos de forma sistemática en el último CPFF, celebrado el 15 de julio.

«Si Montero le da a Junts más incluso que lo que pedimos nosotros estará aún más claro lo presa que está de los independentistas», afirman en una consejería del PP. «Es otra de las paradojas de Montero por sus enjuagues políticos. Conceder más déficit equivale a permitir más deuda a las comunidades y, al tiempo, quiere condonar esa deuda», subrayan en otra. La vicepresidenta primera sostuvo el pasado verano que ya había sido suficientemente generosa con las comunidades al permitir que tengan un déficit de una décima en estos próximos tres años cuando su planteamiento inicial era forzar un superávit del 0,1%. Acusó también de irresponsabilidad al PP, porque, al no aceptar la nueva senda, se les aplicaría la anterior, que es más dura. El portavoz económico del PP, Juan Bravo, resaltó que era una cuestión de principio rechazar que la Administración Central se reserve la flexibilidad e imponga un margen más estricto a las comunidades y ayuntamientos.

El planteamiento de Montero en los objetivos de estabilidad que retiró era que la Administración Central pudiera tener un déficit del 2,2% en el 2025, del 1,8% en el 2026 y del 1,5% en el 2027. Para las comunidades, el mencionado 0.1% todos los años y, para los ayuntamientos, déficit cero hasta 2027.

La vicepresidenta necesita teóricamente salvar la senda como paso previo para un anteproyecto de Presupuestos para este año, aunque el calendario oficial está ya muy descabalgado. Debió haber sacado ya la senda en julio y los presupuestos en septiembre para respetar las fechas.