España no es de los países más expuestos directamente a la descarga arancelaria de Donald Trump, pero aun así el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos se verá comprometido por la guerra comercial que la Casa Blanca le ha declarado al resto del mundo salvo contadas excepciones como Rusia con el pretexto de que apenas tienen intercambios comerciales. Un argumento que suena a excusa cuando España es uno de los pocos países de la UE con los que Washington sale ganando en la balanza bilateral de mercancías con Madrid: Estados Unidos tuvo un superávit comercial de 9.319 millones de euros en 2023 y de 10.013 millones en 2024 en el intercambio de bienes, según datos de la Cámara de Comercio de España. Una condición que Trump no ha tenido en cuenta y que supone que unos 15.000 millones de los 18.600 millones anuales de exportaciones españolas a su principal socio comercial fuera de la UE se encuentren bajo la amenaza de los aranceles, tanto los que ya han entrado en vigor como los que anunció la semana pasada. Por mucho que las bolsas continentales se hayan dado un respiro tras el terremoto bursátil en el que el Ibex 35 se ha dejado en solo tres sesiones un 11,5% de su valor. Traducido a román paladino: una pérdida por valor de 95.800 millones de euros.
“Dentro de las más de 18.600 millones de exportaciones que tenemos con Estados Unidos, más o menos el 80% se vería afectado por esa subida de aranceles”, ha aseverado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante la presentación del real decreto posterior al Consejo de Ministros con el que España pretende mitigar el primer zarpazo de Trump, que se ha interpretado como el inicio de un nuevo orden mundial y que pone en barbecho casi un siglo de atlantismo. “Vamos a ver ahora cuál va siendo, día a día, la capacidad de competir en nuestras empresas en este entorno de incertidumbre y, en función de eso, iremos redirigiendo la respuesta e iremos valorando si son necesarias o no medidas de apoyo directo”, ha abundado Cuerpo.
Las ventas de empresas españolas a Estados Unidos superaron los 18.000 millones durante el año pasado, según los datos actualizados de la Cámara de Comercio de España. En 2024 se produjeron más de 2,5 millones de operaciones de exportaciones desde algo más de 1.500 compañías españolas. La mayor parte de las ventas españolas a la primera potencia mundial comprenden productos industriales y tecnología, según la recopilación estadística de la Cámara. Un vistazo a los capítulos de productos que más se exportan a EE UU permite descubrir que las empresas españolas lo que más colocan al otro lado del Atlántico es maquinaria mecánica y eléctrica, sobre todo motores. Otros de los productos que generan más comercio desde nuestro país a EE UU son turborreactores, turbohélices y turbinas de gas, materiales para reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos, material eléctrico, aparatos de grabación y reproducción de sonido e imagen, grasas y aceites animales o vegetales, combustibles minerales, productos farmacéuticos, aceites esenciales y preparaciones de perfumería, productos diversos de las industrias químicas, manufacturas de fundición, de hierro o acero, productos cerámicos y preparaciones de hortalizas, frutas entre otros.
Aun así, el ministro ha sido prudente a la hora de calcular el impacto de las medidas arancelarias de Trump sobre la economía. Ha insistido en que es pronto para saberlo, pero que será poco significativo y ha citado a analistas que apuntan “a décimas”, aunque otros elevan el golpe hasta el medio punto de PIB.
El ministro de Economía, al que Pedro Sánchez ha encargado la reacción española y las negociaciones con el PP y el resto de partidos para consensuar el diseño de una red de seguridad abierta a ideas y propuestas por encima de las siglas, ha logrado una tregua, que no se sabe cuánto durará, entre los dos grandes partidos hasta el punto de intercambiarse documentos. Génova considera insuficientes las medidas que el Ejecutivo le ha aceptado y ha incorporado al real decreto mientras en La Moncloa destacan que sí se han atendido las principales. El real decreto reduce la moratoria contable e incorpora al diálogo a las comunidades autónomas como reclamaba el partido de Alberto Núñez Feijóo. Además, se aumenta la partida inicial de 14.100 millones con la incorporación de 220 millones más para la internacionalización de empresas con una inyección extra al Fondo de Internacionalización de la Empresa.
“Es prematuro entrar ahora a hacer una valoración o a poner sobre la mesa algún elemento adicional como un fondo de ayudas directo. Iremos viéndolo e iremos reaccionando con un diálogo continuado con los grupos. Lo que tenemos ahora sobre la mesa es un despliegue completo de toda la red de la que disponemos en materia de instrumentos financieros. No queremos que se cuele nada en cuanto a impacto sobre empresas o sectores que puedan hacer que a corto plazo tengan un problema de liquidez o de circulante y que, por lo tanto, puedan verse afectadas sin que hayamos reaccionado. Esta es la respuesta inicial”, ha expuesto el ministro que, junto a Luis Planas, el titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, está teniendo un papel más destacado en la última crisis que le ha tocado sortear al Gobierno actual tras la covid, la inflación por la guerra de Ucrania o la erupción del volcán de La Palma.
Otra novedad respecto al borrador que EL PAÍS publicó el lunes es que se añade un artículo específico sobre rendición de cuentas y transparencia: el ministro de Economía tendrá una comparecencia trimestral en el Congreso. Otro gesto a las demandas del PP es que el Gobierno reduce un año, cuando estaba pensado hasta 2026, la prórroga de la moratoria contable aplicada ya en la pandemia para evitar la quiebra de empresas por la guerra arancelaria. “Es importante señalar que esta medida es fundamental para aquellas empresas o sectores que todavía tienen una recuperación más retrasada o más retardada. En las discusiones con el grupo popular, uno de sus comentarios era que quizás la prórroga durante dos años era excesivo, que podríamos valorar la situación al finalizar 2025 y luego ajustarla. Es solo un ejemplo donde creo que queda claro de nuevo la voluntad y la capacidad de ir ajustando los márgenes que tenemos para adaptar este plan de tal forma que contribuya o que sea una respuesta conjunta”, ha explicado Cuerpo, que no ha hecho una sola crítica al principal partido de la oposición ni al resto de formaciones. Las comunidades autónomas (el PP gobierna en 12, además de en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla) formarán parte desde este jueves del diálogo abierto por el Gobierno con los diferentes niveles de la administración a través de la conferencia sectorial. “La idea es tener un plan entre todos, un plan de país. Juntos es como lograremos reforzar nuestro tejido productivo”, ha cerrado Cuerpo.