Al mes de empezar la temporada, a todo el mundo le quedó claro que Endrick también podía ser un joven osado. Contra el Stuttgart, pasó de Vinicius y Mbappé y resolvió una contra con un tiro muy lejano que no parecía la mejor solución. Y marcó, para sorpresa general. “Tiene coraje. Es capaz de hacer algo que nadie puede pensar”, reaccionó Carlo Ancelotti. Dos semanas después, en el Metropolitano, volvió a hacer la suya en otra contra clara que pudo haber decidido el derbi para el Madrid, pero esa vez no le salió cara. El Atlético empató unos minutos más tarde y al vestuario ya no le hizo tanta gracia esa nueva muestra de atrevimiento del brasileño de 18 años, comprado el pasado verano al Palmeiras por 47 millones.
El fútbol de Endrick es de gatillo fácil. Primero dispara y luego pregunta. Es el jugador del equipo que menos minutos necesita para chutar (15,5), por delante de Mbappé (19,8) y Vinicius (27,3). Testimonial en Liga y Champions, la Copa ha sido su campo de maniobras: cuatro de sus seis goles los ha producido en este torneo, donde es el máximo anotador, y con gran influencia sobre los resultados. Su doblete al Celta en la prórroga sacó al Madrid de un gran lío, metió uno en Leganés y el 0-1 de los blancos en la ida de las semifinales contra la Real Sociedad fue suyo (este martes, la vuelta a las 21.30; La 1 y Movistar). Aquella noche en Anoeta dejó una muestra de cómo se despliega: apenas intervino 18 veces en 77 minutos -el que menos con mucha diferencia-, pero dejó dos remates y una diana.
“Está trabajando muy bien, estoy encantado con él. Le he dado minutos cuando he podido y siempre los ha aprovechado. Mañana puede tener opciones porque en la Copa lo ha hecho muy bien”, comentó en la previa Carletto, que aprecia de él su capacidad para disparar rápido y potente. Más de la mitad de sus tiros han ido a puerta (17 de 32, el 53%), solo por detrás de Brahim (57%) y Mbappé (53,7%). En el debe, el margen de mejora que todavía tiene para manejar mejor el balón y asociarse con sus compañeros.
Inquieto por el Mundial
Endrick ha sido el menos utilizado de la primera plantilla (496 minutos), sin tener en cuenta los lesionados de larga duración, y esa es una cuestión siempre abierta en las explicaciones públicas que se le piden a Ancelotti. Por el brasileño y también Arda Güler (20 años), más reivindicativo el segundo que el primero. “Endrick habla muy poco y trabaja mucho”, dijo de él a principios de curso. Carletto siempre ha reclamado paciencia con los jóvenes atacantes teniendo en cuenta su competencia y este lunes dejó otro mensaje. “La historia del club dice que muchos jugadores que ahora son titulares han chupado banquillo mucho tiempo. Vinicius un par años, Rodrygo un par de años, Valverde, Camavinga… Es costumbre chupar un poco de banquillo si quieres estar en el Real Madrid”, advirtió el técnico.
El brasileño, que en Madrid no ha dejado señales públicas de impaciencia, sí asomó en el último parón con su selección cierta inquietud por si su poca participación en el Bernabéu le termina dejando fuera del Mundial de 2026. Esta vez entró en la lista por la lesión de Neymar y en la anterior, en noviembre, se quedó fuera.
Es costumbre chupar un poco de banquillo si quieres estar en el Real Madrid
Carlo Ancelotti
Aconsejado en el día a día por Antonio Rüdiger –pero no desde el elogio, matizó el joven-, la tanda de penaltis en Champions contra el Atlético lo puso de forma imprevista bajo el foco, y esta vez no precisamente por su osadía. “¿Tú puedes tirar el quinto?”, le preguntó Ancelotti. “Pero vi su cara y dije: ‘espera, espera’. Decidí que mejor Rüdiger”, desveló el italiano. Un ofrecimiento que llamó la atención por lo delicado del momento, su juventud, y porque el expediente de Endrick en el punto de penalti no es largo ni pleno de acierto. El último que había lanzado, en febrero de 2024, en el preolímpico contra Paraguay, lo falló. En 2023, erró otro con el Palmeiras, en el campeonato brasileño ante el Athletico Paranaense. Y en 2022, sí metió uno con Brasil sub-17 en un amistoso frente a Países Bajos. Este lunes le volvieron a preguntar a Carletto si lo tendría en cuenta para otra hipotética tanda y respondió con una sonrisa más que con palabras. “Sí, lo tengo en cuenta, depende de muchas cosas”, despejó.
De momento, la Copa ha sido el lugar en el que más y mejor se ha podido ver a la nueva adquisición del Madrid llegada desde la cantera brasileña.