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El comisario europeo de Defensa: “España debe encontrar la manera de aumentar el gasto en defensa porque la OTAN pedirá el 3% del PIB”

Bruselas se ha fijado 2030 como el año en el que Europa debe lograr su autonomía en defensa. El primer comisario europeo de Defensa y Espacio, Andrius Kubilius (Vilnius, Lituania, 68 años), ha lanzado ya un plan que debe permitir que sus Estados miembros gasten hasta 800.000 millones de euros en cuatro años para rearmarse. Kubilius opina que la guerra en Ucrania, país que considera una pieza esencial para la paz en Europa, puede ser un estímulo. “En esta crisis de seguridad, Europa puede salir fortalecida en sus propias capacidades”, afirma en una entrevista que se realiza por videollamada a causa del apagón del pasado lunes, que impidió que tuviese lugar durante el Congreso del Partido Popular Europeo (PPE), en Valencia.

Pregunta. ¿Las negociaciones para un alto el fuego en Ucrania han entrado en un punto muerto?

Respuesta. Deseamos la paz, pero justa. Y esta solo puede lograrse a través de la fórmula de ‘paz a través de la fuerza’. Y esa fuerza debe otorgase a Ucrania a través de la Unión Europea y Estados Unidos. Putin ahora se siente como la parte más fuerte en esta guerra y sigue actuando de una forma que demuestra que no quiere la paz.

P. ¿Cuál es el plan de Europa para Ucrania?

R. Primero, la UE y EE UU pueden hacer más, teniendo en cuenta que en los últimos tres años de guerra, el apoyo militar europeo y americano fue de menos del 0,1% del PIB. Y segundo, en las capitales europeas se discute sobre cómo lograr el mayor nivel de seguridad en Ucrania en caso de alcanzar la paz.

P. ¿Por qué tiene la convicción de que Rusia va a atacar a la UE antes de 2030?

R. No es mi opinión, es la de varios servicios de inteligencia europeos y de la OTAN, que reiteradamente dicen que Rusia estará preparada para atacar a los países miembros de la UE o la OTAN antes de 2030 porque están poniendo toda su economía al servicio de la guerra, produciendo multitud de armamento. Rusia está produciendo en tres meses más armas que todos los miembros de la OTAN en un año. Si eso no cambia, Putin tendrá la tentación de ponernos a prueba, porque considera que puede ser más fuerte que toda la OTAN junta. Por eso necesitamos reforzar nuestra preparación y aumentar la producción para nuestra defensa.

P. ¿Cómo piensan movilizar 800.000 millones de euros en defensa en los próximos cuatro años?

R. Es un cálculo basado en predicciones. El programa europeo prevé préstamos que permitirán a los Estados miembros obtener alrededor de 150.000 millones. Serán muy atractivos y predecimos que algunos Estados los solicitarán. Segundo, hemos flexibilizado las reglas fiscales para que se pueda excluir el gasto en defensa del cálculo del déficit. Los Estados miembros están notificando a la Comisión su deseo de hacerlo para aumentar su gasto en defensa hasta 650.000 millones adicionales.

P. España ha anunciado sus planes para acelerar el incremento del gasto en defensa para que llegue al 2% este año. ¿Cómo ha recibido el anuncio?

R. Es una buena noticia e importante, porque España era uno de los pocos países europeos que aún no destinaba el nivel acordado de recursos financieros para defensa, el 2%. Ahora España está progresando. Sin embargo, [Mark] Rutte [secretario general de la OTAN] ya ha dicho que hay planes para acordar durante la cumbre de la OTAN en junio de este año que el gasto estándar será del 3% del PIB o incluso más. Por lo tanto, esa será también la nueva tarea del gobierno español: encontrar la manera de aumentar ese gasto en defensa en un futuro próximo.

P. Eso puede suponer entre 15.000 y 20.000 millones de euros más, que es cuatro veces el presupuesto en vivienda, uno de los mayores problemas de España. ¿Cómo se lo explica a los ciudadanos?

R. La defensa europea se basa en el principio de defensa colectiva. Si un país no invierte grandes cantidades de dinero en defensa, debilita al resto de Estados miembros. La defensa se basa en la solidaridad. Sin duda, ahora vemos amenazas para la seguridad de Europa provenientes de Rusia, pero no podemos garantizar que no comiencen a aparecer también en el sur de Europa o en África. Por eso, debemos cuidar nuestras capacidades de defensa en conjunto, especialmente a largo plazo.

P. El margen presupuestario de Francia, Italia y España se estrecha. ¿No es posible otro fondo comunitario como el Next Generation?

R. Se está debatiendo la posibilidad de repetir lo que se hizo durante la pandemia. La UE solicitó préstamos por 850.000 millones de euros. Y ahora se prevé que alrededor del 20% del próximo presupuesto comunitario se destinará al pago de la deuda pandémica, lo que puede suponer un gran reto para la financiación de otros gastos. Por ello, hablar de subvenciones ahora es muy difícil.

P. ¿Puede definirme qué es para usted el gasto en defensa?

R. Hay descripciones muy claras y estándar, tanto de la OTAN como de las regulaciones europeas. Y no se pueden incluir otras partidas al margen de las que estas incluyen. Es evidente que el gasto en defensa está directamente relacionado con lo que podríamos llamar defensa convencional. Todas las ideas de que el gasto en defensa debe incluir también algunas líneas de gasto en seguridad social y otros ítems no son lógicos y no serán aprobados ni por los estándares de la UE ni por los de la OTAN.

P. El presidente Pedro Sánchez aboga por una definición más amplia, que incluya la ciberseguridad, la lucha antiterrorista y el cambio climático. ¿Estaría de acuerdo?

R. Como he dicho, tenemos una descripción muy clara. Es una regulación legal de la UE y también de la OTAN. Esperar que algunas regulaciones se puedan cambiar fácilmente no sería muy lógico. Por supuesto, nuestra seguridad depende de muchos factores, como el cambio climático o el terrorismo, pero también en gran medida de nuestra preparación para la defensa. Y esta tiene una descripción muy clara. Significa contar con suficientes capacidades, que generalmente se miden por el número de tanques, piezas de artillería, drones y similares, que se utilizan en operaciones reales.

P. ¿Tiene la impresión de que los países del sur como España e Italia están menos comprometidos en defensa que aquellos más cercanos a Rusia?

R. Observamos una unidad bastante fuerte entre los gobiernos cuando, recientemente, se aprobaron todas las propuestas de la Comisión relacionadas con los programas de defensa. Esto significa que los líderes comprenden perfectamente los desafíos que enfrentamos. Por supuesto, la opinión pública en los distintos países puede ser diferente. Es bastante natural. Recuerdo que, en 2015 y 2016, cuando los países del sur, como España, Italia y Grecia, se vieron afectados por la crisis migratoria desde el norte considerábamos que solo les afectaba a ellos, hasta que [Aleksandr] Lukashenko [presidente de Bielorrusia] utilizó la inmigración como arma al enviar migrantes a través de las fronteras hacia Lituania y Polonia. La solidaridad exige que comprendamos mejor los desafíos que afrontamos las diferentes regiones de Europa. Y esperamos que los líderes de España y del resto de países del sur también puedan explicar a la población esos desafíos y la importancia de invertir en defensa.

P. La UE ha fiado durante las últimas décadas su seguridad en EE UU, su energía barata en Rusia y su comercio en la pujanza de Asia. ¿Ese modelo ha caducado?

R. Sin duda, vemos grandes cambios. No podemos seguir dependiendo de los recursos energéticos baratos de Rusia. Eso se acabó. Cuánto podemos esperar de nuestras relaciones comerciales con China, eso es una cuestión que veremos cómo evoluciona. Y, por último, podemos predecir que durante las próximas décadas, debido al creciente poder militar chino, EE UU enviará cada vez más sus recursos de defensa al Indo-Pacífico y reducirá su presencia en el continente europeo. Por eso debemos estar preparados para asumir nosotros mismos la responsabilidad de la seguridad europea.

P. ¿Este rearme no contribuye a una espiral global peligrosa?

R. ¿Cuál es la alternativa? Si quieres la paz, prepárate para la guerra. Así que, para defender la paz en el continente europeo, necesitamos fortalecer nuestras capacidades defensivas. Sin duda, la preparación para la defensa cuesta mucho dinero, pero la falta de preparación para la defensa costaría mucho más.