Los planes del gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, de instalar en Barcelona el nuevo centro de desarrollo tecnológico de la entidad comienzan a concretarse. El supervisor aborda estos días la última fase del proceso de selección de 25 expertos en Inteligencia Artificial (IA) y ciencias de datos, una convocatoria que comenzó en marzo y que explicita que los puestos de nueva creación pueden ser destinados a la capital catalana.
Escrivá, en una conferencia el pasado mes de marzo en Barcelona, anunció su intención de que el Banco de España tuviera un área encargada del desarrollo y utilización de la IA, herramientas analíticas y modelos de lenguaje de gran tamaño. Posteriormente, en una entrevista a La Vanguardia, el gobernador aseveró que esa nueva unidad podría tener encaje en el gran y céntrico edificio que la entidad tiene en la plaza de Cataluña.
En ese plan se ha ido avanzando discretamente. El paso más visible, de momento, es la convocatoria de 25 plazas de personal experto en IA y ciencia de datos, que estarían destinados a las direcciones de Economía; Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución; Estrategia, Personas y Datos; Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago y Supervisión, y en el Gabinete del Gobernador.
“El destino geográfico inicialmente previsto para las plazas convocadas es Madrid, sin perjuicio de lo cual, cabe la posibilidad de que el Banco de España determine, en función de la organización de su actividad de inteligencia artificial y ciencia de datos que se está poniendo en marcha, que algunas de las plazas tengan Barcelona como destino geográfico”, según se puede leer en las bases, publicadas el pasado 17 de marzo.
La convocatoria, explican oficialmente desde el Banco de España, se cerró después de Semana Santa, se han realizado parte de las pruebas y ahora está en la fase de entrevistas para después proceder a la elección final de los nuevos trabajadores. Este programa, además, acompañaría un acuerdo que se firmó con el Supercomputing Center, ubicado en la capital catalana, que busca entre otras cosas “desarrollar modelos avanzados de IA para usos específicos, como podrían ser el análisis de datos o las proyecciones económicas”, según explicaron en febrero pasado ambas entidades.
La elección de Barcelona para ese proyecto, aceptan desde el banco, radica en el rico ecosistema tecnológico de Cataluña. Sin embargo, fuentes de la entidad aseguran que esos planes se han visto también condicionados por la realidad de un mercado muy competitivo y con salarios mucho más altos en este sector de la IA en comparación con los que está en disposición de pagar una entidad pública.
El nuevo centro de IA en Barcelona no es el único cambio de calado que el supervisor tiene sobre la mesa. Se trabaja ahora en una polémica reestructuración del servicio de estudios tras la dimisión de su director, Ángel Gavilán. Fuentes conocedoras de los cambios aseguran que ese departamento se reducirá a la mitad, quedándose en unas 200 personas. Parte del personal se reubicará en el departamento de operaciones y otros en el de estabilidad financiera.