
Washington (EFE).- El Gobierno de EE.UU. anunció este lunes que deportó a El Salvador a otras 17 personas a las que acusa de pertenecer a las bandas criminales Tren de Aragua (TdA) y MS-13, acción similar a la ejecutada el 15 de marzo cuando expulsó de manera sumaria a más de 200 venezolanos a los que envió al país centroamericano.
La decisión, anunciada en un comunicado por el secretario de Estado, Marco Rubio, puede suponer un desafío para con la orden dictada por un juez federal que bloquea la aplicación de la ley de Enemigos Extranjeros, la cual permite deportar a extranjeros sin vista previa y que el Gobierno de Donald Trump ha invocado argumentando que TdA está invadiendo territorio estadounidense.
«Anoche, en una exitosa operación antiterrorista con nuestros aliados en El Salvador, el Ejército de Estados Unidos transfirió a un grupo de 17 criminales violentos de las organizaciones Tren de Aragua y MS-13, incluyendo asesinos y violadores», afirma el comunicado rubricado por Rubio, que no aporta más detalles sobre el operativo o las identidades de los deportados.
«Una vez más, expresamos nuestra gratitud al presidente (Nayib) Bukele y al Gobierno de El Salvador por su inigualable colaboración para garantizar la seguridad de nuestros países contra el crimen transnacional y el terrorismo», concluye el texto.
Bukele, sin pruebas, afirma que recibió «delincuentes»
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró este lunes que todos los integrantes del nuevo grupo de personas deportadas al país centroamericano desde Estados Unidos, para que guarden prisión en una cárcel de máxima seguridad, son «asesinos» y «delincuentes de alto perfil».
Last night, in a joint military operation with our allies from the United States, we transferred 17 extremely dangerous criminals linked to Tren de Aragua and MS-13.
All individuals are confirmed murderers and high-profile offenders, including six child rapists.
This operation… pic.twitter.com/Tk1Xq7vnuB
— Nayib Bukele (@nayibbukele) March 31, 2025
La llegada del nuevo grupo la confirmó Bukele a través de un mensaje en X: «Anoche, en un operativo militar conjunto con nuestros aliados de Estados Unidos, trasladamos a 17 criminales extremadamente peligrosos vinculados al Tren de Aragua y la MS-13», publicó.
Aseguró, sin aportar pruebas, que «todos los individuos son asesinos confirmados y delincuentes de alto perfil, incluidos seis violadores de niños».
«Esta operación es un paso más en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado», agregó.
El mismo presidente estadounidense, Donald Trump, dio este lunes las gracias a Bukele por aceptar a «criminales» deportados por Washington y aseguró que les está dando un lugar «maravilloso» para vivir, aunque la mayoría están encarcelados.
«Gracias, presidente Bukele, de El Salvador, por aceptar a los criminales que la corrupta Administración de Joe Biden permitió, de manera tan estúpida, entrar en nuestro país, y por darles un lugar tan maravilloso para vivir», escribió Trump en su red Truth Social.
Las cuestionadas deportaciones de Trump
Trump aseguró que la banda transnacional de origen venezolano TdA, a la que acusa de haberse infiltrado en el Gobierno de Nicolás Maduro, está invadiendo el país, una afirmación que los expertos consideran errónea.
Con ese argumento, invocó el 15 de marzo la ley de Enemigos Extranjeros, norma de 1798 no usada desde la Segunda Guerra Mundial que permite expulsar a extranjeros sin una vista judicial previa.
Pese a la orden judicial federal emitida ese mismo día contra dicha ley, tres aviones fletados por el Gobierno estadounidense despegaron de Texas y entregaron a más de 200 venezolanos -a los que las autoridades acusan de ser miembros de TdA- a las autoridades salvadoreñas, que los encarcelaron en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
El viernes, después de que un tribunal de apelaciones mantuviera el bloqueo a la ley, la Administración Trump pidió al Tribunal Supremo que le permita deportar ciudadanos venezolanos de manera sumaria, subrayando el pulso que mantiene con jueces que han bloqueado varias de sus iniciativas y a los que pide destituir, poniendo en duda la separación de poderes en EE.UU.