Nueva demostración de músculo militar de China en torno a uno de los puntos geopolíticos más volátiles del planeta. El Ejército Popular de Liberación (EPL, el ejército chino) ha lanzado este martes unos ejercicios bélicos alrededor de Taiwán, la isla autogobernada que Pekín considera una parte inalienable de su territorio, y a la que Estados Unidos apoya militarmente. Los juegos de guerra ―en los que participan el ejército, la marina, la fuerza aérea y la de misiles― suponen una “seria advertencia” frente a lo que la República Popular denomina “fuerzas separatistas” que defienden la “independencia de Taiwán”, según ha expresado el coronel Shi Yi, portavoz del Comando del Teatro Oriental del EPL, y ha recogido la agencia oficial china Xinhua.
“Condenamos enérgicamente las provocaciones irracionales de la RPC [República Popular China]”, ha replicado de inmediato el Ministerio de Defensa taiwanés en un comunicado en redes sociales. También ha afirmado que ya en la víspera habían penetrado en lo que ha denominado su “zona de respuesta”. Las Fuerzas Armadas taiwanesas “han supervisado la situación y han respondido en consecuencia”, añade en un comunicado en el que denuncia las maniobras como un “desafío abierto al orden internacional” que ponen en riesgo “la estabilidad regional”.
Tras el anuncio oficial de los ejercicios, las autoridades militares chinas han publicado en redes sociales una imagen que muestra buques y cazas rodeando Taiwán, con un mensaje sobreimpreso con dos caracteres en chino: “Avanzar y empujar”, y una leyenda: “El independentismo taiwanés está jugando con fuego y acabará quemándose”. Las maniobras, ha explicado el citado portavoz militar del EPL, suponen la aproximación al territorio insular de buques y aeronaves desde múltiples direcciones, y se centran en patrullas de “preparación para el combate marítimo y aéreo”, la toma del “control integral del campo de batalla”, con ataques simulados contra objetivos marítimos y terrestres, y el bloqueo de zonas y rutas clave.
El objetivo, según Pekín, es “probar las capacidades de combate conjunto de las tropas”. China —que aboga por la reunificación pacífica de Taiwán, pero sin renunciar al uso de la fuerza en caso necesario― considera este nuevo teatro bélico “una acción legítima y necesaria para defender la soberanía nacional y mantener la unidad del país”, ha añadido.
Las maniobras reflejan un momento de creciente tensión entre Taipéi y Pekín, después de que el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, tildara a la República Popular de “fuerza hostil extranjera” el mes pasado y anunciara medidas para frenar las operaciones de “infiltración” de Pekín en la isla. Lai es considerado por el Gobierno chino como un “peligro” por sus inclinaciones separatistas, y ha enardecido los ánimos de las autoridades comunistas tras su llegada al poder en mayo de 2024. Estos son los terceros ejercicios militares de calado desde entonces. La frecuencia y el tamaño de las maniobras han puesto en alerta a los mandos militares de Estados Unidos en el Indo-pacífico, que consideran que los ejercicios podrían llegar a ser pronto indistinguibles de una potencial invasión.
Los de este martes han ido acompañados de un mensaje hostil y caricaturesco por parte del Teatro Oriental de Operaciones de China. En un vídeo animado publicado en sus redes sociales, se ve a Lai caracterizado como un gusano sobre la geografía de Taiwán. “Un parásito envenenando la isla”, dice. “Un parásito coqueteando con la destrucción final”, añade sobre una imagen de Lai con forma de gusano, atrapado por unos palillos chinos, sobre la isla en llamas. La animación acaba con una especie de poema con versos como: “Con apoyo de medios extranjeros, buscan la independencia y siembran locura interna”.
Ambigüedad en EE UU
El despliegue chino llega, además, en un mundo convulso y en transición, donde han cobrado fuerza las pulsiones expansionistas. Suponen los primeros coqueteos militares de envergadura del gigante asiático en torno a Taiwán desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump. El magnate no aclaró durante su campaña si acudiría en ayuda de la isla en caso de que China tratara de tomarla por la fuerza. Esta ambigüedad es desde hace décadas uno de los pilares sobre los que se sostiene la seguridad de este territorio donde chocan las dos grandes superpotencias. Aunque Washington no reconoce a Taiwán como un país independiente (tampoco lo hacen la inmensa mayoría de Estados del mundo) sí le suministra armas, y rechaza cualquier cambio del statu quo en el Estrecho mediante la fuerza o la coerción.
“La inclusión por parte del EPL de un anuncio en inglés [se refiere a la animación] sugiere que Pekín quiere dejar claro a la Administración Trump su descontento con Lai”, valoran los analistas de Eurasia Group en un boletín publicado al hilo del ejercicio. “Expresa la oposición de Pekín a que Estados Unidos siga apoyando la seguridad de Taiwán y también pueden reflejar la creciente preocupación por la posibilidad de que aumente el apoyo estadounidense a Taiwán”, concluyen. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, declaró durante su reciente visita a Japón que Estados Unidos garantizará una “disuasión sólida” y “creíble” a través del estrecho de Taiwán contra las acciones “agresivas y coercitivas” de China.